Los Museos del Mundo
El origen del museo como elemento cultural de masas solo tendría doscientos años. Sin embargo, la semilla de los museos se encuentra en remotas actividades del ser humano. Atesorar y coleccionar es algo tan viejo como la humanidad. Los tesoros de reyes y las colecciones de exvotos y reliquias religiosas son dos claros ejemplos de exponer y clamar por el reconocimiento individual o colectivo. Muchas catedrales se han levantado sobre las reliquias de un Santo. En España la maravilla de la catedral de Compostela es muestra de ello y todo un museo vivo del que gozar. De la Antigüedad proviene etimológicamente el término “Museo”, del griego ‘mouseion‘ casa de las musas) y del latín ‘museum‘, que será palabra recuperada en el Renacimiento por su afán de mirarse en los clásicos. La Iglesia usaba el Arte para enseñar y adoctrinar, fue de las primeras instituciones en conservar y mostrar objetos con valor artístico y simbólico, como las mencionadas reliquias. Monarcas como los Reyes Católicos reúnen colecciones como símbolo de poder y con un sentido ya de preservar objetos con “identidad nacional”.
Claro está que esos objetos de las colecciones reales podían ser vistos solo por unos privilegiados, los mismos monarcas o sus círculos más íntimos. No será hasta el Renacimiento que se ampliará el público de los “tesoros” y colecciones. Ahora la nueva clase social, la burguesía, quiere emular a reyes e Iglesia como propietaria de objetos de prestigio. El burgués mecenas de arte se convierte en el primer coleccionista privado. Los Medici, por ejemplo, sin ser conscientes tenían en su palacio de Via Larga un prototipo iniciático de museo, pues permitían las visitas a las colecciones de objetos de arte o de prestigio que custodiaban. Pero la idea de museo aún no era definida ni muy similar a la actual. Podríamos entrar en una inútil competición por señalar qué país tuvo el primer museo, pues los estudiosos del tema rebuscan en las iniciativas tomadas en el pasado para utilizar las colecciones como herramienta didáctica social. En ese caso un museo universitario de Oxford tendría el honor de ser el primer museo moderno de la historia, el Ashmoleam Museum del siglo XVI. Aunque el precedente más evidente y exacto del museo tal y como lo iremos definiendo en época contemporánea es el Museo del Louvre que abrirá sus puertas al público en 1793.
Porque el Louvre abre sus puertas al público en general, una vez que han vencido las ideas de la Revolución francesa de ‘todo por el pueblo y para el pueblo’. Al monarca se le quita la cabeza y su palacio de París para “dar al pueblo lo que le pertenece”. En el resto de Europa, sin cortar cabezas de reyes, se sigue el ejemplo del Louvre en la línea de nacionalizar las colecciones reales y desamortizar algunos bienes de la Iglesia para crear los Museos Nacionales. El siglo XIX es el siglo de los nacionalismos y de los museos. Se fundan los museos nacionales estableciendo la asociación entre las colecciones y la historia del país. Ahora comienza una carrera para lograr atesorar la “grandeza” de cada nación. Al ser el museo un concepto invento de los europeos, el colonialismo tendría mucho que decir en el desarrollo de estas nuevas instituciones nacionales. Nacen los Gabinetes Naturales y las Reales Academias, que entre otras cosas se preocupan por las “realidades exóticas” de esas posesiones coloniales.
También en el siglo XIX, en sus últimas décadas, las ideas utópicas de democracia conducen a la socialización del museo. Los museos de identidad nacional pasan a ser espacios de identidad social al servicio de la comunidad. Las funciones didácticas y pedagógicas se van consolidación entre las funciones principales de los museos. Todavía en el inicio del siglo XX el concepto o idea de museo tenía grandes lagunas, ambigüedades que replanteaban de manera constante su utilidad social. Alguna Vanguardia artística se caracterizaba, como los Futuristas, en proclamar “¡Muerte a los Museos!” Desde la segunda mitad del siglo XX y el corriente siglo XXI, el concepto de museo no ha dejado de revisarse y de mutar. Por ejemplo, en las colecciones que el ser humano debe ahora «atesorar» estarían patrimonios como los bienes ecológicos o tan inmateriales como las tendencias en nuevos hábitos propiciados por la posmodernidad. Instituciones internacionales deliberan cada cierto tiempo sobre el concepto y finalidad del museo, intentando siempre encajar su definición lo más posible a la realidad socioeconómica del momento.
La historia, como ciencia social que estudia el pasado de la humanidad y que nos ayuda a entender el presente y hacer previsiones de futuro, necesita de un espacio que salvaguarde los tesoros y evidencias de la trayectoria de ser humano. Los museos son los encargados de proteger, mantener y difundir todos estos objetos de gran valor. Son los grandes templos del conocimiento. Lo cierto es que el ser humano siempre ha tenido la necesidad de expresarse de muchas formas. Por ello, los restos de las civilizaciones pasadas, como la arquitectura, pintura o escultura e incluso la recopilación de documentos escritos, han ayudado a conformar una radiografía sobre la vida de nuestros antepasados. Otra de las claves han sido además, los restos fósiles de animales y plantas
Algunos momentos concretos de la historia como por ejemplo podría ser la II Guerra Mundial han dejado una gran huella en la memoria y, por un motivo u otro, se han ganado un recuerdo físico y permanente. No es de extrañar pues, que en base al importante papel que desempeñan estos centros culturales, desde el año 1977, se conmemore el 18 de mayo el Día Internacional de los Museos. De América a Oceanía, pasando por Europa, Asia y África, este evento ha conseguido que más de 120 países se sumen a la causa y participen cerca de 30.000 museos diferentes en todo el mundo. Esta fecha se ha convertido así en una oportunidad para promocionar historia, arte y cultura y estrechar lazos entre sociedades.
Millones de personas eligen su destino turístico en base a diferentes criterios, y los museos se han convertido en un atractivo muy potente a tener en cuenta. Además, al igual que existe una gran variedad de historia por conocer, tenemos la oportunidad de visitar museos de todo tipo, especializados en una etapa o hecho en especial. Por ello, a continuación te presentamos una recopilación de algunos de los museos por los que todo buen aficionado a la historia debería dejarse caer durante sus viajes. Esta lista está creada en base a las exposiciones permanentes y a las valoraciones de sus visitantes.
1. MUSEO DEL LOUVRE FRANCIA
Es el único museo francés de toda la lista pero sin embargo, ocupa la primera posición gracias a sus 9,600,000, una cifra muy por encima de sus competidores aunque en 2019 bajó un 5,9% respecto el año anterior.
Sin duda, la fama mundial del Louvre se debe en parte a un solo cuadro, la Mona Lisa. Pese a esto, el museo cuenta con colecciones de gran valor artístico como las procedentes de la realeza francesa o las obras de artistas como Rubens, Delacroix, Tiziano o Caravaggio.
2. MUSEO NACIONAL DE CHINA CHINA
El Museo Nacional de China se creó en 2003, siendo la sala de exposiciones más joven de todo el listado. El nacimiento de este museo se debe a la fusión de dos ya existentes, logrando así crecer en relevancia y consiguiendo posicionarse en lo alto de la tabla como segundo, recibiendo en 2019 un total de 7,390,000 visitantes.
En su interior se encuentran grandes colecciones con reliquias de la cultura china. También dispone de una zona específicamente diseñada como área didáctica explicando la Historia del país y la Revolución Popular.
3. MUSEO VATICANOS CIUDAD DEL VATICANO
Las distintas colecciones que conforman los llamados museos vaticanos suponen la mayor concentración de arte cristiano del mundo, agrupando a un gran número de artistas de talla mundial como Rafael, Caravaggio, Van Gogh, Dalí o Da Vinci.
Entre sus estancias destaca la Biblioteca Vaticana que custodia unos 75 000 manuscritos y más de 1 100 000 libros, muchos de ellos incunables. Esta inmensa colección hizo que uno de los países más pequeños del mundo recibiera en 2019 6,883,000 visitantes.
4. THE METROPOLITAN MUSEUM OF ART ESTADOS UNIDOS
Casi todos los grandes artistas europeos están reunidos en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, desde Velázquez o El Greco hasta Tiziano o Rembrandt. El museo destaca tanto por sus pinturas como por su colección de piezas y arte egipcio, bizantino, islámico, asiático y africano.
Una amalgama cultural resumida en más de dos millones de obras que permanecen en esta sala inaugurada en 1872. En la actualidad se ubica como el cuarto museo más visitado en el mundo y sólo en 2019 logró tener 6,770,000 visitantes.
5. BRISTISH MUSEUM REINO UNIDO
El Bristish Museum tiene el honor de ser el primer museo nacional en el mundo y está dedicado a la historia, la arqueología, la etnografía y el arte. Entre sus paredes se guardan algunas de las joyas artísticas y culturales más preciadas del planeta como varias momias egipcias, la piedra de Rosetta, las huellas de Buda o el caso más paradigmático, los frisos del Partenón.
En muchas ocasiones, el museo ha recibido críticas por el origen ilícito de la adquisición de esas piezas. Sin embargo, sigue siendo el gran escaparate de la antigüedad, llegando en 2019 a la cifra de 6,208,000 visitantes.
6. TATE MODERN REINO UNIDO
El Museo Nacional Británico de Arte Moderno forma parte del grupo Tate, en honor a Henry Tate, un comerciante de azúcar y principal promotor del museo. El Tate Modern se inauguró en el año 2000 tras la remodelación de la antigua fábrica de energía de Bankside, a orillas del Tamesis.
Al poco tiempo se convirtió en un icono de Londres, acaparando millones de visitas procedentes de todo el mundo para admirar las obras de arte moderno de Salvador Dalí, Andy Warhol o Pablo Picasso, entre otros artistas, compitiendo incluso con el Louvre por ser el museo más visitado del mundo. En la actualidad se sitúa como el sexto con 6,098,000 visitas.
7. THE NATIONAL GALLERY REINO UNIDO
Más que un museo, la National Gallery está concebido como una pinacoteca ya que cuenta con más de 2.000 pinturas pero ningún otro formato de representación artística como puede ser la escultura.
A diferencia de otras grandes colecciones europeas como el Louvre o El Prado, los primeros ejemplares no provenían de la familia real sino que comenzó a nutrirse mediante adquisiciones propias con el objetivo de facilitar el acceso a la pintura y la cultura a la sociedad. Desde 1824, año de su fundación, no ha parado de crecer en importancia y en número de visitas, llegando a recibir a 6,011,000 personas en 2019.
8. MUSEO DE HISTORIA NATURAL REINO UNIDO
El Museo de Historia Natural de Londres es quizás el más famoso de todos ellos debido a la gran cantidad y variedad de especímenes 70 millones aproximadamente y su valor histórico, pues muchas de sus colecciones se remontan a personajes científicos tan importantes en la historia de la humanidad como Charles Darwin.
También actúa como centro de taxonomía y conservación de especies y posee una de las mayores exhibiciones de esqueletos de dinosaurios. Todo ello hace de este museo un lugar predilecto para el gran público, consiguiendo en 2019 la visita de 5,424,000 personas.
9. MUSEO AMERICANO DE HISTORIA NATURAL ESTADOS UNIDOS
Situado en el Upper West Side de Nueva York, el Museo Americano de Historia Natural cuenta con 27 edificios interconectados. A pesar de su magnitud no tiene la capacidad de albergar al mismo tiempo todos los especímenes ya que son más de 30 millones.
El Museo, hoy uno de los más famosos en su categoría, comenzó a adquirir relevancia cuando el presidente Theodore Roosevelt emprendió un viaje a África, dejando de lado la política, con el objetivo de cazar el máximo número de especímenes y dotar a la entidad de ejemplares. En la actualidad es todo un referente, de hecho, en 2019 llegó a recibir 5,000,000 de visitas.
10. HERMITAGE RUSIA
Inaugurado por la famosa emperatriz Catalina la Grande, el Hermitage es uno de los museos más grandes e importantes del mundo. El propio edificio es una obra de arte en sí mismo.
Sus 400 salas están cubiertas de piezas de alabastro, jaspe, malaquita y lapislázuli, y albergan desde objetos del Antiguo Egipto, la Grecia Clásica o el Imperio Romano hasta obras de Murillo, Leonardo, Rafael o Rembrandt. Todo esto le ha valido para ser uno de los museos más visitados con un total de 4,957,000 visitantes en 2019.
11. MUSEO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA DE SHANGAI CHINA
A pesar de que parte del museo está dedicado a la historia natural, como algunos otros de este listado, este museo es el único enfocado en la tecnología y el conocimiento práctico. A través de sus salas, los visitantes pueden experimentar con robots y otros dispositivos lo que hace de este museo una experiencia interactiva.
Ubicado en Shangai, la ciudad más poblada de China, recibió 4,824,000 visitantes a lo largo del 2019, un 36,3% más que el año anterior posicionándose como el museo que más ha crecido.
12. MUSEO REINA SOFÍA ESPAÑA
El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía ocupa el último lugar de esta selecta lista, siendo la única representación española. Concebido inicialmente como una prolongación del Museo del Prado al cubrir el período desde finales del siglo XIX
hasta la actualidad, la galería cuenta con obras de primera categoría de artistas como Dalí, Picasso o Miró. Estas colecciones son las grandes culpables del éxito del museo, que el año pasado recibió 4,426,000 visitantes, casi un 15% más qué en 20%.
Museo Jordano de Amán
Los encantos y lugares de interés que ofrece la capital de Jordania son numerosos y ancestrales. Este asentamiento humano, que hoy en día sobrepasa los 4 millones de habitantes, es una de las ciudades más antiguas del mundo. Se trata de una de las cunas de la civilización donde perderse por sus calles supone hacer un viaje en el tiempo apasionante. En sus muros habitan vestigios de las civilizaciones más notables de la historia del hombre esperándote. Estas son algunas de ellas. Amán recoge prácticamente el 40% de la población de toda Jordania y tiene la vitola de ser una de las ciudades árabes más liberales y occidentalizadas de la zona. Hablamos de una urbe moderna, conectada con el mundo actual pero fuertemente marcada por el peso de la historia y de las civilizaciones que por ella han pasado. Griegos, romanos… no en vano a menos de 45 minutos en coche, según la tradición, se puede llegar al rio Jordán, el lugar donde Jesús fue bautizado.
Para comenzar a saborear el aroma clásico de lugar, en primer lugar hay que visitar la célebre Ciudadela de Amán. Sus muros y calles han sido testigos del nacimiento de las principales religiones monoteístas. Se trata de un museo al aire libre en cuyo recito se encuentra el Museo Arqueológico con objetos y esculturas con varios milenios. Hay que destacar las figuras antropomórficas de Ain Ghazzal, que datan de entre 6.000 y 8.000 años antes de Cristo y que son las figuras cerámicas más antiguas en las que se representan figuras humanas. Dentro de este entorno también destaca el impresionante Templo de Hércules 161-180 D.C y su Iglesia Bizantina. Desde la Ciudadela, situada en una colina, se divisa el Teatro Romano, otro de los imprescindibles de Amán. Es uno de los legados romanos a la ciudad, su capacidad es de 7.000 espectadores y en la actualidad sigue activo para eventos culturales y musicales. En un lateral de este anfiteatro se encuentra el interesante Museo Jordano de Tradiciones Populares fundando en 1971.
Museo Thyssen Madrid
El museo está abierto al público aplicando todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los visitantes. La colección del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza tiene sus puntos fuertes en aquello de lo que carecen los otros museos españoles. La pintura del Trecento siglo XIV en Italia con la obra de Duccio de Buoninsegna, Cristo y la samaritana o la escuela primitiva flamenca con el Díptico de la Anunciación, una grisalla pintura que finge ser escultura de Jan Van Eyck, son las piezas clave de la colección de arte tardomedieval. El museo cuenta además con una exquisita selección de retratos del siglo XV, entre los que destacan el de Giovanna Tornabuoni realizado por Ghirlandaio y el de Un caballero desconocido, obra de Carpaccio. A continuación Durero, Caravaggio, Rubens, Frans Hals o Canaletto nos ayudan a comprender los derroteros por los que el arte transcurre entre los siglos XVI y XVIII.
El paisaje y la pintura de género, temas especialmente frecuentes de la escuela holandesa del siglo XVII y de la norteamericana del siglo XIX, pueden estudiarse muy bien en las salas del museo. Esta misma preocupación la manifiestan igualmente los pintores románticos como Friedrich, los impresionistas como Monet y Degas y los postimpresionistas como Gauguin y Van Gogh, todos presentes en la colección del museo. También cuenta con destacadas obras de las vanguardias del siglo XX: fauvismo, expresionismo, surrealismo, abstracción y pop art. Arlequín con espejo de Picasso, Pintura con tres manchas n.196 de Kandinsky, Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes del despertar de Dalí, El gallo de Chagall, Habitación de hotel de Hopper y Mujer en el baño de Lichtenstein son algunas de ellas. Actualmente, la colección Thyssen-Bornemisza se distribuye en la segunda planta, donde se encuentran los Maestros Antiguos hasta comienzos del siglo XIX, y en la primera, donde se puede disfrutar de la obra de los Maestros Modernos desde el impresionismo hasta el siglo XX.
Museo de Joan Miro Barcelona
Joan Miró fue una de las grandes figuras del arte del siglo XX. Desarrolló un estilo personal cercano al surrealismo que le convirtió en un artista de gran influencia tanto para sus contemporáneos como para las generaciones venideras. Se formó en la Llotja de Barcelona y posteriormente en la Academia de Francesc Galí, de espíritu más renovador. En esa escuela y en el Cercle Artistic de Sant Lluc, conoció a algunos de sus grandes amigos, el crítico Sebastià Gasch, el poeta J.V. Foix, Josep Llorens Artigas o Joan Prats. Desde joven se relacionó con el mundo más vanguardista de Barcelona, por esos años en plena efervescencia.
A finales de 1920 Miró viajó por primera vez a París, donde conoció a Pablo Picasso. Durante toda esa década alternó los inviernos parisienses con largas estancias en la masía familiar situada en Montroig, en el campo de Tarragona. Ésos serían los años cruciales de su carrera artística, en los que descubrió su lenguaje personal. En la capital francesa estableció amistad con André Masson, en torno a quien se agrupaba el denominado «grupo de la rue Blomet», futuro núcleo surrealista. Desde entonces su sensibilidad se acercó a la del movimiento surrealista, con el que compartía muchos de sus planteamientos teóricos, aunque nunca se integró completamente en él y dio prioridad a su libertad creativa individual.
Museo de Dalí en el barrio Gótico de Barcelona
Salvador Dalí, artista referente de Barcelona sin lugar a dudas. Uno de los mejores artistas de la ciudad y del país en general del siglo XX. Un hombre que revolucionó el surrealismo y es que a pesar de que su obra por excelencia es La Persistencia de La Memoria, lo cierto es que destacó también como fotógrafo, como escultor y como dibujante. Tan esencial fue su papel en la Historia del Arte que en el barrio Gótico quisieron construir un museo de su persona. ¿Quieres verlo? Anímate y ven con Sh Barcelona a descubrir el Museo Dalí de Barcelona.
¿Quién era Salvador Dalí? Un artista en toda regla que aportó al surrealismo la influencia que él tenía del Renacimiento. Se puede decir que era narcicista y megalómano, puesto que siempre quería llamar la atención. Era un experto en pintura, sí, pero también lo era como dibujante, como escultor y como fotógrafo. A su vez tenía una gran obsesión por el lujo y por todo lo dorado, además de por la moda oriental.
En el museo se hallan 40 obras de Dalí, las cuales fueron confeccionadas de principio a fin por él sin ayuda de nadie. Es por ello que esta colección nos permite conocer el lado más personal y oculto del artista, su verdadero yo, lo cual es esencial para entender el porqué de sus obras. En realidad el museo de Dalí es de los museos de Barcelona menos conocidos y menos populares, pero eso no quita para que sea uno de los que más material alberga. De hecho, tiene tanto que, aunque precisamente no sea muy grande, es un museo en el que te puedes pegar las horas muertas contemplando cada una de sus obras.
Museu Picasso Barcelona
Homenaje al maestro Pablo Picasso pasó sus años de formación en Barcelona y esta colección de más de 3.500 pinturas es un digno tributo al maestro. Repartido en cinco mansiones medievales de piedra contiguas, los bonitos patios, galerías y escaleras del complejo museístico son casi tan maravillosos como la colección que acoge en sus salas en 'El jugador de cartas II', prestada por el Museo de Arte Moderno de Dinamarca.
La exposición se centra en los primeros años del artista malagueño, aunque hay suficiente material de épocas posteriores como para entender a la perfección la versatilidad del gran genio de la pintura del siglo XX. Más información en ‘Los 500 mejores lugares para viajar”, de Lonely Planet.
Museumquartier Viena
Un barrio de museos Si todas las grandes ciudades europeas pudieran reunir ordenadamente sus mejores museos en un barrio construido expresamente para ello, el turismo sería mucho más sencillo. En Viena, ocurre. El Museums Quartier, enorme y con amplios espacios creativos, es un conjunto de museos nada desdeñable completado con un sinfín de cafés, restaurantes y bares que sirven de semillero para la vida cultural de la ciudad.
Con más de 60.000 metros cuadrados de espacio expositivo, un museo infantil espectacular y la institución de danza más importante de Viena, es uno de los complejos dedicados al arte más ambiciosos del mundo. Destacan la mayor colección de pinturas de Egon Schiele en luminoso Leopold Museum, así como el Mumork , un centro a la vanguardia del arte contemporáneo con una colección tan imponente como su fachada de basalto negro y cantos afilados.
Museo del Oro Bogotá
Desenterrando tesoros El Museo del Oro de Bogotá deja pasmados a todos sus visitantes. Los conquistadores españoles oyeron por primera vez rumores de El Dorado, una legendaria ciudad de oro perdida que inspiró durante siglos a exploradores y cazadores de tesoros, en Quito Ecuador, desde donde se organizaron expediciones hacia la sabana de Bogotá.
No es de sorprender, por tanto, que la capital colombiana sea uno de los pocos sitios del mundo en los que se puede experimentar lo que sería encontrar un tesoro de semejante proporciones. Aunque la ciudad perdida nunca se encontró, sí se consiguieron otros botines, y el Museo del Oro de Bogotá cuenta actualmente con más de 55.000 brillantes objetos de oro y otros materiales, originales de las culturas prehispánicas. Después de visitarlo, las ganas de lanzarse a la jungla en busca de tesoros son irresistibles.
Museo Guggenheim Bilbao
Asombroso templo de arte moderno Es una de las creaciones arquitectónicas más llamativas del planeta, y una de las responsables de haber sacado a la ciudad de Bilbao de su depresión posindustrial, haciéndola entrar en el siglo XXI.
El arquitecto canadiense Frank Gehry se inspiró en la industria tradicional de pesca y construcción de barcos de la ciudad. El uso de aleros, riscos, promontorios, torres y aletas es, sencillamente, irresistible. Con tanto para admirar en su estructura, el hecho de que también sea un museo de primera categoría puede parecer secundario.
Museo Louisiana de Arte Moderno Copenhague
Elegancia danesa Que este edificio largo, bajo y blanco, una obra de arte del diseño moderno danés de la década de 1950, haya entrado en esta lista se debe, no solo a su interior, también a su exterior. El Louisiana se halla justo en la orilla de la costa del Oresund, en una pequeña localidad al norte de Copenhague con vistas a montones de turbinas eólicas que giran lentamente.
Tras deambular por sus pasillos de cristal y salas con obras de Picasso, Yves Klein y David Hockney cuenta una de las colecciones de arte moderno posterior a 1945 más importantes de Escandinavia, hay que salir a la terraza y a su parque de esculturas, con obras de artistas como Henry Moore.
Art Institute of Chicago
Pinturas estelares El museo de arte de Chicago alberga una de esas colecciones que deja a los visitantes boquiabiertos. Deambulando por los interminables pasillos de mármol se llega ante 'American Gothic', de Grant Wood, cuyos modelos fueron su hermana y su dentista. Muy cerca cuelga la solitaria obra 'Nighthawks', de Edward Hopper.
Más adelante, 'Tarde de domingo en la isla de la Grand Jatte', del puntillista Georges Seurat. Y después los 'Almiares', de Monet; 'La habitación', de Van Gogh; 'El viejo guitarrista', de Picasso... La colección de impresionistas y postimpresionistas tan solo es comparable a las que hay en Francia y el número de obras surrealistas es también asombroso. Por no hablar de las salas repletas de grabados japoneses, urnas griegas y armaduras. En el sótano se exponen las miniaturas, como un minúsculo tocador francés de 1740. En la foto, el ala moderna, de Renzo Piano.
Museo de Historia Natural Londres
Asombrosas exposiciones y arquitectura Ocho millones de especímenes y miles de millones de años de historia: este museo es capaz de embutir las eras en su monumental espacio. Aquí se aprenderá sobre huesos de dinosaurios, mariposas, ballenas azules y bebés humanos; también sobre volcanes e incluso el Big Bang.
Este museo, pozo de conocimiento, tesoros e investigación, ocupa un majestuoso edificio londinense abierto al público en 1881; de estilo neorromántico alemán, se adorna con relieves y gárgolas zoomorfas.
Rijksmuseum Amsterdam
Cofre del tesoro de Holanda Este museo, uno de los principales del mundo, atesora obras maestras en sus 1.500 metros de galerías. La gente se apiña alrededor del monumental cuadro La ronda de noche, de Rembrandt, y de La lechera, de Vermeer de Delft, y con razón. La primera es un símbolo del Siglo de Oro; la segunda, tan evocadora, que siglos después aún despierta el interés de Hollywood. Pero en el restante centenar de salas del Rijksmuseum nos esperan tesoros alucinantes.
Maquetas de barcos antiguos, bárbaras espadas, copas de cristal y linternas mágicas del siglo XVII, cuando los holandeses surcaban los mares en busca de riquezas. Otras galerías muestran la delicada porcelana azul y blanca de época de Delft, y casas de muñecas tan exquisitamente decoradas que valen más que una vivienda de verdad. Se podría estar semanas admirando las bellas y curiosas colecciones que hay por todos los rincones del museo. De hecho, si se curiosea lo suficiente, se hallarán obras de Van Gogh y del movimiento CoBrA del siglo XX.
Museo del Prado Madrid
Obras maestras en Madrid Instalado en un edificio señorial del siglo XVIII, ofrece una mirada única a los vaivenes históricos del alma española; imperiosa en los retratos reales de Velázquez, turbulenta en las Pinturas Negras de Goya.
El Prado estaría ya entre las mejores pinacotecas de Europa únicamente por su colección de maestros españoles, desde El Greco a Zurbarán, pero las piezas de pintores del resto de Europa que atesora, desde Rembrandt hasta Rubens, Brueghel o El Bosco, amplía más si cabe la lista de obras maestras que acumula su colección.
Vasamuseet Estocolmo
Gloria sueca hundida y rescatada Cuando en 1628 el imponente buque de guerra sueco ‘Vasa’ se hundió nada más ser botado en el puerto de Estocolmo navegó poco más de un kilómetro, el desastre fue absoluto y recordado.
A pesar de ello, tras ser reflotado y restaurado se convirtió en orgullo nacional y símbolo del imperio sueco en su apogeo. Expuesto ahora en el Vasamuseet con todo su fasto, el navío resulta soberbio. Nos asombrará su tamaño y la espléndida decoración, y sabremos cómo se hundió, se rescató y se logró conservar este pedazo de la historia sueca.
Museo Egipcio El Cairo
El gran tesoro de Egipto Deambular por este museo es como jugar al escondite entre objetos de incalculable valor. Repleto con lo mejor de la egiptología, el centro ofrece una fascinante aventura a través del tiempo, pero sin tecnología de pantallas táctiles ni muestras interactivas ni sesudas explicaciones.
Los tesoros más obvios y esperados son los de Tutankamón y las momias de Hatshepsut, así como la Sala de las Momias Reales, aunque las verdaderas maravillas de este laberíntico museo son las estatuas, altares y esfinges que acechan en cada esquina.
Museo Van Gogh Ámsterdam
Vida de un artista torturado Representa la lucha del artista contra la pobreza y la oscuridad solo vendió un cuadro en vida y, sin embargo, Vincent Van Gogh fue el mejor pintor holandés del siglo XIX.
Este museo alberga la mayor colección de obras del artista y muestra desde piezas tempranas pintadas en los Países Bajos hasta lienzos de sus últimos años en Francia. Recorriéndolo planta a planta, se puede seguir la evolución vital de Van Gogh y, a la vez, maravillarse con los vívidos amarillos y profundos lilas y azules en pinturas como ‘Los girasoles’ o ‘Los comedores de patatas’.
Museo Nacional de Antropología México DF
La estrella mexicana ¿Cuál es la diferencia entre toltecas y zapotecas? ¿Qué son esos aros de las ruinas mayas que recuerdan a una canasta de baloncesto? Las visitas a México plantean infinidad de preguntas sobre su extenso legado histórico y en ningún sitio se responden mejor que en el Museo Nacional de Antropología, en México DF. La planta baja de este moderno edificio inaugurado en la década de los 60 alberga reliquias del México prehispánico que ilustran la complejidad de sus antiguas sociedades.
Los dioses y diosas aztecas dominan estancias con preciosos jaguares tallados, y asombra una escultura de 3,5 metros de ancho conocida como la Piedra del Sol, que es, en realidad, un calendario cósmico. Hay montones de iconos y estatuas olmecas, y las maquetas de las grandes ciudades mayas permiten hacerse una idea de cómo era la vida en esa época. Una visita no es suficiente, porque al deambular por las muchas salas prehispánicas queda claro que pocas colecciones del mundo pueden compararse con la del museo más visitado de México.
Museos Vaticanos Roma
Frescos famosos Una vez superadas las colas para conseguir audiencia con los frescos de Miguel Ángel, en la mítica Capilla Sixtina, ya puede uno pellizcarse; valía la pena. Este aluvión de colores e imágenes es el broche de oro a una visita a los Museos Vaticanos .
Este gigantesco complejo expositivo, que alberga más obras maestras que muchos países pequeños, está rematado por los frescos de las Estancias de Rafael y, más adelante, por la capilla en la que millones de personas contemplan cómo Dios da vida a Adán.
Galería de los Uffizi Florencia
Superestrella renacentista La colección de la Galería de los Uffizi , en Florencia, abarca toda la historia del arte, pero su alma está en los renacentistas; las obras de Botticelli no tienen parangón y merece estar en esa lista de cosas que hay que ver antes de morir.
Tan extraordinario como las pinturas de Miguel Ángel, Leonardo, Rafael, Tiziano o Caravaggio es el edifico, un colosal palacio junto al río Arno construido por la familia de los Médici, en el siglo XVI, y unido al Palazzo Pitti, en la otra orilla, por el enigmático Corredor Vasariano.
Museo Old & New Art Hobart Australia
Arte en el fin del mundo ¿En cuántos museos se pueden ver delfines jugando en el agua cuando nos aproximamos a bordo de una lancha? Uno de los centros de arte moderno más apreciados del mundo es el Museo Old & New Art (mona.net.au) de Hobart, la capital del estado australiano de Tasmania. Cuando el millonario jugador profesional David Walsh quiso regalar algo a la ciudad en la que creció, nadie fue capaz de prever lo que haría.
Primero construyó una bodega, Moorilla; luego una cervecería. Y diez años después encargó la construcción del Museum of Old and New Art MONA al arquitecto Nonda Katsalidis. Sus ingenieros excavaron y extrajeron 60.000 toneladas de tierra y Walsh llenó la caverna de objetos que había ido coleccionando a lo largo de los años. Desde puntas de flecha de la Edad de Piedra hasta monedas romanas e instalaciones de arte vanguardista, como 'Amarna', de James Turrell.
Metropolitan Museum of Art Nueva York
Arte y vanguardia La capacidad del museo Metropolitan de emocionar, desconectar e inspirar lo ha convertido en uno de los museos más populares del mundo. Seis millones de personas contemplan cada año sus colecciones de arte egipcio, pintura europea y americana, escultura.
Griega antigua, máscaras africanas y de Oceanía, así como armas medievales. Es un ente cultural autónomo y completo en sí mismo. El remate es el jardín de la azotea, con esculturas y unas espectaculares vistas de Central Park.
Museo Tate Modern Londres
Monolito de Arte Moderno Cinco millones de visitantes al año no pueden estar equivocados. La Tate Modern de Londres es la galería de arte contemporáneo más visitada del mundo. No solo por el arte, aunque la oferta sea considerable, con obras de Rothko, Matisse, Warhol, Pollock, Hirst…; también por la arquitectura industrial de edificio, de 200 metros de largo, una antigua central eléctrica construida en la década de 1940.
Quizá su ubicación contribuya, en la orilla meridional del Támesis. Y desde este año hay otra razón más para visitarla: la despampanante ampliación de 11 pisos en el lado sur The Switch House, proyectado por Herzog & De Meuron, que ha doblado el espacio expositivo. Hay que unirse a sus admiradores y decidir qué obras son las mejores.
Museo Ermitage San Petersburgo
El cofre del tesoro Entramos en uno de los museos más antiguos y completos del mundo, con una colección excepcional de obras de arte y maravillas arquitectónicas de inestimable valor. Fue encargado construir por la emperatriz Catalina la Grande, en 1764, para albergar su colección privada y actualmente reúne más de tres millones de piezas. Ubicado en el Palacio de Invierno, dorado y verde, se extiende por cinco edificios anexos junto al río todos imponentes.
De laberínticos salones y refinadas salas repletas de tesoros artísticos de todas las épocas, bajo el techo del museo se guardan desde antigüedades egipcias hasta instalaciones contemporáneas; obras de maestros antiguos, impresionistas y postimpresionistas; huevos de Fabergé y más iconos de valor incalculable de los que uno se pueda imaginar. No resulta difícil sentirse abrumado por la riqueza de este emblemático edificio de San Petersburgo, que se extiende lujosamente a lo largo de las riberas del río Neva. Se calcula que para llegar a ver todas las obras del Ermitage, dedicando apenas un minuto a cada una de ellas, se necesitarían 11 años. Planificar la visita permitirá evitarse el dolor de pies y, por supuesto, mantener la cordura.
Museo Louvre París
Un museo legendario Entre los miles de museos que hay en el mundo, hay algunos que ningún viajero deja de visitar. Como los 20 más solicitados, que forman parte del ránking de ‘Los 500 mejores lugares del mundo para viajar’ elaborado por los expertos viajeros de Lonely Planet. Es cierto que muchos de esos millones de turistas visitan cada año el museo del Louvre, el primero de la lista, en busca de la Mona Lisa, de Leonardo da Vinci, y la Venus de Milo.
Después, pasean sin rumbo por esta enorme pinacoteca repleta de maravillas artísticas alojada en un edificio del siglo XII que resulta casi tan interesante como las exposiciones que acoge. La pirámide de cristal, de Ieoh Ming Pei, fue muy criticada cuando se instaló, pero esa yuxtaposición de la arquitectura ultramoderna con el fondo histórico refleja la ecléctica selección de 35.000 obras de arte y antigüedades internacionales que pueden encontrarse dentro del Louvre
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