La Historia de los Misterios de la Navidad
El Misterio de la Navidad
Cuando llegan las fechas navideñas son muchas las personas que se afanan en celebrar estas fiestas en compañía de sus seres queridos y familiares o amigos, fechas entrañables en las que se echa de menos la ausencia de aquellos que no están o que se han ido para siempre, fechas eternas en las que nos une un mismo sentimiento: el amor, potenciado por todo lo que significa la Navidad, amor a los que nos rodean, amor al prójimo.Dentro de la Navidad hay una serie de misterios que convendría conocer y que seguramente le sorprenderán.
Nació Jesucristo el 25 de diciembre
La fecha del 25 de diciembre es mágica, celebramos el nacimiento del Niño Jesús pero... ¿por qué celebramos el 25 de diciembre el nacimiento de Cristo? El día 25 de diciembre es una fecha adaptada. En tiempos de antiguas religiones predecesoras del cristianismo, en esa misma se celebraba el día del Sol Invicto o nacimiento del Sol, y al no poder eliminar esas fiestas paganas se reconvertían al uso cristiano. Esta fecha no se fijó hasta el siglo IV.
En esta fecha también se celebraba el nacimiento del Dios viviente Mitra, que guarda paralelismos más que interesantes con el cristianismo y cuya doctrina adoptó el emperador Cómodo para su culto. Aparte de ello en esta fecha también se celebraban cultos a Apolo. Sería Honorio en el 440 d.C. quién impondría esa fecha devorando otras tradiciones coincidentes.
La fecha real del nacimiento de Jesús habría que ubicarla, posiblemente, entre los meses de mayo a julio, lo marca así los relatos y la climatología. Nunca hubiera sido en diciembre por la climatología adversa que no haría viable tener los rebaños pastando.
Su nacimiento se debe ubicar en el 7 a.C. debido a las informaciones sobre la matanza de infantes de Herodes, hecho históricamente acreditado. Por el contrario, la fecha del 6 de enero es el día de la Manifestación del Señor a partir del siglo II. Fue el propio Juan Pablo II, en 1983, quién dijo que «sólo son fechas simbólicas y nunca exactas», en referencia a las celebraciones navideñas.
El Papa Fabián 236-250 consideró sacrílego a los que trataban de datar la fecha del nacimiento de Jesús, que se dató posteriormente entre los días 6 y 10 de enero, la fecha del 25 queda marcada como opción a desbancar los numerosos cultos solares.
El Papa Liberio entre el 354 y el 360 fija como inmutable la fecha del 24 al 25 de diciembre como en la que se produciría el nacimiento de Jesús. Como dato curioso también me permito apuntarle que Jesús probablemente no nació en Belén..., sino más bien entre Nazaret y Cafarnaún, aunque la tradición piadosa y la estrella nos indiquen que fue en la vieja ciudad eterna con su eterno y humilde portal.
Qué fue la misteriosa Estrella de Belén
Es anormal que un objeto celeste llámese estrella, cometa o meteorito guíe durante días a unos reyes que procedían de Oriente. Por ello el motivo es muy debatido y la pregunta siempre flota... Qué fue la estrella de Belén La estrella de Belén no fue ni un OVNI ni un cometa. No hay datos que avalen lo primero pese a que por su extrañeza lo podríamos catalogar como tal, y tampoco hay datos
astronómicos sobre ningún cometa o fenómenos análogo en la fecha del nacimiento de Jesús, posiblemente se trató de una conjunción Júpiter y Saturno en Piscis muy luminosa hacía el -7 a.C. El año que anteriormente referíamos como el del nacimiento real de Cristo, según la matanza de los inocentes.
Quienes fueron los Reyes Magos
A quién no le emociona recordar la noche de los Reyes Magos La impaciencia para ver los regalos, ir a coger caramelos al son de los alocados beduinos, las luces, el colorido de las carretas... Es la noche de la magia. La noche de los niños, pero los Reyes Magos no siempre fueron tres.
Su número varió a lo largo de la Historia e incluso al rey Baltasar no se le convirtió en rey mago negro hasta el siglo VI para simbolizar las razas en la Tierra y por necesidades de la Iglesia de aquellos tiempos. Un rey negro que habitualmente era el que traía el carbón a los niños cuyo comportamiento había sido malo, y que con el tiempo se ha convertido en el rey mago que mejores y más regalos da a los niños.
Según los escritos atribuidos a San Mateo, los Reyes no eran Reyes sino Magos incluso se les representaba originariamente con el gorro frigio de mago y sus nombres no aparecieron hasta el siglo VI. Los Reyes Magos hasta el siglo IV fueron dos, cuatro, seis, doce e incluso sesenta. Incluso se les puso edad a cada uno se ellos: en el siglo XV, Pedtus de Natalibus fijó que Melchor tenía 60 años, Gaspar 40 y Baltasar 20 años representando las edades del hombre.
La descripción física discrepaba de las narraciones que existían en la época. Los Reyes Magos hacen su primera aparición en representación pictórica en un mosaico en Apollinare Nuovo Rávena, en el siglo VI, y su celebración en Europa no comienza hasta el siglo VII, aunque diferentes historiadores lo calculan también en torno al V ó VI d.C.
Es Tertuliano, en el siglo III, para evitar la mala fama de los magos persas, el que los transformó en reyes de Oriente con todo su boato de realeza y magnificencia, siendo a partir del siglo XIX cuando los Reyes Magos comienzan a traer juguetes a los niños y se populariza la Carta a los Reyes Mayos. Hay una bella simbología en los presentes que le llevan al Niño al portal.
Todos significan algo y llevan implícita toda una carga socio-religiosa. Aquellos magos venidos del Oriente dejaron tres regalos valiosos: oro, incienso y mirra. A los profanos les parece la bella historia de la adoración y, sin embargo, tiene un significado oculto. El oro es el regalo que se le hace a un rey, el incienso es el regalo a un dios y la mirra es el regalo que se le hace a un hombre... Aunados todos en la figura de Jesús.
Quién puso el primer portal de Belén
Representar el portal de Belén no siempre se hizo en los hogares del mundo. La tradición tiene apenas unos siglos. La primera persona que recreó el nacimiento de Cristo en un pequeño nacimiento o portal de Belén fue San Francisco Javier. En el año 1225 montó aquel el primer portal de Belén improvisando según los datos que le llegaron.
El verdadero portal no fue un establo y si posiblemente una cueva o gruta, alejándose pues de nuestra actual representación piadosa. La escena del buey y el asno se debe a una mala traducción mezclado con un texto de Habacuc. El Belén lo introdujo en España Carlos III en el siglo XVIII, tradición importada desde Nápoles.
Papá Noel, el hacedor de regalos
Es el señor de rojo y blanco, antes verde y blanco para sevillistas y béticos que suele colarse por chimeneas y ventanas para dejar un presente. Papá Noel, o Santa Klaus, es una referencia al obispo San Nicolás, personaje piadoso que repartía comida entre los necesitados. Su transformación en Papa Noel se debe a que este último es un personaje real deformado con los años.
Tiene mayor tradición en países nórdicos y estaba acompañado por un singular duendecillo llamado Pedro el negro. Decían portar una lista con los niños que habían sido buenos o malos a los que compensar o no con golosinas.
En cualquier caso su figura es realzada en el siglo XIX por Clement Clark Moore, quién en unos relatos lo ubica con renos, regalos, chimeneas, trineo y un reno llamado Rudolf. Thomas Nats lo americaniza y Coca-Cola le da su apariencia actual en 1931. Su origen festivalero hay que buscarlo en la Nueva Ámsterdam de época, hoy día Nueva York. De allá regresa a Europa transformado, como si de Halloween se tratara.
El Árbol de Navidad... de la Vida
Tiene puesto ya el árbol de Navidad en casa Sabe de dónde viene la tradición La colocación del árbol adornado como ornamento conmemorativo de las fechas navideñas, o árbol de Navidad, es una tradición que procede de pueblos del Norte que no adoraban imágenes. Se le llama el Árbol de la vida, de la Luz o del Edén, y cada rama era engalanada con una luz símbolo de la Vida y que posteriormente, diferentes pueblos.
Lo simbolizan como el Redentor, tales como Alcasia, pueblos germanos y escandinavos. Fueron el príncipe Alberto y la reina Victoria I de Inglaterra quienes lo introducen en el Reino Unido y de allí los emigrantes a los Estados Unidos alrededor de 1845.La estrella que corona el árbol, en su forma de cinco puntas, es emblema contra el mal y trae la felicidad a la casa.
Las Tradiciones Navideñas
Las fechas de la Navidad nos hacen navegar por diferentes curiosidades que a lo largo de los tiempos han ido surgiendo teniendo como argumento a la propia Navidad. Así nos sorprenderemos al saber que la Lotería de Navidad surgió como una idea para financiar la Guerra de la Independencia en España, dada la imperiosa necesidad de fondos para poder llevar ingresos a las arcas del estado y el paupérrimo estado financiero del país en aquella época.
Un popular dulce del que todos hemos disfrutado tiene un carácter también simbólico. El roscón de Reyes simboliza la corona de los reyes y a quién le toca el regalo se convierte en Rey Mago por un día. Era llamado como Rosco del Haba, por el contrario al que le toca esta legumbre debe abonar el valor del dulce como símbolo de generosidad y redención. Es una tradición que data de la Edad Media.
No pueden faltar en estas fiestas los típicos villancicos. Si bien antes debemos saber que los villancicos eran parte de canciones amorosas y cortesanas del siglo XV-XVI, que en siglos posteriores lo convirtieron en canciones populares. Proceden de poemas acalorados improvisados para la época al que posteriormente se le acompañó de música y letras más blandas más de acorde con la época y la conmemoración que se celebraba.
Si el plato estrella de estas fiestas en casa es el pavo y no se sabe el origen de éste como cena navideña se lo explico: El pavo de Navidad se sirvió por primera vez a Enrique VIII en Inglaterra, la tradición se impuso al exportarla el mecenazgo de los Austrias en el siglo XVIII.
Igualmente si bebe cava o champagne debe saber que su origen es muy incierto. Parece claro que no lo inventaron los franceses y mucho menos Dom Perignon. Su patria chica habría que buscarla en zonas de la Cataluña más vinatera y al fermentado accidental de la uva en uno de los viejos monasterios donde tan buenos caldos de hicieron.
Si com otros muchos habitantes de este planeta azul nuestro conmemora estas fechas con la luz de las velas conocerá a continuación su significado: es la representación de un elemento propiciatorio capaz de purificar, iluminar y dar ilusiones y esperanzas. Por qué nos besamos cuando estamos bajo el muérdago Pues la razón simbólica nos dice que el muérdago está considerado como un elemento de suerte y felicidad de la antigüedad. Besarnos bajo él es estar bajo su protección y buen augurio.
Para finalizar este recorrido, breve pero intenso, por lo más simbólico de nuestras tradiciones sólo nos resta decir que todas ellas conforman la más bella de las fiestas que celebramos al año, donde se aúnan tradición y familia, en unos tiempos los que corren tan faltos de valores y tan deshumanizado.
Entre sonrisas e ilusiones de niños ante un regalo, el sabor de la amistad, la nostalgia a los que no están, o la carga sentimental de estas fiestas, celebraremos un año más la Navidad, época de nacimiento e ilusión, época de esperanza y crecimiento interior, época de solidaridad, amistad, perdón y bien para los pobladores de un planeta que hoy más que nunca necesitan de esa misma Fe y de esa misma Esperanza.
Tal vez si todos tuviéramos un poco más la mirada tierna e inocente de ese niño que contempla un portal de Belén, a este mundo nuestro le volverían a brotar los tallos de la Esperanza en el propio ser humano. En estas fechas permítame felicitarle por estas fiestas y aportar este granito de arena para que conozca mucho mejor estas entrañables celebraciones.
misterio de la Navidad
La intuición de San Francisco de reproducir la escena de la Natividad en un pesebre es una forma maravillosa de contemplar el misterio de la Navidad. Una mirada a la cuna de Belén hace que nuestro corazón exulte de alegria, mientras tratamos de imaginar la grandeza del misterio de Dios hecho hombre.
Podemos seguir inspirándonos en la contemplación de la escena navideña, pensando en los pastores y en los magos que hicieron ese viaje para ver al Niño Jesús. Pobres y simples los unos, y ricos e inteligentes los otros.
Sin embargo, a pesar de estas diferencias, tanto los pastores como los magos entraron al pesebre y se acercaron al Niño de la misma manera: con el corazón. Precisamente esto les permitió reconocer a Dios en ese Niño y tener un verdadero encuentro con Él.
De hecho, es suficiente volver a la reacción de los pastores para comprender todo su apuro para llegar al bendito pesebre. Después del mensaje de un ángel, “fueron rápidamente” Lc 2,16 a Belén para ver al Salvador.
Incluso los sabios fueron conducidos del corazón al pesebre. A la luz de su inteligencia, reconocieron esa estrella “especial” y la siguieron primero al palacio de Herodes en Jerusalén. Sin embargo, les quedó claro que Herodes no era el rey que buscaban.
Una vez más, siguiendo a la estrella, llegaron al pesebre en Belén. Esta vez, al ver al Niño con su madre, “se postraron y le rindieron homenaje” Mt 2,11. La humildad de esta madre con el Niño no decepcionó a estos sabios en busca de un rey.
Cuando miraron al Niño con la “inteligencia” del corazón, y no solo con sus propias inteligencias, reconocieron que Dios se hizo hombre en ese Niño y con razón lo adoraron como Rey. Tanto los pastores como los sabios cambiaron después de su encuentro con el Niño Jesús y regresaron a casa, anunciando el evento a todos los que encontraron con grande alegría.
El ejemplo de los pastores y de los magos, nos muestra que es la simplicidad del corazón que nos permite encontrar a Dios. Escribiendo sobre la sabiduría del corazón, el autor Antoine de Saint Exupèry, escribió: “Es solo con el corazón que uno puede ver correctamente; lo esencial es invisible a la vista “.
El misterio de la Navidad es un misterio del corazón de Dios, un corazón que ama tanto al hombre, que hace lo impensable para salvarlo: convertirse en hombre cf. Jn 3,16. Se hizo pequeño para que no temiéramos a Su Majestad, sino que nos acercáramos a Él para amarlo y conocerlo.
Él nació en un pobre establo en Belén, para entrar en el pobre establo de nuestros corazones y llenarlos de Su amor. Las apariencias ocultaban la presencia de Dios a todos, excepto a aquellos que, como los pastores y los sabios, lo buscaban de todo corazón. Por lo tanto, esta Navidad nos une con los pastores y los sabios en el siempre y siempre nuevo viaje del corazón hacia el encuentro con el Niño Jesús.
Los Evangelios Apócrifos fueron muy famosos durante la Edad Media y sirvieron de inspiración para que muchos artistas crearan pinturas.El término Navidad proviene del latínnativitas, que significa nacimiento; es así que al día en que María dio a luz a Jesús de Nazaret se le dio el nombre de Navidad.
Este acontecimiento se encuentra registrado en la Biblia, documento respaldado por la Iglesia católica, pero también se describe en los llamados Evangelios Apócrifos, los cuales en su mayoría fueron escritos después del siglo II de nuestra era, y que fueron rechazados por la Iglesia por contener material contrario a la fe, esencialmente de carácter Gnóstico o Doscetista, así lo explica el sitio multimedia.opusdei.org .
Como lo señala el escritor mexicano Juan José Rodríguez, en su texto: La Navidad, según los evangelios apócrifos, publicado en El Universal , la palabra “Apócrifo” no se define como falso, sino como algo oculto, ya que en estos Evangelios, al igual que en la Biblia, se narra la vida de Jesús, pero de una forma diferente a la que todos hemos escuchado y visto; pero a pesar de que no son aceptados por la religión, éstos fueron tomados en cuenta para dar origen al cristianismo.
Por decir, los nombres de los ladrones que fueron crucificados junto con Jesús, Dimas y Gestas, fueron retomados de estos escritos ocultos; mientras que en el Evangelio Armenio de la Infancia, es donde se hace mención de los Reyes Magos y los nombres que ahora todos conocemos.
Juan José Rodríguez señala que en el Protoevangelio de Santiago, se puede leer la versión de que José y María se refugiaron en una gruta, tal como puede apreciarse en las pinturas de la antigüedad, y se menciona el brillo de la estrella, y la circunstancia de qué, tres días después, se trasladaron a un establo y pusieron al niño en un pesebre, sitio en donde fue adorado por el asno y el buey.
Una de las partes más relevantes de los Evangelios Apócrifos, es el nacimiento de Jesús de Nazaret, en los cueles se narra que justo en el momento del parto, José salió a buscar la ayuda de una partera y cuando regresó con la señora, en la cueva vio el resplandor de una luz brillante “y al niño recién nacido, mientras María lo envuelve en pañales, ante la incredulidad de la comadrona que se niega a aceptar que ha alumbrado sin ninguna ayuda”.
Como lo describe Juan José Rodríguez, otro elemento mágico es que “la partera toca el vientre de María y al instante la mano se le seca”, pero como las acciones de esta señora habían sido buenas, un Ángel intercede para que la partera recupere la movilidad de su extremidad.
El escritor también hace mención de que en el momento preciso del nacimiento de Jesús, la tierra se une con el cielo por unos cuantos segundos, mientras todas las cosas permanecen inmóviles. “El viento y los pájaros se paralizan. Los camellos no se mueven frente a una cascada. La gente ha quedado fija. Un pastor luce inmóvil, con su bastón en alto, mientras que un alfarero amasa un jarro nuevo, sin que ambas manos se encuentren la una con la otra.”
Es en este punto donde se encuentra parte del encanto de la Navidad, interpretándolo a que todo se reduce a un instante, ese momento en el que el mundo cambió y “en que el milagro es unánime y comienza una nueva vida que llevará la salvación a todas las almas.”
Juan José Rodríguez, señala que: “El mundo no volvió a ser el mismo después de Navidad, incluso para aquellos que no son ni fueron creyentes.” Es así cómo los Evangelios Apócrifos cuentan su versión de aquellos hechos que, sin duda, son parte fundamental de la historia de la humanidad.
La Navidad se traduce para muchos en cariño, familia y regalos. Pero detrás de esta fiesta se esconde un engranaje económico colosal que mueve cada año miles de millones de euros. La campaña de Navidad impulsa el gasto en regalos, decoración y alimentación. A pesar de que fla fiesta no gire solamente en torno al consumo, el impacto ambiental de la Navidad genera cada vez más preocupación entre colectivos ecologistas.
Es la mañana de Navidad, una fecha mágica en la que los deseos se cumplen. Papá Noel ha pasado ya por las casas, dejando los regalos más esperados debajo del árbol o dentro del calcetín. Pero la magia de Navidad dista de ser gratuita. Al contrario, las fiestas que se suceden desde finales de noviembre hasta la Nochevieja son las que más impulsan el consumo anual.
El inicio de las campañas de rebajas se ha ido adelantando de año en año hasta coincidir con el Black Friday, el cuarto viernes de noviembre. Pero el dinero, al igual que la materia o la energía, nunca se pierde, sino que se transforma: los gastos de unos se convierten en ganancias para otros. Aun así, el negocio de la ilusión no es una ciencia exacta, y no todas las campañas de Navidad traen los rendimientos esperados.
Las consecuencias del aumento de consumo van más allá de lo económico. La sostenibilidad también está en cuestión, más si cabe ante la emergencia climática. Los papeles de empaquetado y las tarjetas de felicitación son algunos de los elementos de la Navidad que disparan la contaminación. Es por ello por lo que cada vez más voces hablan del impacto medioambiental de las fiestas de diciembre y exige..
El origen de la tradición de la Navidad
La fiesta navideñ tiene su origen en el nacimiento simbólico de Jesucristo. Simbólico porque los Evangelios según San Marcos y San Mateo no hacen referencia a la fecha exacta de su nacimiento. Algunos historiadores evidencian la posibilidad de situarlo en un día del mes de Marzo. Para la astrología se trataría un período de plenilunio durante el tránsito del Sol por el signo de Piscis. Es durante el Siglo IV cuando la iglesia católica marca este acontecimiento el día 25 de Diciembre. En cambio la iglesia ortodoxa celebra la Epifanía, el 6 de enero.
La tradición cristiana del catolicismo escoge la noche del 24 al 25 de diciembre como la noche en que la Virgen María da a luz al Niño Dios para no coincidir con la noche del solsticio de invierno, el 21 de diciembre, por tratarse de una fiesta pagana. Este hecho no es casual ya que se debe a la influencia de la tradición griega que asocia los solsticios a una “Puerta de los Dioses”.
Los griegos celebraban en este día la fiesta de la luz, símbolo de vida y de maternidad. Por lo tanto la noche del 24 al 25 de diciembre está repleta de simbolismo. El Avatar penetra por la puerta de la luz y su nacimiento es el símbolo de ese renacimiento interior y espiritual que llega en la noche en que las tinieblas son más densas y largas, ya que a partir de esa noche el día empieza a prolongarse.
La Navidad es la fiesta que celebra este acontecimiento espiritual, una fiesta de luz y de renovadas esperanzas, una luz que tenía como propósito iluminar las consciencias y llenar el corazón de esperanza de una vida más amorosa, en un momento de la historia en que los instintos tendían a desbordarse en el mundo. De hecho este fue el mensaje que más proclamó el Maestro de Nazaret a lo largo de su corta pero intensa vida: la necesidad de amarnos los unos a los otros.
El ser humano y el mito se funden en un símbolo que perdura desde hace más de 2000 años, y los símbolos son los que dan vida a los arquetipos, y los arquetipos son referencias que forman parte del imaginario colectivo. Lo realmente importante es llegar a la comprensión de estas tradiciones arquetípicas porque son modelos que repercuten de forma inconsciente en nuestras vidas.
El significado de la tradición
Pero ¿cuál es ese sentido profundo de la celebración navideña? Unos y otros lo vivimos de formas muy diferentes, tanto si somos creyentes como si no lo somos. Unos buscan reunirse con la familia, otros le dan un sentido más religioso, otros se meten de lleno en el consumismo o en la festividad, y otros confiesan que no soportan estos días de gastos alocados, no le encuentran ningún sentido. Pero cada una de estas realidades también contiene su simbolismo.
El nacimiento
La historia nos relata que Jesús era hijo de José el carpintero, viudo y de Maria la novicia del templo de Sion. José y María eran a su vez miembros de la Fraternidad Esenia, una congregación que los hebreos llamaban la Escuela de los Profetas, compuesta por sanadores, médicos, filósofos, sabios y gentes de bien que demostraban sus grandes dotes humanitarias con honestidad, bondad y sacrificio. Provenían del linaje de la Escuela del Estudio de las Tablas de la Ley y papiros antiguos. Eran firmes defensores de la libertad, la verdad y la solidaridad.
El compromiso de un Esenio implicaba toda una serie de obligaciones, -según el grado que tenían-. Cuidar de los más necesitados, pobres, indigentes, enfermos y perseguidos por la justicia, sin distinción de razas ni credos. Se trataba de un colectivo que dominaba el arte de la medicina, tanto la del alma como la del cuerpo. Eran expertos terapeutas.
Una de las más reconocidas fue Maria Magdalena, experta sanadora que utilizaba aceites medicinales. Los Esenios recibían el nombre de hombres de la voz de leche, debido a que sus oraciones o mantras tenían efectos terapéuticos.
Podemos ver que los padres de Jesús eran personas de una cierta evolución espiritual. Jesús también pertenecía a esta comunidad y aprendió de los grandes iniciados de la orden, de los cuales sacó gran parte de la información y habilidades que desarrolló durante su corto ministerio.
La Crónica Sagrada dice que camino de Judea, José y María no encontraron un albergue para pernoctar y ante el parto inminente se pararon en Belén, en una humilde cueva que servía de establo.
Los detractores del relato bíblico insisten en la incierta probabilidad de que Jesús naciese en una cueva. Es verdad que los judíos de aquel tiempo eran personas especialmente solidarias.
Vivian en clanes familiares y emparentados. José y María tenían familia en Belén, entre otros Sara, tía de María. Algunas crónicas históricas afirman que lo más probable es que fuesen alojados ahí y que María diese a luz en aquel hogar.
Pero hay que recordar que la importancia de este relato no se centra en el hecho histórico, sino en su simbolismo.
El viaje físico que llevan José y María recrea el viaje interno que todos un día u otro tenemos que realizar para prepararnos para el cambio anímico, para el cambio de valores, para que nuevas aptitudes y tendencias puras inunden y sanen nuestra personalidad.
Si la tradición hace nacer a Jesús en una cueva-establo, su significado es claro, La cueva, el establo simbolizan la humildad, el desprendimiento, la pobreza material, pero no la espiritual como veremos más adelante.
Sigue diciendo la Crónica que se encontraban solos junto a los animales y un Ángel Anunciador. Los padres representan las raíces, los fundamentos de la personalidad que tiene que ayudar al infante a crecer. El Ángel y los animales representan lo divino y lo profano que conviven en nuestro interior. Los animales expresan los instintos que Jesús no negará nunca, sino que nos exhortará transmutar.
Los pastores fueron alertados y llegaron al portal con regalos para el niño. Estos personajes que pueblan nuestros belenes son esas tendencias internas que dan la bienvenida a la nueva conciencia que nace.
Es nuestra familia social, los vecinos y amigos, el entorno que compartimos y necesitamos para desarrollar nuestra vida, son los observadores del cambio que se opera en nuestra personalidad.
Los 3 Reyes MagosLos Reyes Magos
Una estrella de 5 puntas señaló el camino hacia Belén a 3 majestuosos Reyes.Oriente era cuna de grandes astrólogos y filósofos que estudiaban los tránsitos planetarios y según las enseñanzas astrológicas de los eruditos, se esperaba la llegada de un nuevo profeta.
En la península del Sinaí hasta el reino de Alejandría estaba todo plagado de monasterios y templos donde se estudiaban las ciencias del conocimiento, tales como la filosofía, la astronomía, la astrología, las matemáticas, los idiomas, etc. Los Esenios como comunidad científica, filósofos y terapeutas tenían por costumbre relacionarse con otras comunidades para intercambiar información. Filón de Alejandría, fundador de la famosa biblioteca, fue el enlace entre tres viajeros: Melchor, Gaspar y Baltasar.
Melchor era un príncipe de Arabia, sabio y filósofo y astrólogo, difusor de la filosofía Kobda y Copta, fundó una escuela de investigación filosófica en las montañas de Paran, cerca del Monte Horeb, en el Mar Rojo.
Gaspar era un sabio oriental del indostático, conocedor de la ciencia de las estrellas y seguidor de la filosofía budista. Fundó una escuela filosófica en el Monte Solimán cerca de Singapur.Baltasar era persa. Sabio y astrólogo y filósofo crisnaista, discípulo de Chrisna, fundó la Escuela Babilónica.
Estos eran los personajes de los que habla la Crónica Sagrada que se pusieron en camino para ser testimonio del acontecimiento que marcaría nuestras creencias desde lo más profundo a lo más religioso, la llegada de un ser de alta frecuencia que tenía como misión cambiar la visión ortodoxa del poder eclesiástico, un ser capaz de dar una enseñanza que guiase a la humanidad hacia otra realidad.
El relato nos dice que fue una estrella de 5 puntas el anuncio de este nacimiento. Por una parte, según los estudios astronómicos, la posición de cinco planetas en una alineación sorprendente sobre la constelación de Piscis corroboraba este hecho. Por otra, el brillo avistado probablemente sería el resplandor del planeta Marte muy cerca de la tierra en aquellos momentos, tal y como hace poco tiempo también hemos podido observar en nuestro cielo. Contando que no había entonces contaminación lumínica, ese hecho debía ser muy remarcado.
También podemos aclarar que la estrella es el símbolo de la unión de las cinco grandes religions, el taoísmo, el budismo, el islamismo, el judaísmo y el cristianismo, de las cuales los Reyes de oriente son a la vez testamentarios y precursores, por lo que se deduce que este ser tan especial debía entenderse con todos.
Aquellos grandes observadores llegaron a la conclusión que el oráculo marcaba el día, el momento escogido para la llegada del profeta en la maternidad de María, la virgen de Sion.
Hay que decir que el pueblo judío interpretaba este anuncio como la llegada de un guerrero que mandaría sobre los ejércitos para librarse de la tiranía y opresión de Roma. Sin embargo los Esenios sabían que era otra la misión de este profeta, también esperaban un guerrero, pero un guerreo de luz como salvador de tota la humanidad.
Todos los habitantes de Belén junto a los Reyes Magos se postraron ante el pequeño infante, ese ser de altísima vibración que prometía ese amor que no es de este mundo. Le ofrecieron a Jesús, Oro, Incienso y Mirra, elementos que representan la transmutación alquímica, la voluntad de acción, la elevación y la sabiduría, así como la purificación y la liberación de las tendencias inferiores. Estas fueron las herramientas que utilizaría Jesús a lo largo de todo su ministerio en la Tierra.
Se conoce o se explica poco la vida de Jesús durante su más tierna infancia, pero se sabe que al Maestro de Nazaret nunca le faltarían los recursos y gozaría de toda clase de protecciones, tanto económicas o respeto del poder religioso y político hasta el momento de asumir su destino final. Provenía de una familia con bienes y supo administrar bien sus riquezas y ayudar a los más necesitados. Fundó colonias terapéuticas y protegió a mucha gente, salvando muchas vidas de la injusticia y la crueldad.
Este es el breve resumen de retablo sagrado, el que da vida a la Natividad real y mítica de la cual hemos tratado de extraer alguna enseñanza para ser capaces de comprender qué sucede cada año para que esta representación siga viva, porque donde más se vivifica este ritual es en nuestro corazón. Se trata de una tradición popular pero también trascendente.
Cada 25 de diciembre recreamos este nacimiento que expresa la radiación crística, dándonos la posibilidad de transmutar nuestras naturalezas inferiores. Es la llamada espiritual que nos permite reconectar con la transcendencia, cambiar nuestro estado emocional y espiritual y comunicarnos con
nuestra esencia divina, tratando de bajar el cielo a la tierra. Cantamos, comemos, bebemos un alimento físico que simboliza el alimento espiritual que nuestro cuerpo superior puede absorber en la transcendencia de esta noche mítica.
Tomar consciencia de este acontecimiento es elevar nuestra vibración y comprender ese Cristo interior que nace y se encarna con el propósito de hacernos mejores, más allá de credos y dogmas. Dar vida a José, a María, a Jesús, a Melchor, Gaspar y Baltasar, a los pastorcillos y todos los presentes es dar vida a nuestro paisaje interior.
Cada 25 de diciembre podemos recordar la misión amorosa de este profeta, recordando también la nuestra, la de poner luz a las tinieblas de la incomprensión y amor en toda circunstancia. Pero no sólo se trata de hacerlo este día, sino recrear este nacimiento cada día de nuestra existencia.
Mensajes de Los Niños a los Reyes Magos
Queridos Reyes Magos:Les escribo esta carta con un lápiz rojo de mi hijo, en el dorso de un recibo, sentada al lado de la lavadoraentre un lavado y otro, y quien sabe cuando volveréa tener un poco de tiempo libre en los próximos 18 años.He sido una buena madre durante todo el año.He alimentado, aseado y cuidado a mis hijos todos los días.He visitado al pediatra muchas más vecesde lo que he visitado a mi propiomédico aún encontrándome mal.
Llevo a mis hijos al cole,a las actividades extraescolares,les ayudo con los deberes,a preparar los exámenes,juego con ellos,les llevo al parque con sus amigos,a montar en bicicleta y patinar...Recojo y ordeno su habitación,que queda como un cochinerotras pasar por ellos allí un ratito,es increíble cómo se trasladan los juguetes de las estanteríasal suelo porque ¡ninguno los ha cogido!!.Les preparo la ropa,sus mochilas,el almuerzo para el recreo...para que todo esté listo y no les falte nada...En fin,me esfuerzo en hace,que su vida sea lo más feliz posible,sin problemas ni preocupaciones.
Pensaba que quizás,visto que no les he pedido nunca nada,este año podrían traerme algunas cositas...Aquí tienen mis deseos:Me gustaría una barriga plana,de esas de las artistas de Hollywood,unos brazos que no dolierany fueran lo suficientemente fuertes como para apartar a mi hijodel estante de las golosinas,mientras hace una rabietaen medio del supermercado.
También quisiera una cintura,ya que en algún sitioperdí la que tenía,hacia el séptimo mesde mi último embarazo.También me gustarían unos cristalesy paredes resistentes a las huellasy a las pintadas,un rinconcito secretodonde poderme esconderpara hablar por teléfono.
En el aspecto práctico,quisiera una muñeca que hable y diga,"Sí, Mamá"para ayudarme en mi autoestima como madre,así como dos niños que no peleen,y tres pares de vaquerosque se abrochen sin necesidad de tanta fuerza.También me gustaría una voz nueva, ya que mi voz parece estar fuera del alcance auditivode mis hijos ya que por mucho que me esfuerce no parece que me escuchen.
Sería maravilloso si consiguieraque mis hijos ayudaran en casa sin necesidadde pedir un premio a cambio.Si fuera tarde para encontrar todo esto,quisiera al menos el tiempo suficiente para mí,para cepillarme los dientes,peinarme decentemente, para maquillarme,ir de tiendas a la sección femeninay no sólo a la infantil.
Tiempo para tener el lujo de sentarme ycomer la comida caliente,y no fría o sin que tenga que comerla antes o después de que mi familia cene.Me gustaría experimentar,qué se siente durmiendo una noche entera del tirón,sin interrupciones de ninguna clase...Bueno, Queridos Reyes,la alarma de la secadora me indicaque ha terminado su ciclo y mi hijo se ha dado cuentaque estoy aquí encerrada.
Creo que quiere que le devuelva su lápiz.Que tengan un buen viaje y recuerdensacarse el polvo de sus sandalias antes de entrar.Pueden comerse las galletas que les dejamos en la mesa,pero cuidado con echar migas a la alfombra.Con cariño...... MAMÁ .
P.D. Ah!...otra cosa, pueden anular todos mis deseoscon tal de que hagan que mis hijos crezcan felices,sanos y se conviertan en personas de bien..Qué bonitos esos tiempos,los tengo guardadosen mi corazón por eso todos los díasaunque muy enojada llegue a estar con mis hijassiempre les doy un gran abrazoy les digo que las quieroasí cómo antes lo hacia al ir a su recamaray sentarme al lado de su cama y verlas dormir,besar su frente y darle gracias a Diospor tener la fortunade tenerlas aquí conmigo...¡¡Martina
Chritsma Navideño
La Historia de los Misterios de la Navidad
ResponderEliminarCuando llegan las fechas navideñas son muchas las personas que se afanan en celebrar estas fiestas en
compañía de sus seres queridos y familiares o amigos, fechas entrañables en las que se echa de menos la
ausencia de aquellos que no están o que se han ido para siempre, fechas eternas en las que nos une un mismo
sentimiento: el amor, potenciado por todo lo que significa la Navidad, amor a los que nos rodean, amor al
prójimo.
Dentro de la Navidad hay una serie de misterios que convendría conocer y que seguramente le sorprenderán.
Nació Jesucristo el 25 de diciembre
La fecha del 25 de diciembre es mágica, celebramos el nacimiento del Niño Jesús pero... ¿por qué celebramos
el 25 de diciembre el nacimiento de Cristo? El día 25 de diciembre es una fecha adaptada. En tiempos de
antiguas religiones predecesoras del cristianismo, en esa misma se celebraba el día del Sol Invicto o nacimiento
del Sol, y al no poder eliminar esas fiestas paganas se reconvertían al uso cristiano. Esta fecha no se fijó hasta
el siglo IV.
En esta fecha también se celebraba el nacimiento del Dios viviente Mitra, que guarda paralelismos más que
interesantes con el cristianismo y cuya doctrina adoptó el emperador Cómodo para su culto. Aparte de ello en
esta fecha también se celebraban cultos a Apolo. Sería Honorio en el 440 d.C. quién impondría esa fecha
devorando otras tradiciones coincidentes.