miércoles, 29 de mayo de 2019

Las Cuevas del Cerro del Águila en Ávila




Las Cuevas del Cerro del Águila en Ávila 


Las Grutas del Águila son unas de las maravillas de la naturaleza ubicadas en las profundidades de las tierras de la provincia de Ávila. Disfruta de un panorama excepcional,  de estas grutas llenas de estalactitas y estalagmitas muy antiguas que os dejarán a ti y a tu familia de piedra. El recorrido es de aproximadamente 1 km, así que es recomendable llevar una chaqueta por la cantidad de humedad de las grutas. 

Lo mejor es ir con tiempo y preparar un plan completo. Uno de los lugares cercanos a visitar son las Arenas de San Pedro, un pueblo precioso con tiendas, hoteles y restaurantes. El Castillo de la Triste Condesa y el Palacio del Infante Don Luis de Borbón, hermano de Carlos III, y el Convento de San Pedro de Alcántara, en un paraje natural espectacular, además, a las afueras del pueblo, hay un precioso puente medieval de piedra sobre el río.



Poyales del Hoyo es un pueblecito de poco más de 3 km cuadrados donde se puede visitar el Museo de las Abejas del Valle, el Museo del Juguete Gigantea, la Iglesia parroquial del siglo XV y un montón de rutas para realizar con la familia e incluso hacer picnics.
Si tenéis pensado comer por la zona, pero no sabéis exactamente dónde, podéis entrar en este enlace para ver una selección de restaurantes de la zona con opiniones de los visitantes.
Os recomendamos entrar en la web de Turismo de la Diputación de Ávila para investigar un poquito más las opciones que tenéis.


 Cuevas del Águila
y descubre un mundo oculto
Las cuevas se encuentran enclavadas en el pequeño Cerro de Romperropas, también conocido como Cerro del Águila, que da nombre a las cuevas. La roca caliza permanece oculta por el bosque de encinas que decora el cerro, por eso sorprende aún más el paisaje subterráneo que vamos a encontrar.
La visita a las cuevas se realiza a pie, por ello es aconsejable llevar calzado apropiado debido al alto grado de humedad. A la entrada se encuentran unos paneles de interpretación con información complementaria para la visita.
Un vigilante/guía acompaña a los visitantes por este fascinante mundo subterráneo aportando información sobre el descubrimiento, la formación y la singularidad de esta sorprendente cavidad kárstica, única en el centro de la Península Ibérica.

         

Historia 
Descubrimiento
Su descubrimiento se produjo accidentalmente en la tarde del 24 de diciembre de 1963 cuando cinco chavales que merodeaban por el Cerro de Romperropas o Cerro del Águila, se sorprendieron al observar que salía vapor por un agujero. El vapor de agua se producía por la diferencia de temperatura en el interior, unos 17ºC, y el frío del exterior.
Con la ayuda de cuerdas y linternas los chicos se aventuraron a entrar por lo que parecía una gatera de apenas 60 cm de diámetro. Descendieron durante un rato y recorrieron unos 50 o 60 metros gateando hasta llegar a la gran bóveda principal. Después, estuvieron perdidos en el interior de las cuevas durante casi cinco horas, hasta que lograron encontrar de nuevo el agujero por donde habían entrado.
Luego vino todo lo demás, dar la noticia del gran acontecimiento a las autoridades, dueños de la finca, expertos, etc. Tras duros trabajos de acondicionamiento y desde el 18 de julio de 1964 las Cuevas del Águila están abiertas al público todos los días del año.

HACE MILES DE AÑOS
En algún momento hace miles de años, el suelo cedió unos centímetros, lo que ocasionó la rotura de numerosas columnas, muchas de las cuales presentan un separación plana entre los dos trozos a media altura.
MÁS DE 500 MILLONES DE AÑOS
La formación de cuevas se compone de calizas Paleozoicas atribuidas al Cámbrico inferior. ¿Qué significa esto? Que se formaron hace 500 o 540 millones de años. Imagínate, se formaron cuando invertebrados como los Trilobites eran las especies dominantes en la tierra.


MORFOLOGÍA
Una cueva consiste en una cavidad kárstica formada mediante procesos geológicos milenarios, tales como filtraciones de agua de lluvia y corrientes subterráneas. La cueva dejó de funcionar como conducción subterránea y, desde entonces, mediante la lentísima filtración de aguas superficiales cargada de CO2 que disuelven el carbonato cálcico, crean formaciones de estalactitas, estalagmitas, gours, coladas, excéntricas, entre otros tipos de espeleotemas. Se estima que un espeleotema crece aproximadamente un centímetro cada 150 años.
Las cuevas del Águila, el hallazgo milenario abulense
Con 14 millones de años de antigüedad, sus estalactitas y estalagmitas son resultado de la filtración de cal y hierro por la roca caliza.
Las cuevas del Águila tienen una temperatura constante durante todo el año, en torno a 18 °C y cerca del 95% de humedad | Alba Felipe
Hace 50 años, cinco jóvenes cambiaron la tradicional cena de Nochebuena por una experiencia algo más aventurera, un paseo nocturno por el cerro de Romperropas. No se trata del comienzo de una de las aventuras escritas por Enid Bliton, cuyos cinco protagonistas daban nombre a la saga Los Cinco, sino de una historia real abulense.


El 24 de diciembre de 1963, cuatro hermanos y un amigo curioseaban por el cerro de Romperropas, cuando se toparon con una columna de vaho que salía de un agujero del suelo. Sin dudarlo ni un segundo, se adentraron por ese orificio de aproximadamente 60 centímetros de ancho y se arrastraron reptando unos 50 metros hasta llegar a una gruta. Estuvieron perdidos casi 5 horas con la única compañía de unos candiles. Aunque, muy a su pesar, no dieron con algún tesoro oculto propio de las fábulas piratescas, descubrieron un hallazgo mucho más espectacular, unas galerías inmensas repletas de formaciones rocosas que tras ser admiradas unos instantes siempre causan el mismo efecto, dar rienda suelta a la imaginación.
No obstante, no nos cabe la menor duda de que esta historia tiene que sonar mucho más emocionante contada por sus protagonistas, de modo que si te animas, decirte que aún viven y puedes encontrarlos en Arenas de San Pedro, un pueblo cercano.
Son muchos los visitantes que coinciden en los parecidos de algunas formaciones. Esta, por ejemplo, ha sido bautizada como ‘La Mazorca’ | Alba Felipe


Las cuevas del Águila están ubicadas en Ramacastañas, un pueblo de Ávila situado en pleno valle del Tiétar conocido como «la Andalucía de Ávila», por tener las temperaturas más altas de toda la provincia y a solo 9 kilómetros de Arenas de San Pedro. El cerro donde se encuentra pertenece a la sierra del Águila, lugar que daría nombre a la cueva.
Esta gruta, de 10.000 metros cuadrados, se ha formado por las filtraciones del agua de lluvia y sales minerales que arrastraba a través de la roca caliza, dando lugar a espectaculares estalactitas, estalagmitas y gours que cumplen ya 14 millones de años y que no paran de crecer. La cal filtrada da una tonalidad blanquecina a las formaciones, el hierro, un color amarillento, el magnesio las tiñe de gris y negro, y la arcilla y el barro, de un tono rojizo.
Las formaciones gotean, por lo que ver charcos es algo común. De hecho, encontramos una «fuente de los deseos» en la que los visitantes lanzan monedas con la esperanza de ver cumplidas sus peticiones.
Detalle de algunas de las numerosas y espectaculares estalactitas y estalagmitas que visten las grutas del Águila | Alba Felipe
Si le echas un poco de imaginación, podrás ver en muchos de ellos curiosas formas, como la Virgen del Pilar, una mano o una cabeza de toro, que el guía te irá enseñando a medida que avances en la visita. Además, podremos observar que algunas formaciones se han partido, con motivo de movimientos sísmicos que se produjeron en el pasado.


DÓNDE ESTÁN? ¿QUÉ SON?
Las Cuevas o Grutas del Águila están en Ramacastañas, en la provincia de Ávila, a 9 km de Arenas de San Pedro, en el Valle del Tietar, al sur de la Sierra de Gredos.
Las Cuevas son una cavidad kárstica originada por diferentes procesos geológicos como corrientes de aguas subterráneas o filtraciones de agua de lluvia. La formación de estalacticas y estalagmitas se sigue llevando a cabo por la humedad de la cueva

CUÁNDO Y CÓMO SE DESCUBRIERON?
Las Cuevas o Grutas del Águila se descubrieron el día de nochebuena. Cuatro hermanos y un amigo perseguían un conejo en el cerro de Romperropas. Observaron como de un agujero salía vaho y humo. Y no se acobardaron. Entraron por el agujero, llegaron hasta una gran sala, se perdieron y, varias horas después, encontraron una salida.
Las estalactitas crecen un centímetro cada 150 años. Piénsalo detenidamente. Un centímetro cada 150 años. Podrías estar toda tu vida observando una estalactita y no la habrías visto crecer ni tan siquiera un centímetro.
Y algunas de estas estructuras miden varios metros.
Los propios descubridores enseñaron las cuevas a la gente hasta que se jubilaron hace no mucho tiempo. Aquellos chavales que iban detrás de un conejo, encontraron trabajo de una forma, realmente, curiosa.
QUÉ TIEMPO TIENEN?
Qué pueden tener 3, 15 o 50 millones de años. No me cabe en la imaginación un millón de años y, mucho menos, 15 o 50. Sólo consigo marearme cuando pienso en esas cifras.
La iluminación es fantástica. Tenue, moderada, pero, estratégicamente, ubicada. Resalta las formas y les da volumen y personalidad.


Historia de Ávila 

Ávila, con acento en la Á es la forma correcta de escribir su nombre en español. Puede haber sido la antigua ciudad conocida como Abula, mencionado por Ptolomeo en su Geographia II 6, 60 que se encuentra en la región de Bastetania Ibérica. 
Abula se menciona como una de las primeras ciudades en Hispania que fue cristianizada, concretamente por San Segundo. Sin embargo, Ávila puede haber sido la antigua Obila, mientras que Abula puede haber sido el pueblo de Abla.
Prehistoria y romanos


Monumento conocido como "Los Cuatro Postes" 
Restos romanos junto a la Puerta de San Vicente.El nombre de la ciudad viene de los distintos pueblos y tribus que han vivido a lo largo de milenios en la provincia. Los primeros fueron los vetones, que la llamaron Óbila (monte alto), siendo uno de los castros más importantes de esta tribu, junto con Sanchorreja, Berrueco, Mesa de Miranda, Las Cogotas, El Raso y Ulaca. Los vetones dejaron vestigios por toda la geografía de la provincia de Ávila, especialmente en forma de verracos. Más tarde la poblaron los romanos, dándole el nombre de Abila o Abela. Los romanos dejaron también su marca en la ciudad, que consistía por entonces en el actual casco viejo, la parte rodeada por las murallas. Calzadas, mosaicos o la plaza del Mercado Grande, o El Grande, son parte de los vestigios romanos que quedan.


El interior de la ciudad aún mantiene el trazado típico de las ciudades romanas tipo hiberna (castros estables), de contorno rectangular, con dos calles principales (cardo y decumano) que se cortan ortogonalmente en el centro donde estaba el foro. Actualmente este trazado aparece sólo parcialmente modificado, reconociéndose fácilmente antiguas entradas romanas en las puertas de San Vicente y Gonzalo Dávila, donde los cubos defensivos originales fueron conglobados en la muralla medieval. También se mantienen las manzanas cuadrilongas recuerdo de las insulae romanas. El Cardo máximo corresponde a la actual Calle de Vallespín; mientras que el Decumano máximo lo constituirían la Calle de los Caballeros y la Calle de Bracamonte. Todas ellas confluyen en el «Mercado Chico» que fue el antiguo foro. Por su parte, la necrópolis romana estaba al este, más allá de la Calle de San Segundo, de modo que en toda esa parte de la muralla se pueden observar piezas funerarias reaprovechadas como materiales de construcción: estelas, aras, cipos, «verraquitos» y cápsulas cinerarias de granito, incrustados en los lienzos del muro oriental.
Aparte de los restos arquitectónicos, hay numerosos restos cerámicos, monedas y otros objetos arqueológicos representativos de la vida cotidiana en la Antigüedad.


Visigodos
Los primeros asentamientos visigodos en la península se consideraban geográficamente muy cerrados. Según Palol y sus estudios, los asentamientos visigodos en España comprenden las ciudades de Burgos, Soria, Guadalajara, Toledo, Ávila, Cáceres, Madrid y Palencia, lo que induce a pensar que la elección de estos asentamientos es estratégica. Aunque su ubicación concreta no está determinado en la ciudad de Ávila se sabe que fue una de las plazas fuertes de la época visigoda. Durante los siglos VI y VII no hubo conflictos en la ciudad.
Los visigodos utilizaban la tierra para cultivos de cereal y ganadería, según las pizarras encontradas sobre todo en el municipio de Diego Álvaro. La importancia de Ávila en este periodo se debe a un carácter religioso según la documentación que detalla la intervención de los prelados de Abela en los concilios toledanos.
Arqueología
Corrobora el devenir visigodo en Ávila el templo de Santa María de la Antigua. Las crónicas registran que este monasterio fue fundado antes del año 687, siendo monasterio mixto (para ambos sexos) hasta la llegada de los árabes. Su importancia era tal que se cita como el lugar donde murió Santa Leocadia, hija del Rey Wamba. En esta iglesia estaría enterrado también el duque Severiano, un noble visigodo.


Edad Media
Invasión musulmana
No se puede precisar por falta de datos las circunstancias y vicisitudes durante la etapa de dominación musulmana ni tampoco concretar la relación social, económica, cultural, política y religiosa que pudieran tener esta creencia en Ávila. Lo único que parece seguro es que durante los primeros años de la invasión musulmana la ciudad se convirtió en un punto estratégico, siempre deseada por árabes y cristianos como enclave defensivo, y los enfrentamientos por su posesión fueron permanentes. Hubo incursiones de los reyes cristianos en la ciudad después de la ocupación musulmana pero no llegaron a asentarse. Alfonso I y su hijo Fruela llevaron a cabo varias expediciones llegando a entrar en la ciudad (740-742) sin ánimo de permanecer, más bien con intención de destruir las defensas, recaudar botín y a la vez, aprovechando que los pobladores cristianos de la ciudad seguían al rey en su repliegue, obtenían pobladores para las tierras ocupadas y guerreros para la defensa de los reinos cristianos.
Tras estas incursiones, se suceden en Ávila tres siglos de los que se conocen pocos aconteceres. Ávila, como otras poblaciones de la meseta, debido a que queda en tierra de nadie, sujeta a las sucesivas expediciones de unos y otros, con la consiguiente destrucción de campos y poblaciones, quedó prácticamente despoblada. Desde el siglo VIII estas zonas o ciudades pueden considerarse dentro del llamado "desierto estratégico" en el que hubo un fuerte despoblamiento, convirtiéndose a su vez en tierra de nadie y siendo escenario de las correrías de ambas fuerzas.


Reconquista
Flanco noroeste de las Murallas de Ávila. En el siglo XI Don Raimundo de Borgoña, yerno de Alfonso VI de Castilla fue el encargado de la repoblación del centro de la península, y con el fin de proteger Toledo surgen las ciudades amuralladas de Salamanca, Ávila y Segovia. Más tarde la repoblación de la península se va llevando más al sur dejando a Ávila en un segundo plano casi sin relevancia en la época, aunque envía procuradores a las Cortes castellanas.
En la baja Edad Media siglo XV y XVI la ciudad vuelve a renacer gracias a las idas y venidas de la corte. La ciudad y la provincia prosperaron enormemente y fueron el lugar de nacimiento de numerosos personajes religiosos, escritores y consejeros espirituales como Santa Teresa de Cepeda y Ahumada en la capital y San Juan de la Cruz en la provincia Fontiveros.
Guerras Civiles castellanas
Durante la guerra civil castellana fue sede de los partidarios del infante Alonso. Su concejo fue uno de los principales organizadores de la Guerra de las Comunidades y en ella se formó la primera junta de los comuneros.


A partir del siglo XVII la ciudad empieza una larga decadencia y una despoblación que la dejó con apenas 4.000 habitantes, empezando una lenta recuperación en el siglo XIX, con la construcción del ferrocarril.
El siglo XX 
El proceso de desarrollo e intensa urbanización que se inicia en el siglo XX han conducido a la ciudad a un segundo plano de la realidad española. Las primeras décadas del siglo han mostrado asimismo un cierta tendencia de la ciudad a preservar sus tradiciones frente a los cambios sociales que se habrían de producir necesariamente en todo el país.
En 1936 tras el estallido la Guerra Civil, la ciudad enseguida pasa a formar parte de la zona ocupada por las tropas sublevadas, no produciéndose acontecimientos históricos de relevancia.
Durante la dictadura franquista se intensifica el proceso de despoblación de la provincia que ha de afectar necesariamente a la ciudad.


Historia de la Ávila prerromana y romana
Probablemente los primeros pobladores del territorio abulense fueron las tribus celtibéricas de los vetones y arévacos, allá por el siglo VIII antes de Cristo. La ciudad de Ávila nacería de esta manera como un modesto castro llamado "Obila", alrededor de lo que hoy es la Plaza del Mercado Chico.
Verraco celtibérico expuesto en la antigua iglesia de Santo Tomé el Viejo
Esta condición de "lugar fuerte" no la va a perder durante los siglos venideros y serán muchos los pueblos que la pugnarán y habitarán.
Cenotafio de San Vicente. Ávila
La llegada de los romanos no provocó grandes enfrentamientos con los pueblos autóctonos, comenzando un periodo de intensa romanización como lo demuestran los restos de calzadas y puentes conservados a lo largo y ancho de la provincia. No obstante, la ciudad no debió llegar a ser más que un emplazamiento militar de segundo orden en el contexto de la Hispania romana.
Plaza del Mercado Chico. Posible ubicación del antiguo foro romano
El "forum", corazón de las ciudades romanas parece que de nuevo se hace coincidir con la actual Plaza del Mercado Chico, alrededor de la cual se terminaría por levantar un primer recinto murado, que en su costado oriental y los primeros tramos norte y sur coinciden con la actual muralla medieval, pero que no se desplazaría hasta el río Adaja sino que atajaría por lo que hoy es la Travesía de Santo Domingo.


Sillares romanos en el lienzo oriental de la muralla
Además de sillares graníticos en el lienzo oriental de la ciudad ha quedado abundante material funerario utilizado también en la muralla, parte del puente romano del río Adaja, y fragmentos de algunas calzadas.
Puente sobre el río Adaja
La cristianización comienza en el siglo II y alcanza relevancia a finales del IV con el nombramiento de Prisciliano como obispo.
Martirio de los Santos Vicente, Sabina y Cristeta por los romanos en el siglo IV
Tras la caída del imperio, Ávila permaneció bajo poder visigodo, aunque los testimonios de su presencia son escasos. Lo más destacable es la aparición de tumbas germánicas entre las iglesias de San Pedro y Santa María de la Antigua, que pudieron pertenecer a un monasterio visigodo ubicado en esta última. También se sabe que los obispos de Ávila acudían habitualmente a los Concilios de Toledo.


Historia de Ávila alto medieval
Como para toda España, uno de los hechos capitales de la historia abulense acontece en el año 711 con la invasión árabe de la península. Pues sólo un año después, Ávila ya es ciudad bajo poder musulmán, aunque el rey asturiano Alfonso I, aprovechando las revueltas beréberes del centro de la península toma la ciudad para llevar a sus pobladores a Asturias, a mediados del siglo VIII.
Así comienza un periodo de casi 400 años en que este territorio se convierte en campo de batalla fronterizo, con una población escasa, sin estabilidad económica, política ni cultural.
Durante tres siglos son innumerables las acciones militares de ocupación y devastación que astur-leoneses, castellanos y árabes protagonizan para la toma de Ávila y otras plazas fronterizas, pasando de mano en mano, pero nunca llegando a causar una organización urbana estable.


Los musulmanes, más acostumbrados y deseosos de tierras fértiles y de buen clima, no manifestaron interés real por su posesión, salvo por fines militares. Los cristianos del norte, por el contrario, perseveraron en la intención de su repoblación, pero los vaivenes de las acciones bélicas solían malograr este empeño.
La repoblación definitiva de Ávila en el siglo XI
A pesar de la situación de precariedad citada, siempre debieron permanecer pequeños núcleos de población cristiana que permitirían la continuidad de los lugares de culto tardorromanos y visigodos, y que tenderían un puente histórico con las gentes y culturas que terminarían por revitalizar la antigua urbe a finales del siglo XI.
En efecto, tras las peores devastaciones de Almanzor al filo del milenio, desaparece el Califato de Córdoba y ello permite a castellanos y leoneses recuperarse e iniciar un esfuerzo conquistador mucho más firme que en épocas precedentes. Este proceso culminaría con la conquista de Toledo por Alfonso VI en el año 1085.


 Murallas
Con el avance de la frontera, Ávila, como otras antiguas ciudades: Salamanca, Segovia, Sepúlveda, etc. pasan a la retaguardia, pero al mismo tiempo son potenciadas al convertirse en plazas estratégicas de defensa de esa frontera adelantada. Alfonso VI ordena a Don Raimundo de Borgoña, de origen francés y esposo de su hija Urraca, la misión de repoblar estas plazas, con gentes procedentes de diversas regiones norteñas.
La Muralla de Ávila es el símbolo medieval de  Ávila
La repoblación de la ciudad de Ávila y su entorno se desarrolla según un plan sistemáticamente concebido al albergue de importantes privilegios reales.
Rosetón de San Pedro de ÁvilaGentes de diversas procedencias inician una especie de éxodo hacia estas tierras fronterizas. Leoneses, burgaleses, cántabros, asturianos, gallegos, francos e incluso moros cautivos forman un mestizaje que dio un intenso vigor a la ciudad. Comienza, entonces, una época de incesante actividad repobladora y constructiva que creará una sociedad completamente nueva, llegando a tener -según Barrios- 6.615 habitantes en 1250, constituidos por cristianos, moros y judíos.


Capitel del nártex de la Basílica de San Vicente, Ávila
Éste es el momento de la gran eclosión del románico en la ciudad de Ávila. No se sabe si a finales del siglo XI estarían comenzadas algunas iglesias. Quizás sí en San Andrés. Durante la primera mitad del siglo XII se iniciarían otras como San Vicente y a finales de ese siglo el románico se extendería a las numerosas parroquias intramuros y extramuros.
La grandiosidad de la Basílica de San Vicente de Ávila es ejemplo de la historia de Ávila
El carácter militar y religioso que impregna este resurgir de Ávila va a marcar su personalidad para los siglos venideros. Es por ello que veremos a caballeros abulenses en las principales acciones reconquistadoras de los siglos XII y XIII.
Fachada occidental de San Pedro de Ávila
La provincia actual de Ávila quedó repartida en dos Comunidades de Villa y Tierra, la de Ávila y la de Arévalo, ambas con vastísimos territorios bajo su influencia.


Orígenes
Los primeros habitantes de los que se tiene constancia es una tribu celtíbera que parece ocupó la zona en el siglo VIII a. C., en concreto fueron los vetones los que se asentaron en un pequeño castro llamado Obila.
Plaza Mayor de Ávila, el centro de la vida civil, historia de Ávila
Más tarde los romanos se establecieron en la región, manteniendo la conquista de la ciudad durante seis siglos, en los cuales se hicieron las primeras obras de ingeniería, como calzadas, puentes y murallas.
Tras los romanos llegaron los visigodos, pueblo que gobernó hasta la invasión ibérica de los árabes en el siglo VIII.
Durante tres siglos fueron constantes las batallas en la ciudad entre los musulmanes y los cristianos, porque lo que en éste tiempo nadie llega a asentarse definitivamente.
Conquista cristiana
En el año 1085, después de la conquista de Toledo por el rey Alfonso VI, se potencia el crecimiento de las ciudades del norte, como Ávila, Segovia y Salamanca, para que sirvieran de defensa a la capital.
Con éste fin, el rey encarga a su hija y su yerno, Raimundo de Borgoña, la tarea de repoblar la zona con personas provenientes de otras regiones más al norte.


Historia de Ávila
Muralla de Ávila, la muralla medieval mejor conservada de España
A partir de entonces comenzó un rápido proceso de crecimiento de la ciudad, en ese período se construyó la muralla, la catedral y otras iglesias menores.
Ávila llegó a convertirse en una de las diecisiete ciudades del Reino de Castilla que tenía derecho a voto en las Cortes, un gran privilegio durante la Edad Media y Moderna.
Santa Teresa de Ávila
Uno de los personajes más conocidos de la historia de Ávila es Teresa de Cepeda y Ahumada, más tarde canonizada como Santa Teresa de Ávila.


La religiosa, nacida en la ciudad el 28 de marzo de 1515, fundó junto con San Juan de la Cruz el primer convento de Carmelitas Descalzas, rama perteneciente a la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo centrada en los votos de pobreza.
Guerras y contiendas
Tras la Guerra de las Comunidades la ciudad inició un imparable declive, favorecido además con el traslado de la capitalidad a Madrid, quedándose en segunda línea de las grandes urbes españolas.
La Guerra de Independencia contra los franceses a principio del siglo XIX y la Guerra Civil en el siglo XX, agravaron aún más la situación, siendo la ciudad saqueada e incendiada en varias ocasiones.
Convento de Santa Teresa en Ávila
Actualidad
A partir de la segunda mitad del siglo las cosas cambiaron, se potenció el turismo atraído por los valiosos monumentos que se conservan.


En 1985 recibió la máxima calificación que se le puede conceder a los sitios de interés turístico, la ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Tres años antes, el casco histórico ya había recibido la catalogación de Bien de Interés Cultural.
Para conocer más sobre la historia de Ávila, puedes apuntarte a una visita guiada o un tour de misterios y leyendas
Al abrigo de la Sierra de Gredos se alza Ávila, declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Tras las murallas de esta capital castellano-leonesa se esconde un valioso conjunto de iglesias y palacios renacentistas, testigo del esplendor pasado de la urbe como centro de producción textil.
Su condición de cuna de Santa Teresa de Jesús ha dejado en toda la ciudad, tanto dentro como fuera del recinto amurallado, un gran número de edificios religiosos vinculados a la vida de la mística. 
La Comisión Europea ha concedido a Ávila el premio de 2010 a la Ciudad Accesible.
Los excelentes asados y el famoso chuletón de ternera de Ávila son sólo una parte del rico recetario de la provincia, sin olvidar, en el apartado de repostería, las célebres yemas de Santa Teresa.









martes, 28 de mayo de 2019

El Mundo de El Cine Historia

El Mundo de El Cine Historia 
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Historia de El Cine 
Nacimiento del cine
La historia del cine como espectáculo comenzó en París el 28 de diciembre de 1895. Desde entonces ha experimentado una serie de cambios en varios sentidos. Por un lado, la tecnología del cinematógrafo ha evolucionado mucho, desde sus inicios con el cine mudo de los hermanos Lumière hasta el cine digital del siglo XXI.

La historia del cine comenzó el 28 de diciembre de 1895, fecha en la que los hermanos Lumière proyectaron públicamente la salida de obreros de una fábrica francesa en Lyon. El éxito de este invento fue inmediato, no sólo en Francia, sino también en toda Europa y América del Norte. En un año los hermanos Lumière crearon más de 500 películas, marcadas por la ausencia de actores y los decorados naturales, la brevedad, la ausencia de montaje y la posición fija de la cámara. El desarrollo de las nuevas técnicas cinematográficas, de una mayor narrativa, y la elaboración de los primeros guiones de ficción, provocó que los hermanos Lumière quedaran en segundo plano en el crecimiento de su cinematógrafo.

Historia del cine. Desarrollo histórico del arte audiovisual conocido como cinematografía. Aunque Thomas Edison hubiera patentado el quinetoscopio en 1891, el cine propiamente dicho no se conoció hasta el lanzamiento en 1895 por los hermanos Louis y Auguste Lumière en París, del cinematógrafo, capaz de proyectar películas sobre una pantalla para una gran audiencia. Así apareció un nuevo espectáculo de masas, bautizado como el séptimo arte. Sólo hacía falta añadir el sonido a las imágenes. Esto se consiguió con la invención de los sistemas de sincronización sonido-imagen por la Vitaphone (1926) y la Movietone (1931) para que fuese tal y como hoy lo conocemos.


Orígenes

El cine se desarrolló desde el punto de vista científico antes de que sus posibilidades artísticas o comerciales fueran conocidas y exploradas. Uno de los primeros avances científicos que llevó directamente al desarrollo del cine fueron las observaciones de Peter Mark Roget, secretario de la Real Sociedad de Londres, que en 1824 publicó un importante trabajo científico con el título de “Persistencia de la visión en lo que afecta a los objetos en movimiento”, en el que establecía que el ojo humano retiene las imágenes durante una fracción de segundo después de que el sujeto deja de tenerlas delante. Este descubrimiento estimuló a varios científicos a investigar para demostrar el principio.


Los primeros experimentos
Tanto en Estados Unidos como en Europa, se animaban imágenes dibujadas a mano como forma de diversión, empleando dispositivos que se hicieron populares en los salones de la clase media. Concretamente, se descubrió que si 16 imágenes de un movimiento que transcurre en un segundo se hacen pasar sucesivamente también en un segundo, la persistencia de la visión las une y hace que se vean como una sola imagen en movimiento.

El zoótropo que ha llegado hasta nuestros días consta de una serie de dibujos impresos en sentido horizontal en bandas de papel colocadas en el interior de un tambor giratorio montado sobre un eje; en la mitad del cilindro, una serie de ranuras verticales, por las cuales se mira, permiten que, al girar el aparato, se perciban las imágenes en movimiento. Un ingenio algo más elaborado era el praxinoscopio, del inventor francés Charles Émile Reynaud, que consistía en un tambor giratorio con un anillo de espejos colocado en el centro y los dibujos colocados en la pared interior del tambor. Según giraba el tambor, los dibujos parecían cobrar vida.

En aquellos mismos años, William Henry Fox Talbot en el Reino Unido y Louis Daguerre en Francia trabajaban en un nuevo descubrimiento que posibilitaría el desarrollo del cinematógrafo: la fotografía, ya que sin este invento previo no existiría el cine. Hacia 1852, las fotografías comenzaron a sustituir a los dibujos en los artilugios para ver imágenes animadas.

A medida que la velocidad de las emulsiones fotográficas aumentó, fue posible fotografiar un movimiento real en vez de poses fijas de ese movimiento. En 1877 el fotógrafo angloestadounidense Eadweard Muybridge empleó una batería de 24 cámaras para grabar el ciclo de movimientos del galope de un caballo.


Un paso relevante hacia el desarrollo de la primera cámara de imágenes en movimiento fue el que dio el fisiólogo francés Étienne Jules Marey, cuyo cronofotógrafo portátil (una especie de fusil fotográfico) movía una única banda que permitía obtener doce imágenes en una placa giratoria que completaba su revolución en un segundo. Sin embargo, su tira de película consistía en un papel mojado en aceite que se doblaba y se desgarraba con facilidad. Hacia 1889, los inventores estadounidenses Hannibal Goodwin y George Eastman desarrollaron más tiras de emulsión fotográfica de alta velocidad (que necesitaban poco tiempo para impresionarse) montadas en un celuloide resistente: su innovación eliminó un obstáculo esencial en la experimentación con las imágenes en movimiento.

Thomas Alva Edison y William K. L. Dickson

Thomas Edison (derecha) trabajando con George Eastman en una cámara cinematográfica. Desarrolló la tecnología cinematográfica y sincronizó películas con sonido grabado, realizando las primeras películas del cine sonoro
Hasta 1890, los científicos estaban interesados principalmente en el desarrollo de la fotografía más que en el de la cinematografía. Esto cambió cuando el antiguo inventor, y entonces ya industrial, Thomas Alva Edison construyó el Black Maria, un laboratorio cerca de West Orange, (Nueva Jersey), que se convirtió en el lugar donde realizaba sus experimentos sobre imágenes en movimiento y el primer estudio de cine del mundo. Edison está considerado por algunos como el diseñador de la primera máquina de cine, el kinetoscopio, pero en realidad ni fue él el inventor ni el invento era propiamente una cámara de cine.


Su ayudante, William K. L. Dickson fue quien hizo en realidad casi todo el trabajo, diseñando el sistema de engranajes, todavía empleado en las cámaras actuales, que permite que la película corra dentro de la cámara, e incluso fue él quien por vez primera logró en 1889 una rudimentaria imagen con sonido. El kinetoscopio, patentado por Edison en 1891, tenía unos 15 metros de película en un bucle interminable que el espectador —individual— tenía que ver a través de una pantalla de aumento. El artefacto, que funcionaba depositando una moneda, no puede considerarse por tanto un espectáculo público, y quedó como una curiosidad de salón que en 1894 se veía en Nueva York, y antes de finalizar ese año, en Londres, Berlín y París.

Los hermanos Lumière
Louis Lumière; los hermanos Louis y Auguste Lumière inventaron el cine a finales del siglo XIX
Los experimentos sobre la proyección de imágenes en movimiento visibles para más de un espectador se estaban desarrollando simultáneamente en Estados Unidos y en Europa; en Francia, a pesar de no contar con la gran infraestructura industrial de Edison, los hermanos Louis y Auguste Lumière llegaron al cinematógrafo, invento que era al tiempo cámara, copiadora y proyector, y que es el primer aparato que se puede calificar auténticamente de cine, por lo que la fecha de su presentación pública, el 28 de diciembre de 1895, y el nombre de los inventores son los que han quedado reconocidos universalmente como los iniciadores de la historia del cine.


Los hermanos Lumière produjeron además una serie de cortometrajes con gran éxito, de género documental, en los que se mostraban diversos elementos en movimiento: obreros saliendo de una fábrica, olas rompiendo en la orilla del mar y un jardinero regando el césped.
Uno de sus cortometrajes más efectistas para demostrar las posibilidades del nuevo invento fue el que mostraba a un tren correo avanzando hacia el espectador, lo que causaba gran impresión en el público asistente. El cine que se producía mientras en el estudio de Edison era más teatral: números circenses, bailarinas y actores dramáticos que actuaban para las cámaras. Pero para entonces el equipamiento elemental ya había sido estandarizado siguiendo el modelo del cinematógrafo de los hermanos Lumière, y las películas se comenzaron a comercializar a escala internacional.

Películas de una bobina
En 1896 el ilusionista francés Georges Méliès demostró que el cine no sólo servía para grabar la realidad, sino que también podía recrearla o falsearla. Con estas imaginativas premisas, hizo una serie de películas que exploraban el potencial narrativo del nuevo medio, dando inicio al cine de una sola bobina. En un estudio en las afueras de París, Méliès rodó el primer gran filme puesto en escena cuya proyección duró cerca de quince minutos: L’Affaire Dreyfus "El caso Dreyfus", 1899) y filmó "Cendrillas" ("Cenicienta", 1900) en 20 escenas.
Pero sobre todo a Méliès se le recuerda por sus ingeniosas fantasías como "Viaje a la luna" (1902) y "Alucinaciones del barón de Münchhausen", en las que experimentaba las posibilidades de los trucajes con la cámara de cine. Méliès descubrió que deteniendo la cámara en mitad de una toma y recolocando entonces los elementos de la escena antes de continuar podían, por ejemplo, hacer desaparecer objetos.


Del mismo modo, retrocediendo la película unos cuantos centímetros y comenzando la siguiente toma encima de lo ya filmado, lograba superposiciones, exposiciones dobles y disoluciones (fundidos y encadenados, como elemento de transición entre distintas escenas). Sus cortometrajes fueron un éxito inmediato de público y pronto se difundieron por todo el mundo. Aunque hoy en día parecen poco más que curiosidades, son precursores significativos de las técnicas y los estilos de un arte entonces balbuceante.
El estilo documentalista de los hermanos Lumière y las fantasías teatrales de Méliès se fundieron en las ficciones realistas del inventor estadounidense Edwin S. Porter, a quien se le atribuye en ocasiones la paternidad del cine de ficción. 


Trabajando en el estudio de Edison, Porter produjo la primera película estadounidense interesante, "Asalto y robo de un tren", en 1903. Esta película, de 8 minutos, influyó de forma decisiva en el desarrollo del cine porque incluía innovaciones como el montaje de escenas filmadas en diferentes momentos y lugares para componer una unidad narrativa. Al hacer esto, Porter inició el montaje, uno de los fundamentos de la creación cinematográfica, proceso en el que diferentes fragmentos elegidos de las diversas tomas realizadas  o disponibles se reúnen para conseguir un conjunto coherente.
"Asalto y robo de un tren", tuvo un gran éxito y contribuyó de forma notable a que el cine se convirtiera en un espectáculo masivo. Las pequeñas salas de cine, conocidas como nickelodeones, se extendieron por Estados Unidos, y el cine comenzó a surgir como industria. La mayoría de las películas, de una sola bobina, de la época eran comedias breves, historias de aventuras o grabaciones de actuaciones de los actores teatrales más famosos del momento.


Películas mudas
Entre 1909 y 1912 todos los aspectos de la naciente industria estuvieron bajo el control de un trust estadounidense, la MPPC (Motion Pictures Patents Company), formado por los principales productores. Este grupo limitó la duración de las películas a una o dos bobinas y rechazó la petición de los actores de aparecer en los títulos de crédito.
El trust fue desmontado con éxito en 1912 por la ley antitrust del gobierno, que permitió a los productores independientes formar sus propias compañías de distribución y exhibición, por lo que pudieron llegar hasta el público estadounidense obras europeas de calidad, como “Quo vadis?” (1912, de Enrico Guazzoni), de Italia, o “La reina Isabel”, (1912), de Francia, protagonizada por la actriz Sarah Bernhardt.


El cine sonoro
En 1926 la productora Warner Brothers introdujo el primer sistema sonoro eficaz, conocido como Vitaphone, consistente en la grabación de las bandas sonoras musicales y los textos hablados en grandes discos que se sincronizaban con la acción de la pantalla. En 1927, la Warner lanzó “El cantor de jazz”, de Alan Crosland, la primera película sonora, protagonizada por el showman de origen ruso Al Jolson, que alcanzó un éxito inmediato e inesperado entre el público. Su eslogan, sacado del texto de la película “aún no has oído nada”, señaló el final de la era muda. Hacia 1931 el sistema Vitaphone había sido superado por el Movietone, que grababa el sonido directamente en la película, en una banda lateral. Este proceso, inventado por Lee de Forest, se convirtió en el estándar. El cine sonoro pasó a ser un fenómeno internacional de la noche a la mañana.

Las primeras películas habladas
La transición del cine mudo al sonoro fue tan rápida que muchas películas distribuidas entre 1928 y 1929, que habían comenzado su proceso de producción como mudas, fueron sonorizadas después para adecuarse a una demanda apremiante. Los dueños de las salas se apresuraron también a convertirlas en salas aptas para el sonoro, mientras se rodaban películas en las que el sonoro se exhibía como novedad, adaptando obras literarias e introduciendo extraños efectos sonoros a la primera oportunidad. El público pronto se cansó de los diálogos monótonos y de las situaciones estáticas de estas películas, en las que un grupo de actores se situaba cerca de un micrófono fijo.
Tales problemas se solucionaron en los inicios de la década de 1930, cuando en varios países un grupo de directores de cine tuvieron la imaginación necesaria para usar el nuevo medio de forma más creativa, liberando el micrófono de su estatismo para restablecer un sentido fluido del cine y descubrir las ventajas de la postsincronización (el doblaje, los efectos sala y la sonorización en general que sigue al montaje), que permitía la manipulación del sonido y de la música una vez rodada y montada la película.


En Hollywood, Lubitsch y King Vidor experimentaron con el rodaje de largas secuencias sin sonido, añadiéndolo posteriormente para resaltar la acción. Lubitsch lo hizo suavemente, con la música, en “El desfile del amor” (1929), y Vidor con el sonido ambiente para crear una atmósfera natural en “Aleluya” en (1929), un musical realista interpretado íntegramente por actores afroamericanos cuya acción transcurre en el sur de Estados Unidos. Los directores comenzaban a aprender a crear efectos con el sonido que partía de objetos no visibles en la pantalla, dándose cuenta de que si el espectador oía un tictac era innecesario mostrar el reloj.

Los guionistas Ben Hecht, Dudley Nichols y Robert Riskin comenzaron a inventarse diálogos especialmente elaborados para la pantalla, a los que se despojaba de todo lo que no fuera esencial para que sirvieran a la acción en vez de estorbarla. El estilo periodístico rapidísimo que Hecht preparó para “Un gran reportaje” (1931), de Lewis Milestone, contrasta con las ingeniosas réplicas que escribiría para la obra de Lubitsch “Una mujer para dos” (1933). Nichols, por su parte, destacó por sus diálogos claros, sin ambigüedades, en películas como “María Estuardo” (1936), de John Ford Riskin se hizo famoso por sus personajes familiares en las películas de Frank Capra, entre ellas “Sucedió una noche” (1934), protagonizada por Claudette Colbert y Clark Gable.


Desarrollo del cine en color
Los experimentos con película de color habían comenzado ya en 1906, pero sólo se había usado como curiosidad. Los sistemas ensayados, como el Technicolor de dos colores, fueron decepcionantes y fracasaban en el intento de entusiasmar al público. Pero hacia 1933 el Technicolor se había perfeccionado, con un sistema de tres colores comercializable, empleado por vez primera en la película “La feria de la vanidad” (1935), de Rouben Mamoulian, adaptación de la novela de William Makepeace Thackeray.
La popularidad del color aumentó, y durante la década de 1940 se empleó sobre todo en una serie de musicales clásicos de la MGM Metro Goldwyn Mayer), entre los que destaca Easter Parade ("Desfile de Pascua", 1948), de Charles Walters.

En la década de 1950 el uso del color se generalizó tanto que prácticamente el blanco y negro quedó relegado para películas de bajo presupuesto que buscaban un realismo sereno, como “Marty” (1955) de Delbert Mann, sobre las aspiraciones de un carnicero del Bronx, o “El hombre del brazo de oro” (1955), de Otto Preminger, en la que se contaba la historia de un drogadicto.
A partir de la década de 1960, el blanco y negro quedó para crear efectos especiales en películas como “Psicosis” (1960) de Hitchcock, o “La última película” (1971), de Peter Bogdanovich. Más recientemente, lo hemos podido ver casi siempre en películas con pretensiones artísticas, como “El hombre elefante” (1980), de David Lynch, “Toro Salvaje” (1980), de Martin Scorsese, “La ley de la calle” (1983), de Francis Ford Coppola, o “Zelig” (1983), de Woody Allen.
Cine comercial después de la Segunda Guerra Mundial
En la posguerra, la llegada de la televisión supuso un desafío a la industria del cine que aún hoy perdura, cayendo la audiencia de unos 85 millones de espectadores anuales en Estados Unidos durante la guerra a apenas 45 millones a finales de la década de 1950. La industria respondió ofreciendo más espectáculo, que se concretó en el mayor tamaño de las pantallas.


El cine tridimensional
Durante un breve período, a comienzos de la década de 1950, una novedad conocida como 3D apareció en el mercado. Consistía en la superposición de dos imágenes distintas de la misma escena, cada una tomada con un filtro de color distinto y desde un ángulo ligeramente diferente, que, vistas a través de unas gafas en las que cada ojo llevaba un filtro de color equivalente a los usados durante el rodaje, reproducía la visión estereoscópica, dando impresión de relieve.
Pero lo engorroso de tener que utilizar gafas para ver las películas, la falta de nitidez en la imagen y la escasa calidad de las películas con que se lanzó, dieron al traste con la viabilidad comercial del sistema. Tras una moda pasajera, con éxitos relativos como el de “Los crímenes del museo de cera” (1953), de André de Toth, la novedad ya no fue tal y las películas en 3D se dejaron de producir, distribuyéndose las que ya estaban terminadas en este sistema como películas convencionales.

El cine estadounidense a partir de la década de 1960
Woody Allen: Director, guionista y actor estadounidense, reconocido por su talento cómico Comenzó como escritor de chistes, a escribir para el cine y a actuar en 1965, convirtiéndose en objeto de culto intelectual, ha experimentado con técnicas cinematográficas innovadoras
El impacto del cine europeo sobre los cineastas estadounidenses y el posterior declive del sistema de los estudios coadyuvaron durante las décadas de 1960 y 1970 al cambio del estilo del cine estadounidense.
La televisión por cable y el vídeo doméstico
La década de 1980 ha sido testigo de una revolución en las formas de acceder a los productos cinematográficos, con la sustitución del visionado en las salas de cine por el vídeo doméstico, en el que los títulos de estreno  especialmente los de las grandes superproducciones  están disponibles poco después de su pase por las salas.


Este hecho, unido a la implantación progresiva de la televisión por cable, con canales temáticos, en las que hay y habrá aún más canales especializados en la emisión continua de películas, amenaza seriamente no ya a la industria, sino el hecho mismo del cine. Como consecuencia, se está creando un clima parecido al de la década de 1950, cuando las productoras buscaron, ante la llegada de la televisión, nuevos formatos en busca de un mayor espectáculo, para conseguir atraer nuevamente a los espectadores a las salas de cine.


lista de las películas, actores y directores
El arte es una cuestión de apreciación personal, por lo que es difícil encontrar una lista de películas que satisfagan a todos; sin embargo, se siguen haciendo intentos por encontrar lo mejor de lo mejor en estos 125 años de historia que tiene el cine.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Turín, en Italia, se ha propuesto utilizar algunos algoritmos matemáticos que puedan determinar cuáles han sido las películas más influyentes de la historia, así como los directores y actores.
Livio Bioglio es quien ha dirigido el trabajo, utilizando una técnica informática que permita superar lo subjetivo, que siempre aparece en cuestión de arte, y haciendo comparaciones, basadas en datos científicos, con las películas y el impacto que han tenido en posteriores filmes.

Bioglio dijo.
Para determinar la importancia de una película en la historia del cine, generalmente se analiza su éxito en términos de ingresos económicos o de aclamaciones de la crítica, pero estos enfoques tienen enormes límites. “El rendimiento financiero de una cinta no está directamente relacionado con su calidad y es difícil comparar películas de diferentes épocas, incluso cuando los ingresos de taquilla se ajustan por inflación.
Por otro lado, los juicios artísticos son puramente subjetivos y pueden ser influenciados por tendencias del momento o ideologías.

En el estudio, que fue publicado en la revista Applied Network Science, se habla sobre el método empleado:
A los miembros de los equipos de filmación les gusta insertar en su producción pequeños elementos (como escenas, disfraces, objetos, carteles,…) que hacen referencia a películas anteriores que les han influido o que quieren homenajear de alguna manera.
La idea es recopilar estas referencias y construir una red donde los nodos sean películas y los bordes sean estas referencias: dicha red se puede estudiar a través de algoritmos y técnicas de análisis de redes sociales para determinar las películas más importantes en términos de ‘influencia’.
Ahora, veamos los resultados:


Películas
1. El Mago de Oz (1939)

2. La Guerra de las Galaxias (1977)
3. Psicosis (1960)
4. King Kong (1933)
5. 2001: Odisea del Espacio (1968)


6. Metrópolis (1927)
7. Ciudadano Kane (1941)
8. El nacimiento de una nación (1915)
9. Frankenstein (1931)
10. Blancanieves y los siete enanos (1937)

Los primeros 20 lugares los ocupan solo películas anteriores a 1980, y primordialmente, hechas en Estados Unidos.
Directores
1. Alfred Hitchcock

2. Steven Spielberg
3. Brian De Palma
4. Howard Hawks
5. John Ford

6. Martin Scorsese
7. Ingmar Bergman
8. Stanley Kubrick
9. Gerald Thomas
10. Ishiro Honda

De acuerdo al número de películas que tienen entre las mejor clasificadas, es el lugar que cada director ha ocupado.
Actores
1. Samuel L. Jackson

2. Clint Eastwood
3. Tom Cruise
4. Arnold Schwarzenegger
5. John Wayne

6. Willem Dafoe
7. Bruce Willis
8. Vincent Price
9. Desmond Llewelyn
10. Ward Bond

Algunos nombres muy conocidos, otros que no esperarías encontrarte aquí, pero es lo que definió el algoritmo.
Actrices
1. Lois Maxwell

2. Carrie Fisher
3. Maureen O’Sullivan
4. Halle Berry
5. Drew Barrymore

6. Lin Shaye
7. Cameron Diaz
8. Julianne Moore
9. Faye Dunaway
10. Beth Grant

Igual que en el caso de los actores, aquí encontramos nombres que no esperábamos, pero que sirven para dar a conocer a estrellas que quizá habían quedado en el olvido.


Las 10 películas con más Premios Óscar de la historia


Ben-Hur
Ben Hur es una película de 1959 dirigida por William Wyler y protagonizada por Charlton Heston, que durante muchos años fue la única cinta con 11 estatuillas a su nombre. La única nominación que no ganó fue la de Mejor Guión, pero en todo lo demás se escuchó el título de este trabajo, incluyendo los deseados premios a Mejor Película y Mejor Dirección.


Titanic
Titanic igualó a la legendaria Ben Hur en el número de Premios Óscar que se llevó. La historia de Rose y Jack a bordo del transatlántico conquistó a crítica y público, y aunque no le dio el premio a Leonardo DiCaprio ni a Kate Winslet, consiguió hacer historia. También fue la película más taquillera hasta que su propio director, James Cameron, superó su récord con Avatar.


El Señor de los anillos: El retorno del rey
La película final de trilogía del Señor d ¡e los Anillos, dirigida por Peter Jackson, también obtuvo 11 Óscars que la sitúan en el Olimpo de los premios cinematográficos. El Retorno del Rey consiguió todas sus nominaciones, incluyendo Mejor Película, Mejor Dirección y varias categorías técnicas como Mejores Efectos Visuales. Frodo terminó su viaje por todo lo alto, puede estar satisfecho.



Lo que el viento se llevó
Victor Fleming adaptó a la gran pantalla la novela de  Margaret Mitchell y consiguió 10 galardones en los Premios Óscar, y fue la película más premiada hasta que llegó Ben Hur. Este trabajo de 1939 se llevó 8 estatuillas, incluyendo Mejor Película y Mejor Dirección, pero se concedieron dos premiso más a William Cameron Menzies por ser pionero en las cintas de color y a R.D. Musgrave por su labor en el departamento técnico del film.


West Side Story
Este musical dramático de 1961 está dirigido por Robert Wise y Jerome Robbins y se basa en el musical del mismo nombre, una especie de Romeo y Julieta de baile y bandas callejeras. Tuvo 11 nominaciones y ganó 10, incluidas las grandes categorías Mejor Película y Mejor Dirección. West Side Story es, además, uno de los musicales con más espectadores de la historia de Broadway.



Gigi
Dirigida por Vincente Minnelli, la película Gigi cuenta la historia de Gaston, un joven millonario que visita con frecuencia a la hija de unos amigos. La abuela de Gigi sueña con una boda entre Gastón y su nieta, pero el tiene unos planes distintos. Esta película, protagonizada por Leslie Caron fue ganadora en todas las categorías a la que fue nominada, 9 en total, incluyendo Mejor película, director, guión adaptado, fotografía y canción.


El paciente inglés
Anthony Minghella dirigió El paciente inglés, una película basada en la novela de Michael Ondaatje. Esta cinta es una historia de guerra, amor, recuerdos y supervivencia. Ralph Fiennes y la bella  Juliette Binoche protagonizan la película que, de las 11 nominaciones que recibió, se llevó 9,  incluyendo Mejor Película y Mejor Dirección.


El último emperador
Esta cinta de 1987 dirigida por Bernardo Bertolucci ganó todas las nominaciones a las que fue postulada, 9 Premios Óscar. Es un trabajo basado en la historia real de Aisin-Gioro Pu Yi o Puyi, el último emperador de China. El último emperador fue la primera película que obtuvo el permiso de las autoridades chinas para ser rodado en el interior de la Ciudad Prohibida.


Cabaret
Cabaret, la película musical dirigida por Bob Fosse y protagonziada por Lizza Minelli, obtuvo 8 Óscars. Esta historia nos lleva al Berlín de los años 30, donde se mezcla la autoridad nazi con la vida nocturna del Kit Kat Club, un refugio donde la joven Sally Bowles y un divertido maestro de ceremonias hacen olvidar las tristezas de la vida real.


Slumdog Millionaire
Danny Boyle dirige este trabajo basado en la novela homónima de Vikas Swarup, y que narra cómo un joven hindú consigue ganar el premios millonario de uno de los programas más famosos de la India. La policía no entiende cómo un hombre de tan baja cuna puede conocer todas las respuestas y sospechará del protagonista, que tiene para el espectador una vibrante historia que contar. Esta película obtuvo 8 Oscars, incluyendo mejor película, director y guión adaptado.


Bonus track: Las vencedoras de las 5 categorías estrella
Estos títulos que acabamos de enumerar han sido las películas que más Premios Óscars han conseguido en la historia de estos galardones, pero lo difícil de verdad es conseguir triunfar en las cinco grandes categorías: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor, Mejor Actriz y Mejor Guión.
A día de hoy, solo tres títulos lo han conseguido, y se merecían una mención especial. Son las películas Sucedió una noche (1934), dirigida por Frank Capra, Alguien voló sobre el nido del cuco (1975), de Milos Forman y El silencio de los corderos (1991), dirigida por Milos Forman.



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