viernes, 28 de junio de 2019

Astorga surgimiento de una ciudad con Historia



Astorga surgimiento de una ciudad con Historia

 

Historia de Astorga 
El surgimiento de la ciudad de Astorga hay que situarlo en el asentamiento de las tropas militares de la Legio X Gémina encargada de la incorporación al Imperio Romano del territorio Astur. Hacia el año 19 a.C. se asentará una parte de la citada legión sobre el pequeño cerro en el que hoy se encuentra el centro urbano. Tras diez años de luchas intermitentes entre las unidades legionarias y los pueblos Astures, toda la zona queda incorporada al imperio romano. Aproximadamente medio siglo después, la dinámica de desarrollo de la región, y en especial la riqueza de las minas de oro del noroeste peninsular, convertirán este importante campamento militar en una urbe donde se situaban ,tanto el centro de gestión de las explotaciones mineras , como la capital del Conventus Iuridicus Asturum.


Con estas funciones políticas y administrativas se mantendrá hasta el siglo IV d.C., cuando se levantará la muralla y se iniciará un extenso proceso de reestructuración urbana, durante este siglo el Cristianismo se consolidará en la ciudad ,y se creará una extensa diócesis que llega hasta nuestros días y que explica el origen del importante patrimonio artístico religioso que Astorga posee actualmente.
El asentamiento de los pueblos visigodos en la península, hizo que Astorga fuera una importante urbe dentro de la zona controlada por los Suevos. Las desavenencias de estos últimos con los Visigodos hicieron que la ciudad fuera invadida y destruida en varias ocasiones.
De igual forma, con la llegada de los árabes, esta situación se volvió a repetir, por lo que la ciudad vió muy reducida su población y entró en un periodo de decadencia, del que fue saliendo paulatinamente durante la Baja Edad Media. El auge del Camino de Santiago y, sobre todo la creación en el siglo XIV del marquesado de Astorga, regentado por la familia Osorio fueron factores determinantes en el resurgimiento de la ciudad. Este esplendor se traduce también en el inicio de la construcción de la actual catedral, y de varias iglesias y conventos religiosos todo ello con el respaldo del Obispado de Astorga.


Tras la etapa medieval, el siglo XVII supondrá el brote de las relaciones directas con las comarcas colindantes. Gracias al desarrollo de la arriería como actividad mayoritaria sobre todo en la comarca de Maragatería. La red de transporte de los arrieros maragatos acercó Astorga al resto de España y la conectó con los puertos y mercados más importantes, en esta época, se abrirán, por ejemplo,’ las fábricas textiles del Val de San Lorenzo y surgirá el proceso de elaboración del chocolate utilizando el cacao transportado por los arrieros desde los puertos receptores de mercancías indianas.


El siglo XIX se inició con las vicisitudes de la Guerra de la Independencia la toma de la ciudad por las tropas francesas y su posterior recuperación por el ejército al mando del General Santocildes. Estos acontecimientos bélicos provocarán la destrucción de parte de las construcciones urbanas anteriores como el castillo de los marqueses y un sector del lienzo norte de la muralla. La llegada del ferrocarril, a mediados del siglo XIX trajo consigo, en los años posteriores la decadencia del transporte arriero y la emigración a tierras americanas de parte de la población de las comarcas cercanas a Astorga, pero el ferrocarril también produjo en la ciudad un gran cambio social y urbano creado por el desarrollo de la industrialización. A finales de este siglo se inicia también la construcción de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad: el Palacio Episcopal obra del genial arquitecto Antonio Gaudí.


A pesar del paso de los siglos y de los avatares de la historia, Astorga ha mantenido su carácter de capital de las comarcas cercanas, y hoy en día, tienen su sede en Astorga diversos servicios e instituciones públicas que ejercen sus funciones en dichas comarcas, la ciudad cuenta también con diversas industrias relacionadas con la elaboración de productos típicos como la cecina, las mantecadas. los hojaldres, el chocolate, los merles y la repostería tradicional.
Astorga, es una ciudad forjada durante más de dos milenios, y ofrece al visitante la posibilidad de disfrutar agradables vivencias y sensaciones fruto de su dilatada historia, su rico patrimonio y su gastronomía singular. Recorriendo Astorga podremos sentir su carácter de ciudad acogedora y amable con el viajero, ya que hace más de dos mil años que fue fundada como cruce de caminos y punto de encuentro.


Astorga, León
Astorga es una ciudad situada en la provincia de León. Es cabeza de diócesis y capital de la comarca de la Maragatería.
Es una ciudad cargada de historia, en ella convergen dos grandes rutas, la Vía de la Plata, que nacía en Mérida y finalizaba en Astorga y la Ruta Jacobea, ya que fue un punto clave en el Camino de Santiago durante la Edad Media.


Palacio Episcopal, Astorga. León
Todavía se conservan restos de la Asturica Augusta, es decir, de la Astorga romana, que conviven con edificios modernos, como el foso del campamento, la muralla, las termas o el foro.
El Foso del Campamento, está asociado a un campamento militar romano que se encargaba de controlar y vigilar el territorio astur anexionado.
Las termas eran baños públicos destinados al aseo personal y al ocio. En Astorga hubo dos complejos termales, las Termas Mayores y las Termas Menores.
El foro, que coincide con la actual Plaza Mayor, era el centro de la actividad pública. Era el lugar donde se realizaban las transacciones comerciales, los cultos religiosos y donde los ciudadanos se reunían.


En el lado oeste del foro se edificó un gran pórtico abovedado que se conoce como Ergástula y que en la actualidad alberga el Museo Romano.
En el centro del recinto estaba la Aedes Augusti, se trataba de un templo para el culto imperial. Es de planta rectangular y estaba pavimentada con un lujoso suelo de placas de mármol de diseño geométrico.
Otro de los elementos típicos de la Asturica Augusta es su red de cloacas o alcantarillado.


La Catedral de Santa María
La Catedral de Astorga es, probablemente, el monumento más importante de la Ciudad. Incorpora diferentes corrientes artísticas, gótico, renacimiento, barroco y neoclasicismo. 
Comenzó a construirse en el siglo XV, sobre otra de estilo románico, y no se acabó hasta el XVIII. La actual Catedral es de estilo gótico-tardío, consta de naves con capillas adosadas, siendo la nave principal de mayor anchura que las laterales.
La fachada principal, de estilo barroco, se organiza a modo de retablo pétreo. Aparece representado el Descendimiento de Cristo, imagen de la Asunción en una hornacina y la de Santiago peregrino en el frontón. Posee un gran rosetón decorado con temas vegetales sobre el que se encuentra el escudo de la monarquía.


Fachada barroca de la Catedral de Santa María de Astorga
En el presbiterio se encuentra el retablo Mayor, realizado en 1560, por Gaspar Becerra. Es un retablo de cinco calles con escenas de la vida de la Virgen, la Asunción en el centro y la Vida y la Pasión de Cristo. Sigue los principios de simetría, mesura y corpulencia anatómica característicos del renacimiento español.
Junto a la Iglesia, integran el complejo catedralicio el Museo de la Catedral, el Archivo Diocesano, y el Hospital de San Juan.


El Palacio Episcopal
Astorga contaba con un palacio episcopal, pero un incendio producido en 1886 lo destruyó completamente. 
En aquel tiempo, era obispo de Astorga el catalán Joan Baptista Grau i Vallespinós, quién encarga la construcción de un nuevo palacio episcopal al también catalán Antonio Gaudí.


El Palacio Episcopal de Astorga, León
En el año 1887 Gaudí proyecta un edificio de estilo gótico. Las obras comienzan en 1889, pero se paralizan en 1893 a la muerte del obispo Grau. Se quisieron introducir, además, cambios en los planteamientos del arquitecto, cosa que Gaudí no acepta y por ello, abandona el proyecto.
A partir de entonces, se encargarán de las obras otros arquitectos como Francesc Blanch i Pons, Manuel Hernández y Álvarez Reyero o Ricardo García Guereta. Este último prescindirá de muchas de las ideas de Gaudí.
El palacio consta de cuatro fachadas, separadas por torreones y rodeadas por un foso. Por el torreón situado al norte, asciende una escalera de caracol que comunica las plantas interiormente.


El acceso al palacio se realiza por un pórtico de planta circular sobre el que está el balcón de la primera planta.
El interior sigue las pautas volumétricas del exterior. Cada planta está ambientada según su función, el sótano, por ejemplo, no tiene más decoración que la bicromía entre la piedra y el ladrillo.
Destaca la iluminación que se consigue a través de ventanales neogóticos que se cierran con vidrieras de diferentes motivos.
Las estancias más importantes del palacio son la capilla, el comedor de gala, el salón del trono y el despacho oficial.
En la capilla sobresalen los tonos fuertes de los vidrios con escenas de la Virgen María. En el comedor de gala las vidrieras presentan motivos frutales y en el despacho oficial, se decoran con escudos de prelados astorganos y con guirnaldas vegetales.
El Palacio alberga en la actualidad El Museo de los Caminos.
Otros lugares de interés son el Ayuntamiento, la Celda de las Emparedadas o la Capilla de San Esteban.


El Ayuntamiento de Astorga
Es un edificio del siglo XVII. Su fachada barroca está flanqueada por dos torres. En la espadaña central se ubican los maragatos, que son figuras articuladas que golpean la campana y marcan las horas.


Astorga, la huella de la historia

 Historia de Astorga 
En Astorga se encuentran dos de las principales rutas culturales de España: el Camino de Santiago y la Vía de la Plata. Con sus más de 2.000 años de historia, esta ciudad de Castilla y León le descubrirá un conjunto monumental sorprendente, donde hay lugar para catedrales renacentistas, termas romanas y el modernismo de Gaudí.Para conocer Astorga hay que dirigirse al noroeste de España, a la provincia de León. Se levanta a sólo 45 kilómetros de la ciudad del mismo nombre, León, en la llamada comarca de la Maragatería.


 Tras ser conquistada por los romanos, la localidad se convirtió en un importante centro estratégico debido fundamentalmente a que se trataba de una zona rica en oro. El legado de aquella época y los restos de las explotaciones mineras son parte de los atractivos que encontrará en Astorga, pero no los únicos.Lo primero que le llamará la atención al llegar es la imagen de dos de los monumentos más importantes de la localidad, la Catedral de Santa María y el Palacio Episcopal. 
Ambos edificios se sitúan uno junto al otro y aparecen rodeados por una muralla de origen romano excelentemente conservada. Fíjese bien porque la Catedral es una bella síntesis de estilos, con elementos que van desde el gótico florido, al barroco o al renacentista. La razón es que empezó a construirse en el siglo XV y no se terminó hasta el siglo XVIII. Otra curiosidad es la diferencia de color de las dos torres que flanquean la portada, ya que una de ellas se vio afectada por un terremoto en 1775 y tardó más en ser finalizada.


 En el interior, no deje de admirar el impresionante retablo mayor y el coro.Al lado de la Catedral verá el Palacio Episcopal, diseñado por el famoso arquitecto modernista Antonio Gaudí. Es un conjunto neogótico que parece salido de un cuento de hadas. En el jardín exterior le darán la bienvenida tres ángeles de zinc y dentro podrá visitar el Museo de los Caminos, que contiene una interesante colección de piezas relacionadas con el Camino de Santiago.
 En Astorga hallará otros edificios interesantes como por ejemplo la Casa Granell o la Iglesia de San Andrés.Diríjase luego a la Plaza Mayor, donde se sitúa el Ayuntamiento de estilo barroco, y donde se realiza un mercadillo tradicional todos los martes por la mañana. La visita a los vestigios romanos que se conservan en la ciudad también es imprescindible. 


El recorrido le mostrará los restos del foro, las termas, las domus (viviendas), el templo dedicado al culto imperial, el campamento legionario o la red de saneamiento. En la antigua Ergástula (cárcel) se ubica el actual Museo Romano con estatuas, ánforas, joyas y relieves. Para no perderse nada, lo mejor es acudir antes a la Oficina de Turismo de la localidad.Si todavía le queda tiempo, acérquese a alguno de los pueblos de los alrededores para descubrir el encanto de la arquitectura popular de la comarca de la Maragatería. 
Sin ir más lejos, en Castrillo de los Polvozares, a sólo 5 kilómetros de Astorga, encontrará un buen ejemplo donde, además, le recomendamos que pruebe el plato típico de la zona: el cocido maragato. Si lo desea, también puede realizar la “Ruta del Oro”, que le llevará por diferentes localidades de la zona en busca de las viejas explotaciones mineras romanas.

Astorga  encuentro con la Historia y el Presente 

En la comunidad de Castilla y León
Astorga


Situada a unos 50 kilómetros de León, Astorga atesora una antiquísima historia que hoy cuenta a través de sus monumentos.
Declarada Conjunto Histórico Artístico en 1978, es además capital de la Comarca de la Maragatería.  
En la comunidad de Castilla y León, entre un páramo y un monte, encontramos la bonita ciudad de Astorga, con sus comarcas y sus orígenes como campamento militar romano. Al noroeste de España, una verdadera joya que vale la pena recorrer si eres amante de la historia y de las fiestas tradicionales.
Astorga, su rica historia y sus tradiciones
Los inicios de la actual ciudad de Astorga se remontan al siglo I a.C. cuando aquí se estableció un campamento romano.


 Poco tiempo después pasó a ser un asentamiento civil y a partir del siglo III se convirtió en sede episcopal. Fue tomada por los bárbaros y los musulmanes (en cuatro oportunidades) y reconquistada por los asturianos.
La iglesia siempre ha sido una gran protagonista en los sucesos más destacados de Astorga, sobre todo a partir del siglo XI cuando se anexó al Camino de Santiago. Tras la ocupación francesa y el desarrollo de la industria alimentaria (sobre todo repostera y cárnica), la ciudad comenzó a ser “vista” por los amantes de la cultura, el arte y la historia.
Además, aquí se puede disfrutar de diferentes tradiciones interesantes. El primer fin de semana después de Miércoles de Ceniza se desarrolla el Carnaval, y a lo largo del año se llevan a cabo otras celebraciones como la Semana Santa, la Fiesta de Astures y Romanos y las procesiones de la Zuiza y de la Virgen de Castrotierra.


Astorga
La capital de la Maragatería es uno de los rincones más visitados de la provincia de León debido a su gran riqueza patrimonial y, por supuesto, a su encanto. Entre los sitios destacados de Astorga (que no puedes dejar de visitar en tu estancia) se encuentran:
Palacio Episcopal
La actual sede del Museo de los Caminos es una obra del arquitecto de origen catalán Antoni Gaudí su arte no solo está presente en Barcelona. El mismo obispo de Astorga habló con el artista para convencerlo para realizar esta construcción.
Si bien la piedra fundacional data del año 1887 debido al fallecimiento de ambos, Gaudí y el obispo, el palacio no se terminó hasta entrados los años 60.


Para construir el Palacio Episcopal se eligió el granito blanco, de esta manera no le quitaba protagonismo a la catedral de la ciudad. Parece más un castillo, ya que tiene miradores, almenas y hasta un foso.
Posee cuatro plantas: sótano, planta baja, planta “noble” y planta superior. Se llega a cada una de ellas a través de una escalera caracol. En sus salas se puede recorrer el Museo de los Caminos, relacionado a la peregrinación de Santiago de Compostela.
Los orígenes de este templo son realmente antiguos los primeros vestigios datan del siglo III y es una de las pocas con el título de apostólica. El edificio como lo vemos hoy se erigió a partir deño 1447 sobre los restos de una construcción romana y es de estilo gótico tardío. Tambiénincluye aspectos renacentistas y barrocos debido a que las obras tardaron varios siglos en terminarse.  
En el interior hay 3 naves, una capilla interior y los hermosos retablos, entre los que destacan el de la Inmaculada, el de San Juan Bautista y el de San Jerónimo. Además cuenta con el museo catedralicio, con más de 500 obras divididas en 10 salas.


Castrillo de los Polvazares
Está situado muy cerca del centro de Astorga y se trata de un pequeño pueblo maragato, de acceso peatonal (hay que dejar el coche en la entrada). Los habitantes aún se dedican a sus labores como siglos atrás.
Los arrieros o comerciantes itinerantes, por ejemplo, marcaron la fisonomía del pueblo, ya que las calles son anchas para dejar pasar a los carros y las casas tienen grandes portones y patios para guardar mercadería y animales. No dejes de recorrer la Calle Real y la Plaza Mayor… ¡parecerá que has viajado en el tiempo!


Museo del Chocolate
La tradición por este dulce se extiende en toda la región pero en Astorga es donde estaban la mayoría de las fábricas (por ejemplo en 1914 había nada menos que… ¡49!) desde el siglo XVI. El clima frío de la zona es ideal para enfriar el chocolate y en la actualidad además de disfrutar de esta delicia podemos conocer sobre su elaboración a través de este museo.
Tiene cuatro salas y en cada una se explican los procesos, los utensilios usados, fotos y documentación, carteles de publicidad y al final del recorrido, por supuesto, hay una tienda donde comprar todo el chocolate que queramos.
Con un pasado romano, una fuerte presencia de la iglesia y una tradición medieval, Astorga es un excelente lugar para una escapada de fin de semana. Por cierto, una recomendación, si visitas esta ciudad no dejes de probar el cocido maragato es, sencillamente ¡espectacular!



El surgimiento de la ciudad de Astorga hay que situarlo en el asentamiento de tropas de la Legio X Gémina, encargada de la incorporación al imperio romano del territorio Astur. Hacia el año 19 a.C. se asentará una parte de la citada legión sobre el pequeño cerro en el que hoy se encuentra el centro urbano. Medio siglo después, la dinámica de desarrollo de3 la región, y en especial la riqueza de las minas de oro, convertirán el asentamiento en una urbe importante, dedicada al control administrativo de las explotaciones y a la administración del “Conventus Austurum”.


Con estas funciones políticas y administrativas, se mantiene hasta la llegada del cristianismo, durante el siglo IV d.C., momento en el que se levanta la muralla y se inicia el proceso de reestructuración urbana que ha permitido la conservación de los restos arqueológicos con los que la ciudad cuenta en estos momentos.
La evolución urbana posterior ha venido marcada por las diferentes invasiones bárbaras y árabes, que condujeron a la reorganización de la ciudad a partir del final del primer milenio. Astorga se estabiliza y comienza la construcción de la primitiva catedral románica, de la que sólo conocemos restos puntuales conservados en el espacio ocupado por la actual, y la nueva traza de las calles, abandonando la antigua organización hipodámica de época romana.
El siglo XIV significó el auge del marquesado de Astorga, regentado por la familia Osorio y de la que permanecen varias casas blasonadas y las huellas de un castillo ubicado en el límite noroccidental de la muralla.
Este esplendor se traduce también en el inicio de la construcción de la actual catedral, el convento de clausura de Santa Clara y el convento de San Francisco, en la actualidad de los Padres Redentoristas.


Tras esta etapa, el siglo XVII supone el brote de las relaciones directas con las comarcas colindantes. Gracias al desarrollo de la arriería y sus inmediatos efectos preindustriales, se abren las fábricas textiles del Val de San Lorenzo y surge el proceso de elaboración del chocolate, utilizando el cacao transportado por los arrieros desde los puertos receptores de mercancías indianas.
El siglo XIX se inició con la toma de la ciudad por las tropas napoleónicas. Éstas destruirían parte de las construcciones urbanas anteriores, como el castillo y un sector del lienzo norte de la muralla.
La ulterior llegada del ferrocarril supondrá la decadencia del transporte arriero y traerá un gran cambio social y urbano que ha llevado a Astorga a depender directamente de las empresas de servicios y de una desarrollada industria de la repostería y de productos cárnicos procedentes del ganado de la montaña del Teleno.



Todavía se conservan restos de la Asturica Augusta, es decir, de la Astorga romana, que conviven con edificios modernos, como el foso del campamento, la muralla, las termas o el foro.
El Foso del Campamento, está asociado a un campamento militar romano que se encargaba de controlar y vigilar el territorio astur anexionado.
Las termas eran baños públicos destinados al aseo personal y al ocio. En Astorga hubo dos complejos termales, las Termas Mayores y las Termas Menores.
El foro, que coincide con la actual Plaza Mayor, era el centro de la actividad pública. Era el lugar donde se realizaban las transacciones comerciales, los cultos religiosos y donde los ciudadanos se reunían.

En el lado oeste del foro se edificó un gran pórtico abovedado que se conoce como Ergástula y que en la actualidad alberga el Museo Romano.
En el centro del recinto estaba la Aedes Augusti, se trataba de un templo para el culto imperial. Es de planta rectangular y estaba pavimentada con un lujoso suelo de placas de mármol de diseño geométrico.
Otro de los elementos típicos de la Asturica Augusta es su red de cloacas o alcantarillado.



La Catedral de Santa María

La Catedral de Astorga es, probablemente, el monumento más importante de la Ciudad. Incorpora diferentes corrientes artísticas, gótico, renacimiento, barroco y neoclasicismo.
Comenzó a construirse en el siglo XV, sobre otra de estilo románico, y no se acabó hasta el XVIII. La actual Catedral es de estilo gótico-tardío, consta de naves con capillas adosadas, siendo la nave principal de mayor anchura que las laterales.
La fachada principal, de estilo barroco, se organiza a modo de retablo pétreo. Aparece representado el Descendimiento de Cristo, imagen de la Asunción en una hornacina y la de Santiago peregrino en el frontón. Posee un gran rosetón decorado con temas vegetales sobre el que se encuentra el escudo de la monarquía.


Fachada barroca de la Catedral de Santa María de Astorga
En el presbiterio se encuentra el retablo Mayor, realizado en 1560, por Gaspar Becerra. Es un retablo de cinco calles con escenas de la vida de la Virgen, la Asunción en el centro y la Vida y la Pasión de Cristo. Sigue los principios de simetría, mesura y corpulencia anatómica característicos del renacimiento español.
Junto a la Iglesia, integran el complejo catedralicio el Museo de la Catedral, el Archivo Diocesano, y el Hospital de San Juan.



El Palacio Episcopal
Astorga contaba con un palacio episcopal, pero un incendio producido en 1886 lo destruyó completamente.
En aquel tiempo, era obispo de Astorga el catalán Joan Baptista Grau i Vallespinós, quién encarga la construcción de un nuevo palacio episcopal al también catalán Antonio Gaudí.
El Palacio Episcopal de Astorga, León
En el año 1887 Gaudí proyecta un edificio de estilo gótico. Las obras comienzan en 1889, pero se paralizan en 1893 a la muerte del obispo Grau. Se quisieron introducir, además, cambios en los planteamientos del arquitecto, cosa que Gaudí no acepta y por ello, abandona el proyecto.
A partir de entonces, se encargarán de las obras otros arquitectos como Francesc Blanch i Pons, Manuel Hernández y Álvarez Reyero o Ricardo García Guereta. Este último prescindirá de muchas de las ideas de Gaudí.
El palacio consta de cuatro fachadas, separadas por torreones y rodeadas por un foso. Por el torreón situado al norte, asciende una escalera de caracol que comunica las plantas interiormente.
El acceso al palacio se realiza por un pórtico de planta circular sobre el que está el balcón de la primera planta.
El interior sigue las pautas volumétricas del exterior. Cada planta está ambientada según su función, el sótano, por ejemplo, no tiene más decoración que la bicromía entre la piedra y el ladrillo.


Destaca la iluminación que se consigue a través de ventanales neogóticos que se cierran con vidrieras de diferentes motivos.
Las estancias más importantes del palacio son la capilla, el comedor de gala, el salón del trono y el despacho oficial.
En la capilla sobresalen los tonos fuertes de los vidrios con escenas de la Virgen María. En el comedor de gala las vidrieras presentan motivos frutales y en el despacho oficial, se decoran con escudos de prelados astorganos y con guirnaldas vegetales.
El Palacio alberga en la actualidad El Museo de los Caminos.
Otros lugares de interés son el Ayuntamiento, la Celda de las Emparedadas o la Capilla de San Esteban.



Historia
El surgimiento de la ciudad de Astorga hay que situarlo en el asentamiento de tropas de la Legio X Gémina, encargada de la incorporación al imperio romano del territorio Astur. Hacia el año 19 a.C. se asentará una parte de la citada legión sobre el pequeño cerro en el que hoy se encuentra el centro urbano. Medio siglo después, la dinámica de desarrollo de3 la región, y en especial la riqueza de las minas de oro, convertirán el asentamiento en una urbe importante, dedicada al control administrativo de las explotaciones y a la administración del “Conventus Austurum”.
Con estas funciones políticas y administrativas, se mantiene hasta la llegada del cristianismo, durante el siglo IV d.C., momento en el que se levanta la muralla y se inicia el proceso de reestructuración urbana que ha permitido la conservación de los restos arqueológicos con los que la ciudad cuenta en estos momentos.


La evolución urbana posterior ha venido marcada por las diferentes invasiones bárbaras y árabes, que condujeron a la reorganización de la ciudad a partir del final del primer milenio. Astorga se estabiliza y comienza la construcción de la primitiva catedral románica, de la que sólo conocemos restos puntuales conservados en el espacio ocupado por la actual, y la nueva traza de las calles, abandonando la antigua organización hipodámica de época romana.
El siglo XIV significó el auge del marquesado de Astorga, regentado por la familia Osorio y de la que permanecen varias casas blasonadas y las huellas de un castillo ubicado en el límite noroccidental de la muralla.
Este esplendor se traduce también en el inicio de la construcción de la actual catedral, el convento de clausura de Santa Clara y el convento de San Francisco, en la actualidad de los Padres Redentoristas.


Tras esta etapa, el siglo XVII supone el brote de las relaciones directas con las comarcas colindantes. Gracias al desarrollo de la arriería y sus inmediatos efectos preindustriales, se abren las fábricas textiles del Val de San Lorenzo y surge el proceso de elaboración del chocolate, utilizando el cacao transportado por los arrieros desde los puertos receptores de mercancías indianas.
El siglo XIX se inició con la toma de la ciudad por las tropas napoleónicas. Éstas destruirían parte de las construcciones urbanas anteriores, como el castillo y un sector del lienzo norte de la muralla.
La ulterior llegada del ferrocarril supondrá la decadencia del transporte arriero y traerá un gran cambio social y urbano que ha llevado a Astorga a depender directamente de las empresas de servicios y de una desarrollada industria de la repostería y de productos cárnicos procedentes del ganado de la montaña del Teleno.



Castrillo de los Polvazares

Castrillo de los Polvazares es un pueblo maragato que conserva la arquitectura y la disposición características de los pueblos de la comarca. Declarado Monumento Nacional en 1980, sus calles empedradas y las casonas tradicionales maragatas nos trasladan a otra época.


En el siglo XVI el pueblo original fue arrasado por una riada y se eligió el emplazamiento actual para reconstruirlo. Buena parte de los habitantes de Castrillo de los Polvazares se dedicaban a la arriería, de ahí que las casonas cuenten con grandes portalones de acceso, muchos de ellos en arco de medio punto.


 Tanto la vivienda como los establos están dispuestos en forma de U en torno a un patio central, empedrado. Todavía pueden verse algunos blasones de las familias maragatas más acaudaladas, entre ellas los Salvadores o los Rodríguez. Entre los siglos XVIII y XIX el pueblo vivió su momento de mayor prosperidad, y de esa época es el empedrado que se conserva en todas sus calles. El empedrado de la calle principal del pueblo, la calle Real, tenía como fin permitir el trasiego de los arrieros, sus animales y sus carros.


Castrillo de los Polvazares es un pueblo para pasear y perderse entre edificios de piedra, un pueblo en el que adivinar la historia de cada casona, de cada portalón, y en el que buscar las huellas todavía visibles de los carromatos de los arrieros.


El pueblo cuenta con numerosos restaurantes en los que degustar el tradicional cocido maragato, un plato contundente, que se disfruta mejor en los meses fríos, aunque tiene partidarios durante todo el año. Castrillo de los Polvazares cuenta también con una interesante 


vida cultural, gracias en buena parte a la Taberna El Trechuro, un local con un ambiente alternativo que ofrece música en directo, filandones, presentaciones de libros… En su carta de vinos y cervezas encontraréis su propia cerveza artesana. El Trechuro es el refugio ideal para reposar un cocido maragato.



Astorga encuentro de Caminos



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