Música Banda Sonora de Mahatma Gandhi
La Vida y Biografía de Mahatma Gandhi 2-10-1869 - 30-1-1948
Mohandas Karamchand Gandhi, conocido como Mahatma Gandhi, nació el 2 de octubre de 1869 en Porbandar (Raj británico), en la actual India. Murió el 30 de enero de 1948 en Nueva Delhi. Gandhi fue un activista y abogado indio, conocido por luchar por los derechos de la población india. Sus métodos eran la resistencia pacífica y la no violencia.
En Sus Comienzos
Hijo de Karamchand Gandhi, primer ministro de Porbandar, y de Putlibai, Gandhi fue educado en el respeto y en la tolerancia. Tuvo dos hermanos y una hermana. El título de “Mahatma”, sobrenombre con el que se le conoce, se lo dio el poeta indio Tagore y quiere decir “alma grande”.De adolescente era un joven tímido que pasaba desapercibido. Con trece años contrajo matrimonio con una joven india de su misma edad, Kasturba Makharji, con quien tuvo cuatro hijos. Este enlace estuvo concertado desde que ambos eran niños. En los estudios, Mahatma tampoco destacaba. Consiguió aprobar el examen de admisión a la Universidad con mucho esfuerzo. Poco después, se mudó a Inglaterra para estudiar Derecho en Londres en 1888.Durante esos años, Gandhi se sumergió en la cultura occidental para entender cómo se percibía Oriente. Tras conseguir su título de abogado tres años después, Gandhi regresó a la India.
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A su vuelta todo cambió: su madre acababa de fallecer y su familia había perdido influencia. Además, su carrera como abogado no arrancó de la mejor manera. En pleno juicio, Gandhi no fue capaz de articular palabra delante del tribunal.
Etapa en Sudáfrica 1893-1915
En 1893, el joven Gandhi se trasladó a Durban (Sudáfrica), donde una empresa le contrató como abogado. Allí rápidamente se interesó por la situación de sus compatriotas indios. Pronto sintió la discriminación en su propia piel. Mientas viajaba en tren por Sudáfrica, varios sucesos hicieron aún más patente el racismo que se vivía en el país. Esto hizo que Gandhi empezara a preocuparse por la discriminación racial. Una vez terminado su contrato laboral, Gandhi se preparó para volver a India. Antes de su partida, se enteró de que se estaba redactando una ley que prohibiría votar a los ciudadanos indios. Entonces decidió aplazar su partida. En los primeros años de lucha por los derechos civiles de los indios en el país africano, Mahatma Gandhi fundó el Partido Indio del Congreso de Natal para poder reunir a toda la comunidad india. A través de esta formación, los indios comenzaron a manifestar sus primeras protestas en contra de la discriminación y la desigualdad. Poco después regresó a la India a buscar a su familia para que vivieran con él en Sudáfrica. A su vuelta a Sudáfrica, un grupo de radicales racistas lo atacaron. Sin embargo, fiel a sus principios pacifistas, él no respondió al ataque ni lo denunció. A partir de 1904, Gandhi cambió su forma de vida a una mucho más sencilla y en comunidad.
A partir de entonces, sus métodos de protesta fueron la no violencia y la resistencia pacífica. En 1906, en una protesta masiva en Johannesburgo, fue la primera vez en la que Gandhi adoptó esta postura, conocida como satyagraha. No fueron pocas las veces que Gandhi y multitud de ciudadanos indios fueron encarcelados y castigados. En 1913, tras protestar contra un injusto impuesto, las autoridades sudafricanas recularon y se consideró una gran victoria para el pueblo indio. Sin embargo, como se demostró más tarde, todos los logros que conquistó la comunidad india quedaron reducidos a la nada años después. No obstante, los años de lucha de Gandhi en este país, sirvieron como cimientos de lo que hizo en la India.
El regreso a la India
Su regreso a la India se produjo en 1915. La lucha por los derechos de la comunidad india en Sudáfrica se vio como un acto de heroísmo. Enseguida toda la India supo quien era Mahatma Gandhi. El Gandhi que volvió fue uno completamente distinto al que se fue. Abandonó la vestimenta occidental por la típica de su país. Con ello, adoptó las costumbres y estilo de vida tradicionales indios. Durante los primeros años de su regreso, Gandhi y su familia viajaron por toda la India. En febrero de 1919, se manifestó al lado de Gran Bretaña en la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, pronto pasó a liderar la oposición contra los británicos al conocer el proyecto de Ley Rowlatt.
La Ley Rowlatt negaba los derechos civiles a los indios. Conocedor de ello, Gandhi comenzó una serie de protestas durante estos años que llevaron a que las autoridades inglesas lo detuvieran. El 18 de marzo de 1922, Mahatma Gandhi fue condenado a seis años de cárcel. Fue puesto en libertad dos años más tarde, tras ser diagnosticado de apendicitis. A su salida de la cárcel, el Partido del Congreso se había dividido. Además, la unidad entre los hindúes y los musulmanes había desparecido. Ante esta situación, Gandhi se retiró de la política y vivió como un anacoreta, apartado del resto de la civilización. Tras nuevos episodios de discriminación racial, Gandhi interrumpió su retiro en 1927.
La Marcha de la Sal
El 12 de marzo de 1930, Gandhi puso en marcha una nueva campaña de desobediencia civil conocida como la Marcha de la sal. Esta campaña tuvo como objetivo declarar la independencia de la India de manera simbólica. Después de 24 días de peregrinación y más de 300 kilómetros a sus espaldas, Gandhi llegó a la localidad costera de Dandi. Allí, cogió agua salada con sus manos en un gesto de desafío al monopolio de la sal. Los indios tenían prohibido recolectarla ellos mismos y tenían que pagar un alto precio por ella. De esta manera, se sucedieron una serie de actos de desobediencia civil por toda la India en contra del gobierno británico y a favor de la independencia india. La campaña terminó con la negociación de Gandhi y del virrey británico donde se comprometía a legalizar la producción de sal. También se acordó liberar a los indios encarcelados durante las movilizaciones.
Independencia y el Asesinato
Mahatma Gandhi estuvo en prisión en varias ocasiones a lo largo de su vida por las protestas que dirigió. Además, son conocidas las huelgas de hambre del activista indio como una forma de desobediencia no violenta. La figura de Gandhi saltó de nuevo a la palestra tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Estaba en contra del conflicto bélico y volvió, con fuerza, a pedir la independencia de India del Imperio Británico. Por ello, fue encarcelado nuevamente. Con el fin de la Segunda Guerra Mundial llegó la independencia de la India en 1947. La India se dividió en hindúes (India) y musulmanes (Pakistán). Se produjo un enorme éxodo y una gran masacre en la que murieron cientos de miles de personas.
Gandhi intentó parar las masacres, aunque solo consiguió el odio de los radicales de ambos bandos. Tanto fue así que atentaron contra su vida en más de una ocasión. El 30 de enero de 1948, un joven radical hindú lo asaltó y lo abatió a tiros. El asesino y su cómplice fueron condenados a muerte y ejecutados en noviembre de 1949.Mahatma Gandhi, aunque no exento de polémicas, es el símbolo de la lucha no violenta que sirvió de inspiración a otros líderes como Martin Luther King y Nelson Mandela.
Biografía de Mahatma Gandhi
Aunque fue el artífice de la independencia de la India (1947), Mahatma Gandhi raramente es evocado por ese logro. En primer lugar, porque lo más inspirador de su figura no reside tanto en aquel fin como en los medios, es decir, en sus casi tres décadas de perseverancia en un activismo pacífico fundado en la no violencia y en la fuerza de las convicciones. Y en segundo lugar, porque sus metas siempre fueron mucho más amplias, y abarcaron la abolición de las castas, la justicia social, la transformación de las estructuras económicas y la concordia entre religiones, designios que convergían en el ideal de una profunda renovación ética y espiritual del ser humano. Hombre de austeridad inflexible y absoluta modestia, que se quejaba del título de Mahatma ('Gran Alma') que le había dado contra su voluntad el poeta Rabindranath Tagore, Mahatma Gandhi se cuenta entre los grandes personajes que, con su pensamiento y su acción, cuestionaron y llegaron a alterar el establishment político e ideológico del mundo en el siglo XX y se erigieron en referente de todo tipo de movilizaciones contra la injusticia; para calibrar su influencia basta recordar que fue el modelo inspirador de líderes y activistas como Martin Luther King o Nelson Mandela.
En un país en que la política era sinónimo de corrupción, Gandhi introdujo la ética en la vida pública a través de la palabra y el ejemplo. Vivió en una pobreza sin paliativos, jamás concedió prebendas a sus familiares y rechazó siempre el poder político, antes y después de la liberación de la India. Tal idiosincrasia ha convertido al apóstol de la no violencia en un caso único entre los revolucionarios de todos los tiempos, y en el más admirado (cuando no venerado) de los líderes espirituales modernos.
Mohandas Karamchand Gandhi nació el 2 de octubre de 1869 en la ciudad costera de Porbandar, situada en el extremo noroeste de la India, en la región de Gujarat. Tal región era entonces un mosaico de minúsculos principados, cuyos gobernantes tenían un poder absoluto sobre la vida de sus súbditos. Su padre, Karamchand Gandhi, era el primer ministro de Porbandar y pertenecía a la casta de los banias, mercaderes de proverbial astucia y habilidad en el comercio. Su madre, llamada Putlibai, procedía de la secta de los pranamis, quienes mezclaban el hinduismo con las enseñanzas del Corán.
La madre de Gandhi era una mujer profundamente religiosa y austera que dividía su tiempo entre el templo y el cuidado de los suyos, amén de practicar frecuentes ayunos. En la formación espiritual de Mohandas, que sentía un ilimitado amor por sus padres, concurrieron, además de la adoración a la diosa Visnú que profesaba la familia, una serie de culturas y credos amalgamados: el hindú, el musulmán y el jain. Este último tuvo especial influencia en su filosofía: los jainistas practicaban la no violencia no sólo con los animales y los seres humanos, sino incluso con las plantas, los microbios, el agua, el fuego y el viento.
Ejemplo típico de tardía genialidad, Gandhi fue un adolescente silencioso, retraído y nada brillante en los estudios, que pasó sin llamar la atención por las escuelas de Rajkot. A los trece años, siguiendo la costumbre hindú, lo casaron con una niña de su edad llamada Kasturbai, con quien estaba prometido desde los seis años sin saberlo. El joven esposo se enamoró apasionadamente de la muchacha, y por hacer el amor con ella abandonó el lecho de su padre moribundo la misma noche en que éste murió. El suceso dejó un sentimiento de culpa imborrable en Gandhi, que más tarde se declararía en contra del matrimonio entre niños y a favor de la continencia sexual.
Como sus calificaciones no mejoraron en el instituto, la familia decidió enviarlo a Londres para seguir los cursos de abogacía del Inner Temple, cuyas exigencias eran menores que las de las universidades indias. Con tanto miedo como excitación, el joven Gandhi se embarcó en Bombay en septiembre de 1888. Tenía diecinueve años y acababa de ser padre por primera vez. Antes de partir había prometido solemnemente a su madre no seguir la costumbre inglesa de comer carne, dado que el visnuismo lo prohibía. Varias veces en su adolescencia había transgredido tal norma, impulsado por un amigo que le aconsejaba la carne para parecerse en fortaleza a los ingleses.
En Londres vivió tres años (1888-1891), período en que se produjo uno de los hechos más determinantes de su vocación: el descubrimiento de Oriente a través de Occidente. En efecto, en la capital inglesa comenzó a frecuentar a los teósofos, quienes lo iniciaron en la lectura del primer clásico indio, el Bhagavad Gita, al que llegaría a considerar «el libro por excelencia para el conocimiento de la verdad». También allí entró en contacto con las enseñanzas de Jesucristo, y durante un tiempo se sintió tan atraído por la ética cristiana que dudó entre ésta y el hinduismo.
De esa época son sus intentos de sintetizar los preceptos del budismo, el cristianismo, el islam y su religión natal a través de lo que señaló como el principio unificador de todos ellos: la idea de renunciación. En estos años decisivos para su formación intelectual leyó a León Tolstói, en quien más tarde encontraría el guía para el perfeccionamiento de la práctica y la teoría de la no violencia. Y cuando regresó a la India con el título de abogado, lo hizo con sus señas de identidad orientales: había ido en busca de la sabiduría occidental y retornaba con el secreto que había hecho sabios a los hindúes.
En Sudáfrica (1893-1915)
Al volver a Porbandar encontró a su familia desintegrada: la madre había muerto poco antes y los Gandhi habían perdido toda influencia en la corte principesca. Como abogado no halló muchas perspectivas, ya que su primera actuación profesional terminó en un humillante fracaso, pues enmudeció al dirigirse al tribunal y no pudo continuar. Fue entonces cuando una factoría comercial musulmana le ofreció un contrato para atender un caso de la empresa en la ciudad sudafricana de Durban, y Gandhi no dejó pasar la oportunidad: en 1893 embarcó hacia Sudáfrica.
En el país de los antiguos colonos holandeses vivía una colonia hindú formada en su mayoría por trabajadores, a quienes los ingleses llamaban despectivamente sami. Carecían de todo derecho y se les despreciaba y discriminaba racialmente, como pudo comprobar en carne propia el joven abogado durante algunos de sus viajes en ferrocarril. Pero la situación era más grave aún de lo que parecía. Terminado su trabajo, Gandhi estaba a punto de regresar a la India cuando se enteró de la existencia de un proyecto de ley para retirar el derecho de sufragio a los hindúes. Decidió entonces aplazar la partida un mes para organizar la resistencia de sus compatriotas, y el mes se convirtió en veintidós años.
Durante esa larga etapa de su vida, su mayor preocupación fue la liberación de la comunidad india, y en ella fue dando forma a las armas de lucha que más tarde utilizaría en su país. En los primeros años, convencido de las buenas intenciones del colonialismo británico, abrió un bufete para defender a sus compatriotas ante los tribunales en Johannesburgo y se propuso articular un movimiento dedicado a la agitación por medios legales. Fundó el periódico "The Indian Opinion" para aglutinar a la comunidad india y, como instrumento de agitación legal, creó el Congreso Indio de Natal. Sus simpatías anglófilas le llevaron durante la guerra contra los bóers a organizar el Cuerpo Indio de Ambulancias, acción que mereció duras críticas por parte de los nacionalistas indios.
A partir de 1904, la actividad de Gandhi sufrió un cambio notable: después de leer la crítica del capitalismo contenida en Unto This Last, de John Ruskin, modificó su estilo de vida y pasó a llevar una sencilla existencia comunitaria en las afueras de Johannesburgo, donde fundó una comuna llamada Tolstói. En esa época bosquejó la teoría del activismo no violento, que puso en marcha por primera vez para oponerse a la ley de registro. Esta ley obligaba a todos los indios a inscribirse en un registro especial con sus huellas dactilares. Gandhi ordenó a sus compatriotas que no se inscribieran, que comerciaran en las calles sin licencia y, más tarde, que quemaran sus tarjetas de registro frente a la mezquita de Johannesburgo. Como muchos de sus seguidores, fue a parar a la cárcel varias veces, pero el movimiento de resistencia civil obtuvo varios éxitos parciales.
En 1913, la protesta contra un impuesto considerado injusto se tradujo en una marcha a través del Transvaal, hasta Natal. Al año siguiente las autoridades británicas dieron marcha atrás con dicho impuesto y autorizaron a los asiáticos a residir en Natal como trabajadores libres. La victoria parecía total, y Gandhi, que había abandonado las vestimentas europeas en señal de protesta, partió definitivamente de Sudáfrica con su mujer y sus hijos. A largo plazo, todos los logros de la comunidad india se perdieron, y las autoridades de aquel país endurecieron aún más su política racista; pero Sudáfrica había sido el banco de pruebas donde Gandhi desarrolló y ensayó las tácticas que más tarde habría de utilizar en su tierra natal.
El apóstol de la no violencia
Precedido por la aureola de sus exitosas campañas en el extranjero, Gandhi llegó a la India en 1915 y fue recibido como un verdadero héroe. Las masas de Bombay le tributaron un caluroso recibimiento, el gobernador inglés acudió a saludarlo y el poeta Rabindranath Tagore le dio la bienvenida en su Universidad Libre de Santiniketan. A poco de llegar, fundó en la ciudad de Ahmedabad una comunidad casi monástica en la que estaban prohibidas las vestimentas extranjeras, las comidas con especias y la propiedad privada. Sus miembros se dedicaban únicamente a dos trabajos materiales: la agricultura, para obtener el sustento, y el tejido a mano, para procurarse el abrigo. Allí dio comienzo a una lucha que Gandhi habría de sostener durante toda su vida: la batalla contra las lacras del hinduismo y a favor de los intocables. El primer paso fue admitirlos como miembros de la comunidad.
En esos primeros años, Gandhi abandonó toda agitación política a fin de apoyar los esfuerzos bélicos de Gran Bretaña en la Primera Guerra Mundial, llegando incluso al reclutamiento de soldados para el ejército inglés. Su entrada en la política india no se produjo hasta febrero de 1919, cuando la aprobación de la Ley Rowlatt, que establecía la censura y señalaba duras penas para cualquier sospechoso de terrorismo o sedición, le abrió los ojos acerca de las verdaderas intenciones de los imperialistas ingleses en la India.
Gandhi pasó entonces a encabezar la oposición a la ley. Organizó una campaña de propaganda a nivel nacional mediante la no violencia, que comenzó con una huelga general. Ésta pronto se extendió a todo el país y las protestas se sucedieron en las principales ciudades, donde se registraron algunos focos de violencia pese a la insistencia del líder en el carácter pacífico de las manifestaciones. Cuando acudía a Delhi a apaciguar la población, Gandhi fue detenido. Días después, el 13 de abril de 1919, el brigadier general Dyer ordenaba disparar a sus gurkas sobre la multitud reunida en el Jallianwala Bagh de la ciudad de Amritsar. La dominación inglesa había mostrado su verdadero rostro sanguinario y brutal: casi cuatrocientas personas fueron asesinadas y otras miles heridas. Pero las autoridades británicas se vieron obligadas a reconsiderar sus tácticas y la Ley Rowlatt jamás entró en vigor.
Gandhi
En los años siguientes a la masacre de Amritsar, Gandhi se convirtió en el líder nacionalista indiscutido, alcanzando la presidencia del Congreso Nacional Indio (también llamado Partido del Congreso, fundado por Alan Octavius Hume en 1885), que Gandhi supo convertir en un instrumento efectivo en pro de la independencia: de una agrupación de las clases medias urbanas, pasó a ser una organización de masas enraizada en los pueblos y en el campesinado. Se pusieron en marcha las grandes campañas de desobediencia civil, que iban desde la negativa masiva a pagar impuestos hasta el boicot a las autoridades. Miles de indios llenaron las cárceles y el mismo Gandhi fue detenido en marzo de 1922. Diez días más tarde comenzaba «el Gran Juicio», en que el Mahatma se declaró culpable y consideró la sentencia a seis años de prisión como un honor, con lo que la sesión terminó con una reverencia mutua entre juez y acusado.
Cuando salió de la cárcel (una apendicitis hizo que las autoridades coloniales lo liberaran en 1924), encontró que el panorama político se había modificado en su ausencia: el Partido del Congreso se había dividido en dos facciones y la unidad entre hindúes y musulmanes, conseguida con el movimiento de desobediencia civil, había desaparecido. Gandhi decidió entonces retirarse de la política para vivir como un anacoreta, en absoluta pobreza y buscando el silencio como fuerza regenerativa. Retirado en su Ashram, se convirtió en esos años en el jefe espiritual de la India, en el dirigente religioso de fama internacional que muchos occidentales en busca de la paz espiritual trataban como un gurú. Por aquellos años escribió por entregas una imprescindible autobiografía titulada Historia de mis experiencias con la verdad, cuya versión inglesa apareció publicada en 1927.
La marcha de la sal
Su retiro finalizó de manera brusca en 1927, cuando el gobierno británico nombró una comisión encargada de la reforma de la Constitución en la que no participaba ningún nativo. A la cabeza de la lucha política, Gandhi consiguió que todos los partidos del país hicieran el boicot a dicha comisión. Poco después, la huelga de Bardoli, en apoyo a la negativa a pagar impuestos, terminaba en un éxito total. La victoria del movimiento animó al Congreso Nacional Indio a declarar la independencia de la India el 26 de enero de 1930, y se encargó al Mahatma la dirección de la campaña de no violencia para apoyar la resolución.
Gandhi eligió como objetivo de la misma el monopolio de la sal, que afectaba particularmente a los pobres, y partió de Sabartami el 12 de marzo con setenta y nueve voluntarios con rumbo a Dandi, población costera distante 385 kilómetros. El pequeño movimiento se extendió como las olas de un estanque hasta alcanzar toda la India: los campesinos sembraban de ramas verdes los caminos por donde pasaría ese hombre pequeño y semidesnudo, con un bastón de bambú, camino del mar y al frente de un enorme ejército pacífico.
Gandhi en la marcha de la sal (1930)
El día del aniversario de la masacre de Amritsar, Gandhi llegó a orillas del mar y cogió un puñado de sal, rompiendo simbólicamente el monopolio. Desde ese momento la desobediencia civil fue imparable: diputados y funcionarios locales dimitieron, los prohombres locales abandonaron sus puestos, los soldados del ejército indio se negaron a disparar sobre los manifestantes y las mujeres se adhirieron al movimiento, mientras los seguidores de Gandhi invadían pacíficamente las fábricas de sal.
La campaña terminó con un pacto de compromiso entre Gandhi y el virrey de su majestad británica, en virtud del cual se legalizaba la producción de sal y se liberaban los cerca de cien mil presos detenidos durante las movilizaciones. Por otra parte, Gandhi fue enviado a Londres para participar en la conferencia que discutía los pasos a seguir para establecer un gobierno constitucional en la India (1931). La presencia del Mahatma en Inglaterra, al margen de la gran acogida popular que le dispensaron los barrios londinenses, no supuso avances favorables para la causa, y al regresar a su país se encontró con que Jawaharlal Nehru y otros líderes del Congreso Nacional Indio se hallaban una vez más en prisión.
Varias veces en su vida recurrió Gandhi a los ayunos como medio de presión contra el poder, como forma de lucha espectacular y dramática para detener la violencia o llamar la atención de las masas. La falta de humanidad del sistema de castas, que condenaba a los parias a la absoluta indigencia y ostracismo, hizo que Gandhi convirtiera la abolición de la intocabilidad en una meta fundamental de sus esfuerzos. Y desde la prisión de Yervada, donde había sido confinado nuevamente, realizó en 1932 un «ayuno hasta la muerte» en contra de la celebración de elecciones separadas de hindúes y parias. Ello obligó a todos los líderes políticos a acudir junto a su lecho de prisionero para firmar un pacto con el consentimiento inglés.
Con la activista Maniben Patel (1931)
La labor de «pedagogía popular» para curar a la sociedad hindú de sus llagas no terminó aquí. Distanciado desde 1934 del Partido del Congreso por la decepción que le provocaban las maniobras de los políticos, se dedicó a visitar pueblos lejanos, insistiendo en la educación popular, en la prohibición del alcohol, en la liberación espiritual del hombre.
La independencia de la India
El estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) fue el motivo de que Gandhi, una vez más, retornara al primer plano político. Su oposición al conflicto bélico era absoluta y no compartía la opinión de Jawaharlal Nehru y otros líderes del Congreso, proclives a apoyar la lucha contra el fascismo. Pero la decisión del virrey de incorporar el subcontinente a los preparativos bélicos de Gran Bretaña sin consultar con los políticos locales clarificó las aguas, provocando la dimisión en masa de los ministros pertenecientes al Congreso Nacional Indio.
Tras la toma de Rangún por los japoneses, Gandhi exigió la completa independencia de la India, para que el país pudiera tomar libremente sus decisiones. Al día siguiente, el 9 de agosto de 1942, era arrestado junto a otros miembros del Partido del Congreso, lo que produjo una sublevación en masa de los nativos, seguida por una serie de revueltas violentas en todo el territorio indio. Ésta fue la última prisión del Mahatma y quizá la más dolorosa, porque desde su presidio en Poona se enteró de la muerte de su mujer, Kasturbai. Era ya un anciano frágil y debilitado cuando salió en libertad en el año 1944.
Nehru y Gandhi (Bombay, 1946)
Finalizada la guerra, y tras la subida al poder de los laboristas en Inglaterra, Gandhi desempeñó un rol fundamental en las negociaciones que llevaron a la liberación. Sin embargo, su postura opuesta a la partición del subcontinente nada pudo contra la determinación del líder de la Liga Musulmana, Mohammed Alí Jinnah, defensor de la separación del Pakistán. Dolido por lo que consideró una traición, en 1946 el Mahatma vio con horror cómo los antiguos fantasmas indios resurgían durante la celebración del nombramiento de Jawaharlal Nehru como primer jefe de gobierno, que fue pretexto de violentos disturbios motivados por la pugna entre hindúes y musulmanes.
Gandhi se trasladó a Noakhali, donde habían comenzado los enfrentamientos, y caminó de pueblo en pueblo, descalzo, tratando de detener las masacres que acompañaron a la partición en Bengala, Calcuta, Bihar, Cachemira y Delhi. Pero sus esfuerzos sólo sirvieron para acrecentar el odio que sentían por él los fanáticos extremistas de ambos pueblos: los hindúes atentaron contra su vida en Calcuta y los musulmanes hicieron lo propio en Noakhali. Durante sus últimos días en Delhi llevó a cabo un ayuno para reconciliar a las dos comunidades, lo cual afectó gravemente su salud. Aun así, apareció de nuevo en público unos días antes de su muerte.
El 30 de enero de 1948, cuando al anochecer se dirigía a la plegaria comunitaria, fue alcanzado por las balas de un joven hindú. Tal como lo había predicho a su nieta, murió como un verdadero Mahatma, con la palabra Rama ('Dios') en sus labios. Como dijo Einstein, «quizá las generaciones venideras duden alguna vez de que un hombre semejante fuese una realidad de carne y hueso en este mundo».
La Pelicula de Mahatma Gandhi 1982
Mahatma Gandhi había dicho que el mayor arrepentimiento de su vida eran las dos personas a las que nunca pudo convencer: Mohammad Ali Jinnah, quien fundó Pakistán y su propio hijo Harilal Gandhi. Una exploración de la problemática relación de Gandhi con su hijo mayor Harilal, Gandhi My Father (2007) fue una producción casera bastante inusual para que el actor Anil Kapoor asumiera como productor.
Kapoor buscaba internacionalizarse, pero la película colapsó en la taquilla. Darshan Jariwala interpretó a Gandhi, mientras que Akshaye Khanna se puso en el lugar de Harilal, pero la tensión y el drama en su relación simplemente no crepitaron en la pantalla. Pero eso no quita el hecho de que la película valientemente intentó volver a contar una historia no contada de la vida de Bapu. El popular crítico de cine Rajeev Masand culpó directamente al director Feroz Abbas Khan por hacer de Gandhi My Father una "aburrida lección de historia que te pone a dormir en la escuela". ¡Ay!
La película de Shyam Benegal de 1996 The Making of the Mahatma (1996) se centró principalmente en los primeros años de vida de Gandhi: sus 21 años en Sudáfrica. La película se basó en el libro de Fatima Meer El aprendizaje de un Mahatma. Esta fue la primera película importante sobre Mahatma Gandhi desde Gandhi, la película ganadora del Oscar de Richard Attenborough ; las comparaciones serían inevitables. Pero como dijo Benegal en una entrevista posterior, no estaba preocupado: “Mi película, en cierto modo, fue la primera parte de su película. Su película trataba de Gandhi como Mahatma. El mío era sobre Gandhi, que estaba a punto de convertirse en Mahatma”.
El favorito de Benegal, Rajit Kapur, interpretó aquí a Mohandas Karamchand Gandhi, mientras que Pallavi Joshi asumió el papel de Kasturba. The Making of the Mahatma obtuvo dos premios nacionales: Mejor película en inglés y Mejor actor para Rajit. hola ram.
Quizás la película más compleja con Gandhi como parte de su narrativa, ¡Hey! de Kamal Haasan. Ram (2000) tiene que ser visto y leído entre líneas. La historia básica gira en torno a Saket Ram (Kamal Haasan), que se convierte en un militante hindú después de que su esposa es violada y asesinada en grupo en Kolkata en los disturbios justo antes de la Partición. La mente inquieta de Saket está convencida por el ideólogo hindú fundamentalista Abhyankar de que los hindúes están en guerra contra los musulmanes y Gandhi. Saket es elegido para matar a Gandhi, pero cambia de opinión hacia el final de la película. Naseeruddin Shah viste el característico khadi de Gandhi para esta película dirigida por el propio Kamal Haasan. Lage Raho Munna Bhai
Posiblemente la película más entrañable y memorable con Gandhi en el centro de toda la acción. Lage Raho Munnabhai (2006) de Rajkumar Hirani reintrodujo los principios de Gandhi en toda una nueva generación denominada Gandhigiri. Los creadores sirvieron ahimsa, satyagraha, no cooperación, humildad, honestidad: Bollywood ka tadka laga ke y vendió. Sanjay Dutt repitió su papel como el gángster Munna
(después de Munna Bhai MBBS ) que ve el espíritu de Gandhi y se ve impulsado a seguir las enseñanzas de Bapu. El destacado actor marathi Dilip Prabhavalkar interpretó al Padre de la Nación en este éxito de taquilla de 2006. Un éxito comercial y de crítica, Lage Raho Munna Bhai no solo ganó 4 premios nacionales, sino que también se convirtió en la primera película hindi que se proyectó en las Naciones Unidas. La grandeza de Mohandas Karamchand Gandhi fue hábilmente plasmada en estas letras: ¡Bande Mein Tha Dum, Vande Matram! gandhi
En 1983, en la 55ª edición de los Premios de la Academia, el brillante drama de ciencia ficción y fantasía ET de Steven Spielberg perdió frente a una película que tenía sus raíces en la realidad: Gandhi (1982) de Richard Attenborough. Nominada a 11 premios, la película biográfica arrasó en los Oscar ese año con 8 victorias, entre ellas: Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor para Ben Kingsle
Al comparar la película con clásicos como Lawrence de Arabia y Doctor Zhivago, el difunto Roger Ebert describió a Gandhi como “el tipo de película épica rara que abarca décadas, que utiliza el elenco proverbial de miles y, sin embargo, sigue un hilo humano de principio a fin”. final: Gandhi no está más abrumado por el alcance de su producción de lo que estaba Gandhi abrumado por toda la gloria del Imperio Británico”. Recuerdo haber visto la película cuando era niño, y décadas después, Ben Kingsley todavía permanece grabado en mi mente como Mohandas Karamchand Gandhi, incluso más que el verdadero Bapu. Este no se lo puede perder.