domingo, 14 de febrero de 2021

14 Febrero el Día de San Valentín

 


                               14 Febrero el Día de San Valentín


Cada 14 de febrero se celebra en varios países del mundo con gran entusiasmo y alegría el Día de San Valentín. Un día muy especial para muchos, donde se resalta la importancia del amor y que, pese a la creencia de su origen comercial, viene de mucho antes. Concretamente del siglo III en Roma y la muerte de Valentín, un sacerdote sentenciado por celebrar en secreto matrimonios de jóvenes enamorados.Esta fecha, ha adoptado distintos nombres, Día de San Valentín, Día de los enamorados o Día del amor y la amistad, pero ¿cuál es el origen de esta celebración tan particular?

Esta festividad, asimilada por la iglesia católica, se remonta al siglo III en Roma, donde un sacerdote llamado Valentín se opuso a la orden del emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, considerando que los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras y vínculos sentimentales.

Valentín, opuesto al decreto del emperador, comenzó a celebrar en secreto matrimonios para jóvenes enamorados de ahí se popularizó que San Valentín sea el patrón de los enamorados.Al enterarse, Claudio II sentenció a muerte a San Valentín, el 14 de febrero del año 270, alegando desobediencia y rebeldía. Por este motivo, se conmemora todos los años el Día de San Valentín.

Además, como curiosidad, en cuanto a la comercialización de esta celebración, la primera reseña que existe es la que señala la norteamericana Esther A. Howland como la precursora de la venta de tarjetas regalo con motivos románticos y dibujos de enamorados que ideó y realizó a mediados de la década de 1840. Unos productos que se vendían por unos centavos en la librería que regentaba su padre en Worcester Massachusetts y las cuales se convirtieron en todo un éxito.

El origen histórico del día de san valentín

El 14 de febrero se celebra en todo el mundo el día de San Valentín, una jornada en la que las parejas se declaran su amor haciéndose regalos. Pero ¿sabes cuál es el origen de esta festividad tan singular?

A pesar de que es difícil conocer exactamente el origen de esta celebración –y de quién es realmente san Valentin y porqué es el patrón de los enamorados–, la historia se remonta a muchos siglos atrás, a unos tiempos ahora envueltos en la bruma del misterio. Algunos historiadores sitúan el origen de la fiesta de San Valentín en la antigua Roma, en la celebración de las lupercales, también llamadas lupercalia. Estas se celebraban ante diem XV Kalendas Martias, lo que equivalía al 15 de febrero. Supuestamente la palabra deriva de lupus lobo un animal que representaba al dios Fauno, que tomó el sobrenombre de Luperco, y de hircus, por el macho cabrío, un animal impuro. Los acólitos se reunían en una cueva sagrada y, siguiendo la tradición, el sacerdote sacrificaba una cabra y, a continuación, los niños salían a la calle para azotar a las mujeres con la piel de los animales para incentivar su fertilidad.

Pero el origen de la historia del personaje de Valentín se sitúa en la Roma del siglo III, cuando el cristianismo comenzaba a extenderse. En esos momentos gobernaba el emperador Claudio II el Gótico, que promulgó una ley por la cual prohibía casarse a los jóvenes para que pudieran alistarse en el ejército. Al no estar de acuerdo con dicha ley, un joven sacerdote llamado Valentín decidió desafiar la prohibición del emperador y empezó a celebrar matrimonios en secreto entre jóvenes enamorados, además de lograr que muchos se convirtieran al cristianismo y asistir a los presos antes de ser torturados y ejecutados.

Tras ser descubierto, Valentín fue arrestado y confinado en una mazmorra, donde el oficial encargado de su custodia le retó a devolverle la vista a su hija Julia que había nacido ciega. El joven sacerdote aceptó el reto y en nombre de Dios devolvió la vista a la joven, con lo cual logró que el oficial y toda su familia se convirtieran al cristianismo. A pesar del milagro, Valentín siguió preso, y el 14 de febrero del año 269 fue lapidado y decapitado. La leyenda cuenta que Valentín, enamorado de Julia, envió una nota de despedida a la muchacha en la que firmaba: "De tu Valentín", de ahí la expresión anglosajona con la que se firman las cartas de amor: "From your Valentine". Julia, agradecida, plantó un almendro que dio hermosas flores rosadas junto a la tumba de su amado, de ahí el simbolismo de este árbol para expresar el amor y la amistad duraderos.

El joven sacerdote Valentín, confinado en una mazmorra, realizó el milagro de devolver la vista a Julia, la hija de su carcelero. A pesar de ello fue condenado a muerte.Siglos después Valentín fue elevado a los altares, y en el año 494 el papa Gelasio I declaró el 14 de febrero, el día de su martirio, como el día de San Valentin. Enterrado a las afueras de Roma, en la vía Flaminia –un lugar que sería más tarde conocido como Puerta de San Valentín–, su tumba se convirtió en lugar de peregrinaje durante la Edad Media.


Día de San Valentín es sinónimo de regocijo, su origen histórico poco o nada tiene que ver con la atmósfera de ternura que se respira estos días. Todo lo contrario. La teoría que narra por qué se celebra el 14 de febrero se asemeja más a una película de terror que a una romántica. Nos habla de prisión, de martirio y de muerte. Y eso, a pesar de que se enmarca en un Imperio Romano en el que el cristianismo empezaba a tomar oxígeno e intentaba abrirse paso.

Pero vayamos por partes. El origen de todo se remonta al siglo III. Gobernaba entonces Claudio II Gótico 214-270 d.C., que había llegado al trono, en septiembre o en octubre de 268, tras la muerte de Galieno como resultado de una conspiración. Una de las medidas que impuso este emperador fue prohibir el matrimonio a sus soldados. El momento no podía ser peor, pues sus territorios se hallaban en mitad de una gravísima crisis que afectaba a las relaciones económicas, sociales y políticas del Imperio y, por si fuera poco, la amenaza de los alemanes, los godos y los galos pendía siempre sobre ellos.

Fue una etapa de inestabilidad que se plasmó en una gran cantidad de reinados breves, como el de Claudio, que apenas estuvo dos años en el poder, hasta su muerte en Sirmium a causa de una epidemia de peste o viruela (no está muy claro), mientras combatía a los vándalos. Ávido de que sus legionarios fueran los mejores, no tuvo mejor idea que prohibir el matrimonio a sus soldados, bajo el pretexto de que, si estaban casados, pecaban de conservadores en el campo de batalla. Creía, en aquellos momentos de acoso de las tribus germánicas, que los solteros eran más aguerridos y valientes, más dispuestos a jugarse la vida porque no estaban ligados a sus familias. Algo que no podía permitir con las fronteras acosadas.

Llega San Valentín

En estas circunstancias es cuando surge la figura de Valentín, obispo en Terni (Italia) en una época en la que la prohibición contra las actividades de los cristianos se relajó. Menos de una década antes, durante el reinado de Valeriano entre 253 y 260, se había originado una dura, cruenta e imprevista persecución contra ellos. Pero fue una cuestión recaudatoria más que religiosa, causada por la precaria situación económica del Imperio. Para intentar revertirla, el emperador ordenó secuestrar los bienes de los cristianos más ricos y asesinó a algunos mártires ilustres como el obispo Cipriano, el papa Sixto II y el diácono Lorenzo.

Cuando Valeriano murió en el 260, tras caer prisionero de los persas y ser convertido en esclavo, se inauguró una época de paz que se prolongó durante cuarenta años, en la que se favoreció el desarrollo interno y externo de la Iglesia. De hecho, varios cristianos subieron a altos cargos del Estado y se mostraron hombres capaces y honestos. Pero entonces Claudio II prohíbe el matrimonio de los soldados y aparece Valentín, el sacerdote que, ante tal injusticia, decide comenzar a casarlos a escondidas bajo el ritual cristiano. Quizá pensó que no tendría muchos problemas, teniendo en cuenta la época de aceptación y permisividad que se había iniciado. Muchos acudieron a él, convencidos de no debían cumplir la orden del emperador.

Valentín adquirió gran prestigio en toda la ciudad, hasta que llamó la atención de Claudio II, que quiso conocerle. El sacerdote aprovechó aquella visita para hacer propaganda de la fe cristiana e intentar convencer al soberano romano de que siguiera los pasos de Jesús. Y tuvo éxito, porque al principio consiguió que se sintiera atraído por aquella religión que la mayoría de los romanos e instituciones repudiaban. Pero alertados porque aquellas ideas calaran en él, el propio Gobernador de Roma y los altos mandos del ejército organizaron una campaña de acoso contra Valentín, con el objetivo de presionar al soberano.

El emperador Claudio terminó cambiando de opinión y ordenó que el sacerdote fuera detenido. El encargado de darle caza fue Asterius. Una vez entre rejas, este oficial quiso dejarle en ridículo y le puso a prueba. Le retó a que devolviese la vista a una de sus hijas, Julia, que había nacido ciega. Valentín aceptó y obró el milagro en nombre de Jesús. Asterius y su familia se quedaron tan impresionados que se convirtieron al cristianismo, corriendo el riesgo que eso suponía.

El 14 de febrero

Mientras estuvo encerrado, el oficial le pidió al obispo de Terni que le diera clases a su hija Julia, con la vista recién recuperada. Estuvieron muchos días juntos durante aquel aprendizaje, hasta el punto de que Valentín se enamoró de la muchacha. Pero el juicio siguió adelante y el final no fue precisamente bueno. El sacerdote fue condenado a muerte, lapidado y decapitado el 14 de febrero del 269. La víspera de su ejecución, le envió una nota de despedida a la chica firmada con las palabras «de tu Valentín». Se cree que ese sería el origen de la expresión anglosajona «From Your Valentine» que aparece al final de las cartas y poemas que se envían los enamorados en la actualidad.

«Se cree que fue enterrado en la Vía Flaminia, a las afueras de Roma, lo que hizo que durante la Edad Media la Puerta Flaminia fuese conocida como Puerta de San Valentín», explica Jesús Hernández en su libro «¡Es la guerra!». Pero actualmente, el cuerpo de San Valentín se conserva en la Basílica de su mismo nombre en Terni. La fecha para la celebración del día de los enamorados el 14 de febrero, sin embargo, no se estableció hasta más de dos siglos después. En concreto, entre el 496 y el 498, cuando el Papa Gelasio decidió honrar su muerte.

El Pontífice lo hizo también para acabar con una curiosa fiesta pagana que se celebraba desde hace siglos, derivada de los ritos en honor del dios de la fertilidad: Lupercus. Esta se celebraba el día 15 de febrero y consistía en un sorteo mediante el cual cada chico escogía el nombre de una joven, la cual se convertía en su compañera sexual durante un año. La Santa Sede quiso acabar con esta celebración pagana y canonizó a San Valentín como patrón de los enamorados.

A partir de ahí, San Valentín se celebró durante mil quinientos años, hasta que la Iglesia Católica, consciente de las dudas que existían sobre la veracidad de historia del obispo, acabó con ella de manera oficial en 1969. Y resucitó después por obra del comercio.


Poema

La belleza de tus ojos,

la suavidad de tus manos

y la ternura de tu boca

hacen que mi cuerpo

se desborde de pasión y locura

No me mires,

no me hables, ni me beses

porque si lo haces

mi alma quedará cautiva de ti

y en las noches en que no te tenga

la oscuridad me envolvera

atemorizando mi ser

al saber que tu piel y tus besos

le pertenecen a otra.


Viste mis miedos con tus sonrisas

eclipsando las dudas que me atormentan.

Apaga este fuego que me consume

y me devora por dentro

Hazme sentir el calor de tu consuelo

cada mañana al despertar

Que al abrir los ojos

sólo quieras mi boca besar..!!


Deja que la noche

avance, que se conquiste a

sí misma con su canto.

Su fábrica de sueños no descanse.

La luna vigile cada estrella

y sus sombras sobre el mar.

Deja que la noche conquiste cada alma.

Les muestre el camino de encuentro.

Jueguen en los parques de otras dimensiones.

Y se regocijen de sí mismas.

Deja que la noche conquiste

nuevamente la fe en el amanecer.

Y que este paso lento, callado,

interminable, sea más rápido.

Alumbre pronto sobre la arena

los universos nuevos.

Deja que te conquiste la noche

con una palabra mía que lleves

sembrada en el alma

hasta el amanecer.

Deja que te conquiste.

1 comentario:

  1. Día de San Valentín es sinónimo de regocijo, su origen histórico
    poco o nada tiene que ver con la atmósfera de ternura que se
    respira estos días. Todo lo contrario. La teoría que narra por
    qué se celebra el 14 de febrero se asemeja más a una película
    de terror que a una romántica. Nos habla de prisión, de
    martirio y de muerte. Y eso, a pesar de que se enmarca en un
    Imperio Romano en el que el cristianismo empezaba a tomar
    oxígeno e intentaba abrirse paso.

    Pero vayamos por partes. El origen de todo se remonta al siglo
    III. Gobernaba entonces Claudio II Gótico (214-270 d.C.), que
    había llegado al trono, en septiembre o en octubre de 268, tras
    la muerte de Galieno como resultado de una conspiración. Una
    de las medidas que impuso este emperador fue prohibir el
    matrimonio a sus soldados. El momento no podía ser peor,
    pues sus territorios se hallaban en mitad de una gravísima
    crisis que afectaba a las relaciones económicas, sociales y
    políticas del Imperio y, por si fuera poco, la amenaza de los
    alemanes, los godos y los galos pendía siempre sobre ellos.

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