jueves, 7 de noviembre de 2019

El Maravilloso Mundo de los Vídeo Juegos




El Maravilloso Mundo de los Vídeo Juegos

La industria del videojuego ha pasado de ser vista como un mero entretenimiento para niños a ser un sector que ya pelea seriamente en la liga para adultos en España.
Se contabilizan casi 16 millones de jugadores que generan 1.359 millones de euros en 2017 último año del que se tienen datos completos solo dentro de nuestras fronteras el cuarto país más Juegos de Europa, según datos la Asociación Española de Videojuegos
Pero en el otro lado tampoco se está desperdiciando la partida: las empresas desarrolladoras españolas facturaron 713 millones de euros ese mismo año, un 15,6% más que el año anterior; y también se incrementó el número de personas que trabajan en la industria, hasta.


Los 6.337 profesionales, un 16,5% más que en 2016, según los datos del Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos, elaborado por la Asociación Españolas de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos.


Si a todo esto le sumamos que el Ministerio de Cultura y Deporte acaba de anunciar 2,5 millones de euros de ayudas destinadas al impulso del desarrollo de videojuegos y la cultura digital en España, que ya mueve más adeptos y dinero que el cine o la música, el objetivo del videojuego está claro el nivel de la industria está preparado para enfrentarse a un mundo nuevo y consolidarse como un gigante en el sector del entretenimiento y el ocio. 


Los inicios nunca fueron fáciles
El ocio digital se ha sofisticado de manera exponencial en las últimas décadas: de pantallas en 2D con gráficos pixelados en los que había que imaginar naves de combate con cuatro cuadrados coloreados hemos pasado a entornos en realidad virtual y gráficos que hacen dudar de si estamos ante una fotografía real o una creación por ordenador.


«Los primeros desarrolladores de videojuegos fueron programadores, generalmente formados en ingeniería del software tradicional. A medida que los ordenadores y consolas mejoraban sus capacidades visuales, se incorporaron grafistas con formación en arte que aprendieron a utilizar herramientas digitales»,
 explica Javier Arévalo, director académico del área de Videojuegos en el Centro Universitario Utad.


 La imagen de jóvenes encerrados en su cuarto delante de una pantalla existió como le ocurrió al propio Arévalo, quien a los 16 años desarrolló junto a su hermano su primer videojuego y participó en los inicios del mítico título español Commandos, pero el avance de la tecnología ha obligado a ampliar los equipos y a desarrollar otras áreas más allá de la programación: el arte y el diseño juegan un papel fundamental en estas obras interactivas. Y no siempre es fácil encontrar el perfil


Por ello, en los últimos cinco años, el portal de empleo InfoJobs ha recogido un total de 2.917 vacantes el 79% con contrato indefinido para cubrir puestos relacionados con los videojuegos, principalmente en las ciudades de Madrid y de Barcelona. 


En lo que respecta a las empresas contratantes, los datos de InfoJobs revelan que el volumen de compañías que solicitan perfiles de este tipo ha ido aumentando en el tiempo y ya duplica los números de 2012, antes de empezar la crisis, cuando este área profesional estaba en pleno crecimiento. Sin olvidar que la tendencia favorable hacia la industria del videojuego no es un hecho aislado en España y se reproduce por todos.


Mucho han cambiado las cosas en el campo de los videojuegos desde 1950, cuando unos pocos privilegiados pudieron disfrutar de títulos como NIM, OXO o Tennis for two. 
El avance de la tecnología y la profesionalización del sector han provocado que la industria haya evolucionado a un ritmo vertiginoso durante los últimos años, ofreciendo al usuario títulos cada vez más ambiciosos.


Así nos lo han vendido en el Consumer Electronics Show CES de Las Vegas, donde hemos sido testigos de las propuestas de distintas compañías sobre lo que debe ser la industria de los videojuegos en un futuro no muy lejano.
Propuestas en las que los mandos pasan a un segundo plano y en las que el jugador se convierte en el personaje principal de la trama. ¿Cuáles de ellas llegarán a imponerse? Estas han sido algunas de las más destacadas.


Una de las propuestas que más ha llamado la atención durante el CES ha sido Teslasuit. Un traje, que parece sacado de una obra de ciencia ficción, que promete al jugador disfrutar de la experiencia de los videojuegos como nunca. Todo ello gracias a su avanzado sistema de retroalimentación háptica y un sinfín de sensores, mediante los que el traje es capaz de transmitir las sensaciones del mundo virtual al cuerpo humano. 


Gracias a los pequeños impulsos eléctricos controlados por un pequeño ordenador integrado en el traje, el Teslasuit permite al jugador sentir la temperatura ambiente del juego, así como el impacto de la lluvia o del viento sobre el cuerpo. Pero no solo eso.


 El sistema de retroalimentación háptica es capaz de modular el rango de sensaciones para que podamos distinguir entre el tacto suave, el pesado o el ligero. En definitiva, el traje se encarga de estimular grupos musculares específicos para que podamos disfrutar de una experiencia única.
Mientras que Nintendo, Sony y Microsoft apuestan por mandos cada vez más sofisticados, la empresa británica BrainCo entiende que el futuro pasa por controlar los videojuegos con la mente. 


Todo ello gracias a una tecnología conocida como interfaz cerebro ordenador, que permite a un sensor leer las ondas cerebrales del jugador para procesarlas e interpretarlas posteriormente en una máquina o un ordenador.
Durante la última edición del CES, la compañía se ha aprovechado de esta tecnología para crear una especie de Scalextric que se controla desde nuestro cerebro mediante un sensor encargado de enviar nuestras de ondas cerebrales a un ordenador central. 


Un ordenador que otorgará una mayor o menor velocidad a nuestro vehículo en base a nuestro nivel de concentración. Por lo tanto, en este juego no ganará el más habilidoso, sino el que mayor capacidad de concentración tenga sobre la pista.


Aunque posiblemente esto no sea ningún secreto para nadie. Todos imaginamos hacia dónde va encaminado el futuro de los videojuegos y no necesitamos estudios para verlo.
Aún así, es interesante ver que los juegos online coparán en cinco años casi el 80% del mercado, incluyendo el indie. Esto significa que, como comentamos hace poco, los juegos sin multijugador pueden estar en peligro de extinción.
Y como también hablábamos hace un par de meses, vamos a ver micropagos hasta hartarnos. Porque según la mayoría de las desarrolladoras, en los micropagos está el futuro de los videojuegos. 


Este método de pagos, junto con las suscripciones, season pass y contenidos descargables, supondrán el 75% generados por toda la industria.
También se han tenido en cuenta mercados emergentes como la realidad virtual o la realidad aumentada. Todo esto suma hasta llegar a lo más alto en el podio de los negocios de entretenimiento.


Y aquí sí que parece que va a desbancar a todo lo que se ponga por delante. Ya sean consolas de sobremesa, portátiles, móviles o cualquier otro, quedarán por detrás. De hecho ya se le empieza a llamar a los PCs gaming el motor de la industria, aunque también dicen que no lo será oficialmente hasta dentro de unos años.
El mayor auge del gaming en PC se ha producido, produce y producirá, gracias a los eSports. Los títulos ya existentes y otros que van a salir generan cada vez más usuarios en PC. También, no nos olvidemos, de que los juegos en PC se ven con mejores gráficos y con fotogramas por segundo más altos. 


Cada vez la gente exige más y aunque las generaciones de consolas ya no salen cada 5, 6 u 8 años, sino cada 3 y no contamos entre medias los modelos superiores que salen cada muy poco tiempo, la gente se cansa de esto y acaba pasándose a PC.
 Si a  todo esto le sumamos la desproporcionada cantidad de juegos online actual, nos encontramos un mercado muchísimo más basto del que las consolas u otras plataformas podrán tener nunca.


El sector de los contenidos digitales, en particular el videojuego, es una industria genera más de cien mil millones de dólares en ingresos, cifra que supera en dos veces y media la dimensión del mercado mundial del cine y en más de seis veces el mercado global de la música.
España representa internacionalmente un mercado importante, llegando a ocupar altas posiciones en cuanto a facturación. Sin embargo, el peso de la industria española en el mundo no se corresponde con el de nuestro mercado.


 Por un lado, ninguno de los títulos más vendidos en España está desarrollado por estudios españoles y, por otro, el sector del videojuego en países como Finlandia, Suecia, Alemania y Francia obtiene una facturación muy superior a pesar de estar compuesto por un número inferior de empresas.


 Es decir, una de las características principales de este sector en España es su excesiva atomización, derivada fundamentalmente por la dificultad de crecimiento de estas empresas.
Por lo tanto, el principal reto de España es consolidar los estudios independientes, conseguir hacerlos crecer y escalar internacionalmente, de forma que surjan empresas tractoras que refuercen el conjunto de la industria.


 También se precisa apoyar el acceso a mercados internacionales de forma distinta a como se hace en sectores tradicionales. La promoción se ha de realizar en las plataformas globales de descarga y consumo de contenidos, lo cual requiere grandes inversiones para destacar entre la enorme competencia a nivel mundial.


En este marco, Red.es pone en marcha el Programa de Impulso al Sector del Videojuego, con el fin de promover el emprendimiento y la consolidación de las empresas en este sector. La presentación de la primera jornada informativa celebrada en Madrid puede consultarse en este enlace.



Las actuaciones a realizar serán financiadas con cargo al Programa Operativo Plurirregional de España 2014 2020  POPE, Fondos Europeos de Desarrollo Regional FEDER del periodo de programación 2014 2020 y bajo el lema “Una manera de hacer Europa”.


La realidad virtual es un entorno de escenas u objetos de apariencia real, generado mediante tecnología informática, que crea en el usuario la sensación de estar inmerso en él. Dicho entorno es contemplado por el usuario a través normalmente de un dispositivo conocido como gafas o  casco de realidad virtual.


 Este puede ir acompañado de otros dispositivos, como guantes o trajes especiales, que permiten una mayor interacción con el entorno así como la percepción de diferentes estímulos que intensifican la sensación de realidad.


La aplicación de la realidad virtual, aunque centrada inicialmente en el terreno del entretenimiento y de los videojuegos, se ha extendido a otros muchos campos, como  la  medicina, la arqueología, la creación artística, el entrenamiento militar o las simulaciones de vuelo.
la realidad virtual.
Existen cinco mecanismos habitualmente empleados en las aplicaciones de la realidad virtual. 


Gráficos tridimensionales 3D.
Técnicas de estereoscopia: Esta técnica permite al usuario no solo percibir las claves de la profundidad, sino además ver la imagen en relieve. Esto se debe a que la imagen que percibe cada ojo es algo distinta lo que le permite al cerebro comparar las dos imágenes y deducir, a partir de las diferencias relativas.

Simulación de comportamiento: La simulación en el mundo virtual no está pre calculada la evolución, ésta se va calculando en tiempo real.
Facilidades de navegación:


 Es el dispositivo de control, que te permite indicar lo que quieres navegación, esto o realiza a través de un joystick o de las teclas de control del computador o también se puede cuando mueves la cabeza, en ese momento el sistema detecta el hecho y desplaza la imagen de la pantalla.



Técnicas de inmersión: Consiste en aislarse de los estímulos del mundo real, al quedar privado de sensaciones procedentes del mundo real, pierdes la referencia con la cual puedes comparar las sensaciones que el mundo virtual produce.



miércoles, 6 de noviembre de 2019

El Origen de la Ciencia y sus Avances Cientificos




El Origen de la Ciencia y sus Avances Cientificos 
Es incierto, no se sabe exactamente quién fue el primero en comenzar a hablar de ciencia y en definir el concepto, pero se afirma que su práctica la búsqueda de conocimiento comenzó en la Prehistoria, en las civilizaciones del Neolítico.
La ciencia es tan antigua como el hombre. Esto se ve reflejado en su intento temprano y constante de dar respuesta a las cosas, de entender por qué y cómo ocurren los hechos de la naturaleza. Surge en la Prehistoria en respuesta a la necesidad de sistematizar la búsqueda de conocimiento, porque desde entonces el hombre se pregunta, ¿por qué?


La palabra “ciencia” tiene su origen en el vocablo latino scientia, que significa “conocimiento”. La ciencia también es asociada con definiciones relacionadas con el saber o la erudición, incluso con la habilidad para hacer algo o cuando se posee un conjunto de conocimientos sobre cualquier tema.
¿Cuándo se empezó a hablar de ciencia? Puede decirse que hace más de cinco mil años, en 3000 a. C., con el hombre de Neardenthal y el descubrimiento del fuego o la invención de la rueda.
Desde edades muy tempranas el ser humano ha buscado mejorar su calidad de vida y dar respuesta a las preguntas que surgen cotidianamente; a ese proceso hoy lo llamamos ciencia.
Mucho se ha dicho sobre la ciencia como disciplina que se opone a la religión y viceversa, aunque sus orígenes bien podrían ser los mismos: la búsqueda de respuestas a situaciones de la naturaleza que el hombre no puede explicar.


Mientras la religión atribuye esto a un ser superior a quien se le llama Dios, la ciencia intenta explicarlo desde un punto de vista más pragmático, basándose en la observación de la naturaleza y la consiguiente extracción de conclusiones.
Ante esta diatriba, en pleno inicio de la Segunda Guerra Mundial, el científico alemán Albert Einstein, premio nobel de física en 1921 quien se reconocía un hombre de fe, religioso dio esta respuesta interesante a dicho cuestionamiento.



Las civilizaciones que habitaban el Medio Oriente en la antigüedad desarrollaron las primeras nociones de ciencia, puesto que además de crear herramientas e instrumentos, idearon métodos que les permitieron un desarrollo más óptimo.
Entre estas civilizaciones destaca la egipcia, que se dedicó a estudiar ámbitos tan diversos como la astronomía, las matemáticas e incluso algunas nociones relacionadas con la medicina. Todos estos procesos se apoyaban en métodos concretos que arrojaban resultados esperables.
Nacido en Mileto en 624 a. C., el filósofo Tales de Mileto es considerado por la cultura occidental el primer investigador filosofo científico especializado en el cosmos. Se le reconoce por ser el primero en promover la investigación científica en disciplinas como la matemática y la astronomía.



Junto con Anaximandro y Anaxímenes, fue el iniciador de la escuela de Mileto también conocida como la escuela jónica, considerada la escuela filosófica más antigua de Grecia y la primera escuela naturalista. Estos personajes se esforzaban por resolver la relación que existía entre la materia y los fenómenos de la naturaleza.
Para ellos, la naturaleza era una materia en movimiento y desarrollo constante; afirmaban que el mundo no era obra de los dioses.
También son reconocidos como los primeros en intentar dar una respuesta materialista al surgimiento de objetos reales del aire, el agua o el fuego, y guiaron los intentos por descubrir leyes en la naturaleza.


Tras las múltiples conquistas de Alejandro Magno, el conocimiento generado por los griegos fue esparcido por diversos lugares, lo que promovió un mayor desarrollo de las ciencias.
En esta época destaca el griego Arquímedes, que se desempeñó como astrónomo, ingeniero, físico, inventor y matemático.
Además de haber construido máquinas sumamente novedosas y útiles como el tornillo de Arquímedes, herramienta que permite el ascenso de harina, agua y otros elementos, este científico enunció los principios vinculados con la palanca, así como con la estática y la hidroestática.
Otro científico destacado de la época dorada de Alejandría fue Eratóstenes, geógrafo, astrónomo y matemático a quien se le atribuye la primera medición de la circunferencia y del eje planeta Tierra. Los datos obtenidos por Eratóstenes fueron bastante precisos, razón por la cual aún hoy se le considera un científico notable.


Tras la caída del Imperio romano, la civilización experimentó una especie de retroceso en el ámbito de la ciencia, debido a que la mayoría del material documentado por los científicos griegos se perdió o se destruyó.
Sin embargo, durante el siglo XII hubo un despertar gracias al cual se promovió el desarrollo de la ciencia, especialmente en el ámbito de la naturaleza, buscando explicar sus leyes por medio del razonamiento.
El desarrollo de procedimientos y métodos científicos tuvo un auge, que fue frenado por la peste negra y sus consecuencias en la región.
Tras este grave incidente, la cultura cristiana comenzó a tener más importancia en Occidente, lo que llevó a regresar a la visión teocéntrica del mundo. Por esta razón se considera que la Alta Edad Media implicó un retraso en el desarrollo de la ciencia.


Sin embargo, las civilizaciones orientales siguieron adelante con sus procesos de desarrollo científico, y al final del periodo antes mencionado Europa comenzó a adoptar invenciones que se habían generado en Oriente, como la pólvora o la brújula, que indudablemente fueron determinantes para el curso de la historia.
Sin duda, uno de los avances más importantes que promovió el crecimiento de la ciencia fue la creación de la imprenta moderna, invención hecha por Johannes Gutenberg aproximadamente en 1450.
La implicación más relevante de la imprenta fue la democratización de la información, lo que ayudó a que las ideas se difundieran con mayor rapidez.
A pesar de que muchos personajes del Renacimiento centraron su atención en el hombre y sus cuestiones, se estima que los avances científicos en esta época fueron importantes, especialmente en cuanto a cómo leer de forma adecuada los textos.
Varios investigadores concuerdan en que durante esta etapa comenzó a gestarse la llamada revolución científica, fenómeno que abarcó la Edad Moderna.


Durante los siglos XVI, XVII y XVIII la civilización fue testigo del nacimiento de la revolución científica, movimiento que creó la estructura para la ciencia clásica que hoy conocemos.
Los descubrimientos en áreas como física, química, biología y anatomía, entre otras, contribuyeron a comprender al mundo desde un punto de vista empírico, descartando muchas de las nociones de la época medieval.
En la Edad Contemporánea se dio el paso más relevante relacionado con la ciencia: la profesionalización de la disciplina. En este contexto, grandes descbrimientos siguieron transformando a la sociedad.
Ejemplos de ello son la aparición del electromagnetismo, de la termodinámica, de la radiactividad y de los rayos X. También destaca el nacimiento de la genética como ciencia, así como la producción de vacunas.


La ciencia no se detiene; se reta, se cuestiona y nunca deja de evolucionar, porque el hombre y la naturaleza, que son su principal fuente de información, tampoco dejan de hacerlo.
Actualmente hemos sido testigos de avances científicos de gran importancia, como el área de la genealogía forense, la generación de embriones artificiales, la protección del ámbito privado de los ciudadanos y la búsqueda de una energía realmente limpia, sin la presencia de agentes contaminantes.
Todos estos hallazgos confirman que la ciencia es una disciplina vital para los seres vivos, que está en constante evolución y que seguirá siendo muy relevante para el desarrollo de la vida humana.



Desde la antigüedad, los seres humanos buscaron explicación a los fenómenos de la naturaleza; en un principio creían que eran obra de seres sobrenaturales a los que llamaron dioses.
En sociedades y en tiempos tan distintos como los vikingos, los viejos pobladores de Noruega y los aztecas de Mesoamérica, creían que la lluvia era provocada por la ira de los dioses, Tor para los noruegos y Tlaloc para los aztecas. Para explicar los fenómenos de la naturaleza se inventaron leyendas.
En el presente, sabemos que la lluvia es provocada por la condensación del agua que se evapora del mar, lagos y ríos y que sigue un ciclo continuo.
Fue en Grecia, seiscientos años antes de Cristo, que evolucionó el pensamiento; desde la creencia en leyendas, el hombre comenzó a explicarse el mundo con base en la experiencia y la razón.


Los primeros pensadores o filósofos buscaban explicaciones naturales a los procesos de la naturaleza. Uno de ellos, Demócrito, quien vivió en el siglo IV antes de Cristo, se preguntó cómo estaban formados los organismos y fue el primero en suponer que todas las cosas y los seres estaban formados por piececitas pequeñas e indivisibles como si fueran las piezas de un lego a las que llamó átomos. Tenían que ser eternos, pues nada puede surgir de la nada.
Cuando un cuerpo, un árbol o un animal, muere y se desintegra, los átomos se dispersan en el suelo y se vuelven a utilizar en el crecimiento de una nueva planta o en la alimentación de otro animal.



En el siglo XX, los científicos descubrieron que los átomos pueden dividirse en partículas elementales: protones, neutrones y electrones. Fue hasta en los siglos XVI y XVII que se desarrolló la ciencia como la entendemos en nuestros días, con la contribución de muchos sabios, Copérnico, Galileo, Descartes y otros muy famosos.
Para hacer ciencia se requiere seguir un método: una forma ordenada y sistemática de observar los fenómenos de la naturaleza.
Elaborar una teoría, buscar fórmulas matemáticas que expliquen los fenómenos que pueden medirse.
Probar la teoría con experimentos.
Comparar los resultados con los de otros investigadores.
Recopilar toda la información que precedió al estudio del fenómeno que nos interesa.
Este ha sido el camino de las personas que hacen ciencia en nuestros días. 


Ciencia es un concepto que vienes manejando desde hace ya varios años, varios cursos. Lo asocias a algunas asignaturas como las Matemáticas, la Biología, la Física, la Química... pues ¡¡son ciencias!! mientras que la Literatura o la Religión, por ejemplo, non son ciencias. Ahora bien, muy seguramente nunca te planteaste esta pregunta "¿Qué es ciencia?", es decir, qué características o cualidades tienen las Matemáticas o la Biología que hacen que sean ciencia y que la Literatura o la Religión no tiene y que por ello no son ciencias.
Pues bien, la pregunta "¿qué es la ciencia?" es una pregunta filosófica, es decir, de responder a ella se encarga una parte de la filosofía, la Epistemología o Filosofía de la Ciencia. Y es lo que vamos a hacer ahora "pensar" filosofar sobre la Ciencia, que no es "estudiar" ciencias, esto ya lo haces en otras asignaturas. Vamos a partir de una clasificación de la ciencias para empezar a entender qué es ciencia.


La ciencia es el conjunto de conocimientos que se organizan de forma sistemática obtenidos a partir de la observación, experimentación y razonamiento dentro de áreas específicas. Es por medio de esta acumulación de conocimientos que se generan hipótesis, cuestionamientos, esquemas, leyes y principios.
La ciencia se encuentra regida por determinados métodos que comprenden una serie de normas y pasos. Gracias a un riguroso y estricto uso de éstos métodos, son validados los razonamientos que se desprenden de los procesos de investigación, dando rigor científico a las conclusiones obtenidas. Es por esto que las conclusiones derivadas de la observación y experimentación científica son verificables y objetivas.


La ciencia se ramifica en lo que se conoce como distintos campos o áreas de conocimiento, donde los distintos especialistas llevan a acabo estudios y observaciones, haciendo uso de los métodos científicos, para alcanzar nuevos conocimientos válidos, certeros, irrefutables y objetivos.
la ciencia se vale de lo que se conoce como método científico entra en el link para ampliar el tema, que implica una serie de pasos que son necesarios para alcanzar el conocimiento científico.
Para esto, es necesario utilizar los instrumentos adecuados para que el conocimiento sea válido. Este método, o pasos a seguir por el investigador, siempre deben ser explicados y detallados a lo largo de la investigación, para que sus receptores lo conozcan y puedan juzgar los resultados obtenidos.
Observación. Lo primero que debe realizar el investigador es observar detenidamente el fenómeno que desea estudiar. Para esto, analiza dicho fenómeno tal cual se lo encuentra en la naturaleza, valiéndose de sus propios sentidos.


Inducción. A partir de esto, el científico obtiene el principio particular de cada uno de los fenómenos analizados. A esto se lo conoce bajo el nombre de inducción.
Hipótesis. El siguiente paso es plantear una hipótesis, es decir, una proposición probable que se formula luego de la recolección de datos e información.
Experimentación. Es a partir de esta proposición que el científico orienta su investigación científica, realizando tantas pruebas como fueran necesarias, para internet probarla o refutarla.
Conclusiones. Luego de esto, se debe presentar una investigación en donde todos los pasos anteriores sean detallados y donde se expresen las conclusiones a las que se llegó luego del trabajo realizado.


Ciencias formales o deductivas. Estudian las ideas, están constituidas por las matemáticas y la lógica. Se valen del método axiomático deductivo, este consiste en un conjunto de enunciados no demostrados o axiomas y unas reglas deductivas que se le aplican para obtener teoremas. No pueden validar sus fórmulas a través del contacto con la realidad ya que se refieren a lo abstracto.
 Es autosuficiente por su contenido y método de prueba, que le permiten conseguir una verdad completa. Se vale de formulas analíticas que pueden convalidarse por medio del análisis racional. Estas ciencias además constituyen una herramienta conceptual para todas las otras ciencias y áreas del conocimiento.
La mayoría de las ciencias tienen como objeto primordial de estudio los hechos objetivos, o sea, hechos que suceden en la naturaleza. Por ejemplo, la botánica estudia las transformaciones y cambios que ocurren en el reino vegetal. La vegetación, las plantas y los árboles están ahí. Son un hecho objetivo.
Un científico botánico puede verlos, tocarlos, observarlos, reproducirlos, injertarlos, podarlos, etc. Está trabajando con hechos. Pero no todos los científicos trabajan con hechos objetivos.


Hay algunos que trabajan primordialmente con formas. Los dos casos más importantes son la lógica y la matemática. En ambos casos, se trata de la construcción de entes ideales, abstractos, que no corresponden directamente a hechos de la realidad y cuya existencia se ubica en la mente humana. Por lo tanto, las ciencias fácticas trabajan primordialmente con los hechos y las ciencias formales primordialmente con formas.
Las ciencias formales se basa en las construcciones lógicas, su método tiende a probar la coherencia de su razonamiento con base en los supuestos o axiomas que se adoptan.


Axioma
Un axioma es un supuesto de una ciencia formal, cuya corrección se da por aceptada y, por tanto, no se discute. La prueba consiste en demostrar la coherencia interna y la corrección de una afirmación, partiendo de los axiomas o de conclusiones basadas en esos axiomas. Por ejemplo:
Etapa 1. Se adoptará este axioma: “dos cosas iguales a una tercera, son iguales entre sí.
Etapa 2. Para facilidad del razonamiento, le damos una representación literal a cada una de esas tres cosas. Respectivamente llamaremos: a, b y c.
Etapa 3. Las dos primeras etapas nos permiten formular el axioma dicho de la siguiente manera: si a = b, y b = c, entonces a = b.
Etapa 4.Si le damos un valor de 1 a “b”, entonces podemos concluir que también a = 1, y que también c = 1.


Para demostrar o probar ésta conclusión no se está obligado a la confrontación con la realidad. Basta cumplir con las leyes internas de la lógica que se ha adoptado. Sobre ésta conclusión es posible, si se siguen estrictamente las reglas de la lógica, construir otras conclusiones, hasta elaborar un sistema coherente de pensamiento.
Las ciencias fácticas se dividen en: ciencias naturales y ciencias sociales. Las ciencias naturales se dedican al estudio de procesos, cambios y transformaciones de la materia tal como se presenta en la naturaleza. En tanto que las Ciencias Sociales estudian las relaciones de los hombres entre sí.
Entre las ciencias sociales se encuentran la economía, la antropología, la historia, la geografía humana, la psicología social y, por supuesto, la sociología.


En las ciencias formales las proposiciones analíticas o contradictorias recogen los enunciados de las matemáticas y la lógica que en general constituyen las ciencias formales. El positivismo lógico considera a estas ciencias no empíricas.
Las ciencias formales están divididas de una forma radical, por un lado las ciencias reales y por otro lado las ciencias empíricas. Las empíricas deben satisfacer determinados requisitos lógicos en sus inferencias y deben adaptarse a las formalizaciones derivadas de la lógica matemática.
Las expresiones y formulas de la lógica y de las matemáticas no deben verificarse por ser analíticas, pero el resto de los enunciados científicos deben ser comprobados en la realidad o por observación.
La lógica y la matemática son ciencias formales, por ocuparse de inventar entes formales y establecer relaciones entre ellos. Estos objetos no son cosas ni procesos, sino formas en las que se puede verter un surtido ilimitado de contenidos, tanto fácticos como empíricos. Se pueden establecer correspondencias entre estas formas u objetos formales relacionándolas con objetos o procesos pertenecientes a cualquier nivel de la realidad.


Los teoremas formales solo deben ser probados apoyados en la lógica. Las ciencias formales no se refieren a nada que se encuentre en la realidad, por eso no pueden utilizar nuestros contactos con la realidad para convalidar sus formulas.
Estas ciencias estudian conceptos abstractos, además de las leyes lógicas, es decir las leyes que permiten inferir proposiciones a partir de enunciados verdaderos. Su característica típica es que demuestran o prueban sus enunciados con base en principios lógicos o matemáticos, pero no los confirman experimentalmente.


De esta forma las ciencias formales no dan información acerca de la naturaleza, conformándose con ser recursos o instrumentos meramente formales, que el científico necesariamente tendrá que manejar en la práctica de investigaciones, comprobaciones y verificaciones.
Como ciencia del razonamiento se ha visto modificada en varios aspectos a través de la historia, hasta tal punto que actualmente se habla de varias lógicas. Estas son, Las lógicas extendidas: se llaman así porque se consideran extensiones de la lógica clásica, como en el caso de la lógica modal.
Las lógicas divergentes: llevan este nombre puesto que no están de acuerdo en algunas tesis sustantivas de la lógica clásica, como en el caso de la lógica trivalente.
La matemática
Consta de la teoría de conjuntos y las geometrías no euclidianas, instrumentos matemáticos descubiertos y formulados para auxiliar y entender los nuevos aspectos del universo que surgen a los ojos de las nuevas teorías físicas.


Diferencia entre las ciencias formales y fáctica
La palabra fáctica proviene del latín facto que significa hecho. Las ciencias fáctica son, entonces, las que estudian los hechos. Las formales, como su nombre lo indica, estudian las formas. En consecuencia, la primera diferencia entre las ciencias formales y las fácticas son su objeto de estudio.
Es necesario poner atención a la palabra “primordialmente”, porque quiere decir que las ciencias fácticas también trabajan con abstracciones y que las ciencias formales reciben influencia de los procesos reales.
Es claro que el botánico, después de observar muchos árboles, construye un ente abstracto que es el concepto de “árbol”, el cual no corresponde a un árbol en particular.
Por otro lado, para ayudarse en su estudio, el botánico tiene que recurrir a conceptos más formales, como los números, a fin de formular las leyes científicas que él trata de probar. Otra diferencia entre las ciencias exactas y las fácticas radica en su método de estudio.


El método científico tiende
En las ciencias formales, a demostrar o probar.
En las ciencias fácticas, a confrontar las leyes con la práctica.
Importancia de la ciencia en el mundo actual
La ciencia es un elemento muy importante en la vida actual. Sin ella no existirían las tecnologías y métodos que usamos para vivir mejor. Es importante porque sin ella el conocimiento humano no avanzaría.


Tanto las ciencias fácticas como las formales son igual de importantes. Una es el complemento de la otra. Ambas se necesitan unas a otras para poder existir. Por ejemplo, una persona que estudia Química ciencia fáctica necesita de la matemática ciencia formal para realizar todos los calculas y predicciones. No se puede decir que una ciencia es mejor que la otra. Simplemente las dos son igual de necesarias para un científico.
Hay algunas personas que dicen que una ciencia es más difícil que la otra, pero eso es totalmente erróneo, ya que las dos son igual de importantes y robustas. Un buen científico es que se mueve en ambos tipos de ciencia.




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