Historia De La Tierra
La Tierra se formó hace más de 4.600 millones de años. Desde entonces hasta la actualidad, el planeta no ha dejado de cambiar. La Tierra forma parte del Sistema Solar. Su situación privilegiada, a la distancia adecuada del Sol para que exista agua en los tres estados sólido, líquido y gaseoso, permitió en un momento determinado la aparición de la vida. Hace 10.000 millones de años, cuando el Universo apenas contaba con 300.000 años de existencia el equivalente a unas dos horas en la vida de una persona adulta, se produjo un violento estallido de energía, el Big Bang, y el cosmos empezó a expandirse.
A partir de esa explosión se fueron formando las galaxias. Una de ellas fue la Vía Láctea. El Sol apareció en el espacio hace unos 4.650 millones de años en una zona de la Vía Láctea. Tras él se creó el Sistema Solar, a partir de una nebulosa inicial, por un proceso de acreción.
La Tierra era entonces polvo cósmico y gases que, por acción de la gravedad, se transformaron en una masa de material fundido e incandescente. Este material empezó a reorganizarse en capas, de forma que en el interior estaban los materiales más densos y en el exterior los más ligeros, como el vapor de agua y otros gases. Al enfriarse, los materiales de la superficie se solidificaron para formar la litosfera oceánica y los gases se desprendieron dando lugar a la atmósfera primitiva.
Con el paso del tiempo, el vapor de agua se condensó y volvió a la superficie como agua líquida, formando los primeros océanos. Las primeras rocas ígneas procedentes de las erupciones volcánicas fueron el origen de la litosfera continental. En una intensa actividad de formación y fusión de rocas, aparecieron las grandes masas de material continental, en cuyas depresiones se fue acumulando el agua. Este conjunto de procesos geológicos propició las condiciones que permitieron la aparición de la vida.
La Tierra es nuestro hogar en el Universo. Todo lo que hemos sido, somos y seremos está dentro de un pequeño cuerpo celeste de 12.742 kilómetros de diámetro que se formó hace 4.543 millones de años cuando el disco de gas y polvo que orbitaba alrededor de un joven Sol se condensó en este increíble planeta. Orbitando desde hace todos estos miles de millones de años alrededor del Sol a una velocidad media de 107.280 kilómetros por hora, la Tierra es, por ahora, el único lugar del Universo donde la presencia de vida está confirmada.
Nuestro hogar ha sufrido muchos cambios desde su formación hace 4.500 millones de años, cuando era una roca sin atmósfera y totalmente inhóspita para la vida, hasta el día de hoy, en el que los humanos hemos creado metrópolis donde vivir. Embárcate con nosotros en este apasionante viaje a lo largo de todos los eones, eras y épocas geológicas de la Tierra, analizando cómo ha evolucionado nuestro planeta desde su formación hasta la actualidad. ¿Cuáles fueron las primeras formas de vida en nuestro planeta?” ¿Cuáles son los eones, periodos y épocas de la historia de la Tierra?
Antes de empezar, es importante dejar claro que la historia de la Tierra se divide en dos etapas principales: Precámbrico y Fanerozoico. El Precámbrico abarca el 90% de la edad de la Tierra, pues se extiende desde su formación hace 4.543 millones de años hasta hace 541 millones de años. Cuando termina este, empieza el Fanerozoico, que abarca desde el final del Precámbrico hasta la actualidad. Dicho esto, empecemos nuestro viaje. La principal división se hace en eones. Y, como veremos, uno de ellos en el que nos encontramos ahora se divide, a su vez, en eras, las cuales se dividen en periodos y estos en épocas.
Las Maravillas del Mundo
1.-Las Pirámides de Egipto. Es la atracción más antigua de la lista ya que se remonta a 4.500 años. Es una visita fácil por su cercanía pero complicada por las convulsiones políticas que sufre el país.
De hecho yo he estado dos veces, una cuando la primera invasión de Irak, con el país vacío de turistas, y la otra, mucho más reciente, cuando la primavera árabe, con manifestaciones diarias en El Cairo. Ahora la situación se vuelve a complicar con el atentado al avión ruso pero parece que El Cairo está tranquilo.
2. Machu Picchu. La población inca situada en los Andes del Perú destaca por su marco incomparable y su buen estado de conservación. Además, su visita se debe combinar con un recorrido por lugares tan espectaculares como Cuzco y el lago Titicaca, incluyendo las islas artificiales de los uros.
Tampoco hay que olvidar el vestuario tradicional del pueblo de Perú, de gran colorido y belleza, aunque en muchos casos tenga connotaciones turísticas. Mi primera visita la hice cuando aún imperaba el terror de Sendero Luminoso y apenas había turistas. La más reciente ya fue más tranquila.
3. El Coliseo Romano. El más famoso de los circos del Imperio Romano lo tenemos los alicantinos muy a mano ya que disponemos de vuelo directo a la capital italiana y puede ser motivo incluso de una excursión de fin de semana para ver la Ciudad Eterna.
Por cierto, como pude comprobar hace dos meses, actualmente se encuentra una parte del mismo cubierto de andamios por obras de restauración, lo que le resta interés. Eso sí, se puede compensar con la Fontana de Trevi, que acaba de reinaugurarse tras muchos meses de rehabilitación.
4. La Gran Muralla china. Decían que era la única vista identificable desde un satélite espacial pero al parecer todo era un bulo. En cualquier caso, es una obra faraónica que dicen que supera los 20.000 kilómetros de longitud.
Muy cerca de Pekín se pueden contemplar tres tramos distintos, aunque el más conocido y visitado es el de Badaling, lo que provoca grandes aglomeraciones de visitantes durante la temporada alta. Gran parte de su trazado ha sido totalmente reconstruido. El tramo de Badaling tiene algunos sectores tan empinados que son un reto para los no deportistas.
5. El Taj Mahal. Para mi gusto la maravilla de las maravillas. La he visitado tres veces y cada vez me subyuga más. Se encuentra en la ciudad india de Agra, a menos de 200 kilómetros de la capital del país, Delhi. Aunque el edificio culminante es el famoso mausoleo, Taj Mahal es un grupo de bellas construcciones y áreas ajardinadas que conforman un conjunto extraordinario.
No hay que olvidar la visita desde el otro lado del río Yamuna, que permite ver el mausoleo reflejado en sus aguas. También es de obligada visita en Agra, aunque a muchos turistas se les escapa, otro mausoleo bellísimo igualmente de mármol blanco situado a apenas 15 minutos en taxi, conocido como “el pequeño Taj”, porque se considera que sirvió de boceto al arquitecto del Taj Mahal.
6. La Acrópolis de Atenas. Es la máxima expresión y el centro neurálgico de la cultura griega. Lamentablemente ha sufrido tantos daños que los restos que han sobrevivido están muy deteriorados, pese a las continuas restauraciones a las que son sometidos, especialmente el.
Partenón, que resulta casi imposible verlo totalmente desprovisto de andamios. Yo al menos no lo he conseguido en tres viajes que distan entre sí 35 años. Tiene una ubicación espectacular, en lo alto de una colina en el centro de Atenas.
7. Chichen Itzá. La ciudad más importante de la civilización maya se encuentra en la península mexicana del Yucatán, en un área donde se encuentras otras ruinas mayas relevantes y muy cerca de las playas caribeñas de Cancún y alrededores, lo que conforma una zona de gran atractivo turístico, sin olvidar la bella ciudad colonial de Mérida.
También se puede aprovechar para visitar las ruinas mayas de Uxmal, muy cercanas e importantes, y las de Tulum, no tan destacadas aunque ubicadas junto a las aguas turquesas del Caribe. Las otras ruinas mayas más relevantes, en Palenque, se encuentran demasiado alejadas, a casi un millar de kilómetros y sólo se visitan si se incluye un circuito por el Estado de Chiapas.
8. Petra. La ciudad nabatea situada en Jordania es otra de las grandes construcciones de la humanidad. La peculiaridad de Petra es que todas sus construcciones se hicieron horadando directamente en las montañas de la zona, modelando en sus laderas no sólo las viviendas sino también palacios y templos como los conocidos como el Monasterio y el Tesoro.
La llegada a Petra resulta también espectacular, ya que se efectúa a través de un estrecho desfiladero que desemboca frente al imponente edificio del tesoro. El recorrido por el desfiladero se puede hacer a pie o a lomos de los muchos caballos que los lugareños ponen a disposición de los turistas.
9. El Cristo Redentor. Es la más famosa atracción turística de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, hasta el punto de haberse convertido en una de las siete nuevas maravillas del mundo por votación popular. Quizás alguien se pueda escandalizar con lo que digo pero para mí lo más destacado de la visita del Cristo Redentor es la panorámica que se divisa de la Bahía de Río, una de las más bellas del mundo.
Es fundamental hacer la visita en días soleados ya que es muy frecuente que las nubes impidan ver no sólo la bahía sino incluso la propia estatua, lo que provoca que la subida en el tren cremallera hasta la cumbre del Corcovado resulte inútil.
10. La Alhambra. Se le puede llamar de todo, desde ciudad, hasta palacio o fortaleza, pero en lo que todos coinciden es en calificarlo de un conjunto extraordinario y una de las manifestaciones cumbres del arte nazarí y musulmán.
Para tener la seguridad de poder visitarlo no hay más opción que hacer la reserva por internet con varios días e incluso semanas de antelación. La vista panorámica desde el barrio del Albaicín y el recorrido por sus palacios, patios, jardines, fuentes y salas, resulta realmente impresionante.
11. La Estatua de la Libertad. Es no sólo el icono de Nueva York, sino también de Estados Unidos. Si quieres llegar hasta la misma isla en la que se encuentra, al sur de Manhattan, tienes que hacerte el ánimo de que debes reservar toda una mañana dada la gran
cantidad de turistas que la visitan a diario en cualquier época del año. Si además quieres subir al mirador de la escultura, que con la base tiene una altura de 93 metros, tienes que hacer la reserva desde internet con semanas de antelación.
12. La Torre Eiffel. Es uno de los lugares más visitados del mundo, con seis millones de espectadores, muchos de los cuales optan por subir a alguno de sus tres niveles, desde los que tienes una visita panorámica de París, especialmente el segundo.
Al tercero, situado cerca de la cumbre sólo se puede subir en ascensor. Tiene más de 300 metros de altura y fue hasta 1930 la construcción más alta del mundo. Está bellamente iluminada hasta las 2 de la madrugada.
13. La catedral de San Basilio y la Plaza Roja. Esta iglesia ortodoxa destaca especialmente por sus coloreadas cúpulas en forma de bulbo de cebolla y por situarse junto a la monumental Plaza Roja de Moscú y del río Moscova.
Contemplarla a última hora de la tarde, cuando los dorados rayos del sol la iluminan, es un gran espectáculo. Hoy es la imagen más representativa de la capital rusa y el lugar más frecuentado por los turistas, junto con el vecino Kremlin.
14. Abu Simbel. Para mi gusto más impresionante que las pirámides, los dos templos se encuentran al Sur de Egipto, a unos 300 kilómetros por carretera de Asuán. Fueron construidos horadando y esculpiendo directamente las laderas de colinas hace más de 3.000 años y se salvaron de ser engullidas por las aguas de la presa de Asuán al ser trasladadas, pieza a pieza, a colinas artificiales construidas en un nivel superior.
El templo mayor, llamado Gran Templo de Ramsés, destaca por sus cuatro grandes estatuas exteriores del citado faraón de 20 metros de altura. Muy cerca se encuentra el templo menor, el de Nefertiti, con seis estatuas exteriores, cuatro del Faraón Ramsés y dos de su esposa, Nefertiti. Lo mejor para visitarlos es en un corto vuelo desde el aeropuerto de Asuán, aunque también se puede hacer el recorrido en autobús.
15. La Ópera de Sídney. Esta construcción se ha convertido no sólo en la imagen representativa de Sídney sino incluso de toda Australia.
Inaugurada en 1973, su forma de velero con las velas desplegadas y su bellísimo entorno de la espectacular bahía junto al también famoso puente de Sídney, justifican sobradamente su inclusión entre las grandes atracciones del mundo.
16. La Sagrada Familia. El templo diseñado por Gaudí se ha convertido en el gran gancho turístico de Barcelona. Iniciado en 1882, todavía falta por completar el 35 por ciento del total, por lo que se calcula que se completará
en 2026, si los trabajos siguen al ritmo actual. No obstante, su interior ya se puede contemplar y en el mismo se celebran oficios religiosos.
17. Los templos de Angkor. Son el conjunto de templos más destacados del sureste asiático y el símbolo de Camboya, la nación que ha incluido la imagen de uno de sus templos en su propia enseña nacional. Abarcan un área de 400 kilómetros cuadrados con casi un millar de edificios y monumentos, de entre los que destaca Angkor Wat, la construcción religiosa más grande del mundo.
Fueron construidos entre los siglos IX y XIV por la civilización Jemer. Para visitar los templos más destacados se necesita un mínimo de dos días. Toda la infraestructura turística se sitúa en la población de Siem Reap, a unos 5 kilómetros de Angkor Wat.
18. El Palacio del Potala. La que tradicionalmente ha sido la sede de los dalái lama tibetanos hasta 1959, año en el que esta autoridad religiosa se exilió en La India, se encuentra en Lhasa, la capital del Tíbet, a 3.700 metros de altura.
Es la más destacada construcción del peculiar estilo tibetano. Sus dependencias ocupan toda una montaña. Gran parte de la edificación es de color blanco y destaca por sus sólidos y elevados muros. El Palacio del Potala en Lhasa, la capital del Tíbet
19. El Templo del Cielo. Situado en un parque al sur de la Ciudad de Pekín China, es el edificio más grande y destacado de un complejo arquitectónico y botánico constituido por distintos pabellones y construcciones.
El Templo del Cielo se levanta sobre una plataforma de mármol blanco y tiene un triple tejado de color azul, coronado por una bola dorada. Tuvo que ser reconstruido al resultar devastado por el fuego a finales del siglo XIX.
20. El Pabellón de Oro. La lista se completa con este encantador edificio que se encuentra en la ciudad japonesa de Kioto y es conocido oficialmente con el nombre de Kinjakuji. Aunque hay quien no lo incluye entre las 20 mejores construcciones del mundo, para mi gusto su presencia está sobradamente justificada.
La gran belleza propia del pabellón se completa con un entorno encantador, rodeado de un pequeño estanque y una bella arboleda. No he podido sustraerme a su visita en las tres veces que he viajado a Japón.
Maravillas de la Tierra Historia
La Tierra es nuestro hogar en el Universo. Todo lo que hemos sido, somos y seremos está dentro de un pequeño cuerpo celeste de 12.742 kilómetros de diámetro que se formó hace 4.543 millones de años cuando el disco de gas y polvo que orbitaba alrededor de un joven Sol se condensó en este increíble planeta.
ResponderEliminarOrbitando desde hace todos estos miles de millones de años alrededor del Sol a una velocidad media de 107.280 kilómetros por hora, la Tierra es, por ahora, el único lugar del Universo donde la presencia de vida está confirmada.
Nuestro hogar ha sufrido muchos cambios desde su formación hace 4.500 millones de años, cuando era una roca sin atmósfera y totalmente inhóspita para la vida, hasta el día de hoy, en el que los humanos hemos creado metrópolis donde vivir.
Embárcate con nosotros en este apasionante viaje a lo largo de todos los eones, eras y épocas geológicas de la Tierra, analizando cómo ha evolucionado nuestro planeta desde su formación hasta la actualidad.