El Mundo de las Abejas La Apicultura
Las Abejas y la Apicultura
La cosecha de la miel o el saqueo de los panales silvestres de abejas melíferas para obtener su miel y su cera, es una actividad que se desarrolla en cualquier parte del mundo donde haya colinas o una abundante colonia silvestre de abejas. Desde hace muchos años, sin embargo, se sabe que la crianza de abejas es mucho más fácil y conveniente y se trata de hacer que estas nidifiquen dentro de una colmena. Meter las abejas en una caseta es la verdadera arte de "apicultura", pero esta definición es usada erróneamente para describir todas las técnicas que tienen que ver con las abejas, la cosecha y la transformación de sus productos. Hay muchos modos de utilizar las abejas para efectos de polinización o para explotar sus productos. El método utilizado será definido por los tipos de abejas disponibles y las habilidades y recursos con que cuentan los apicultores.
¿Cómo obtener abejas?
Las abejas pueden ser obtenidas transportando una colonia silvestre dentro de una colmena. Esta colonia puede tener ya algunos panales que podrían ser removidos y reubicados en las barras superiores o al interno de los cuadros o una colmena. Otra forma de iniciar es colocar una colmena, mejor aún si sellada en su interior con cera de abejas para darle un olor atrayente y esperar que un enjambre de abejas silvestres pase por ahí y se establezca. Esto traerá resultados solamente en las áreas donde ya existen grandes cantidades de colonias de abejas melíferas. La mejor forma de iniciar es pidiendo consejos a los apicultores locales.
La selección de la colmena
Para practicar la apicultura no es necesario explotar el terreno. Según su tipo, las colmenas pueden ser ubicadas en árboles, en áreas deprimidas o en techos de construcciones. Esto significa que la apicultura es factible para los pequeños agricultores o personas que no posean tierras. Un buen sitio debería disponer de agua en sus cercanías, buenas cantidades de árboles y plantas que florezcan en el área y al abrigo del viento y de la luz directa del sol. Una colmena es un contenedor que se coloca para que las abejas melíferas nidifiquen. Hay tres tipos fundamentales: las colmenas tradicionales, las colmenas de cuadros móviles y las colmenas de barras superiores.
Las colmenas locales tradicionales
Están construidas con materiales locales tales como troncos huecos, cilindros de cortezas, ollas de barro, hierba o cañas entretejidas- donde sean disponibles. El único propósito de estas colmenas es el de estimular a las abejas para que nidifiquen en un lugar accesible para el apicultor. Las abejas construyen sus nidos dentro de las colmenas, de la misma forma que lo harían en una cavidad natural. El apicultor utiliza estos nidos para extraer la miel y la cera. Las abejas podrían o no ser eliminadas durante este proceso, esto depende de la habilidad del apicultor. Si se destruye la colonia, la colmena quedará vacía durante un tiempo. Si hay abundancia de colonias en el área, un enjambre que pasa se puede establecer en la colmena vacía y comenzar a construir un nido nuevo. Los apicultores tradicionales poseen muchas colmenas que no pasan mucho tiempo sin que sean ocupadas nuevamente. Todos los materiales necesarios deberán ser fácilmente disponibles, pero los apicultores tradicionales pueden beneficiarse de asistencia en la obtención de vestimentas protectoras, ahumadores y envases para la miel, al igual que ayuda en la colocación de sus productos en el mercado.
Las colmenas de barras superiores Las colmenas de barras superiores presentan las mismas ventajas de manipulación y eficiencia en la cosecha melífera que las colmenas de cuadros móviles, sin las desventajas de los altos costos de producción manufacturera. Interior de una colmena tradicional: las abejas construyen sus nidos desde la parte superior de la colmena. Para que las colmenas sean funcionales se busca que las abejas construyan sus panales partiendo de una serie de barras. Estas facilitan la remoción de los panales individuales por parte de los apicultores. Como en las colmenas locales tradicionales, los contenedores se pueden construir con cualquier tipo de material que se encuentre en los alrededores. Sobre esto se han publicado muchos modelos diferentes. Todos los instrumentos pueden ser construidos en la localidad. Los únicos aspectos que necesitan ser construidos con precisión son las barras superiores, que deben garantizar los mismos espacios para los panales que las abejas encuentran en su nido natural.
Este espacio dependerá de las especies y razas de abejas melíferas. Como guía general, las Apis mellifera de origen europea necesitan barras superiores de 35 mm de ancho, las Apis mellifera africanas necesitan 32 mm y las Apis cerana asiáticas, 30 mm. La mejor forma para determinar con precisión la amplitud ideal es la medición de los espacios de tránsito en los panales silvestres del mismo tipo de abejas. El volumen de la caseta debe presentar las mismas medidas que el volumen de la cavidad ocupada por los nidos silvestres. Una ventaja de estas colmenas es que promueven la apicultura en nuevos grupos de personas. En algunos países, la apicultura tiende a ser una actividad exclusivamente de los hombres, quienes tradicionalmente usan colmenas de corteza, poniéndolas en la profundidad de la selva. Los grupos de mujeres apicultoras podrían preferir iniciar esta actividad con colmenas de barras superiores construidas y mantenidas cerca de sus hogares. Este tipo de colmenas puede ser también un modo económico de mantener un buen número de colonias con objetivos de polinización.
Estas colmenas son usadas en gran parte de los países industrializados y en algunos países en vías de desarrollo, especialmente en Centro y Sur América y Asia. Cuadros rectangulares de madera o plástico son usados para sostener los panales. Estos cuadros tienen dos ventajas fundamentales: permiten la inspección y manipulación de las colonias, tales como el transporte de los cuadros de abejas o cuadros llenos (depósitos) de una colonia bien desarrollada para reforzar otra más débil; permiten una excelente cosecha de miel, porque los panales de sus cuadros pueden ser privados de su miel y luego vueltos a colocar en la colmena, lo que permite el incremento de la producción de miel porque las abejas no tienen que construir nuevos panales.
Las colmenas de cuadros están formadas por una serie de casetas, generalmente de madera, colocadas en orden vertical como una especie de archivo suspendido al interno de un cajón cerrado. La caseta inferior generalmente se usa para la reproducción y es donde la reina deposita sus huevos y se desarrollan las nuevas abejas. Una malla metálica, que permite que las abejas obreras pasen sin que se salga la reina que es más grande, se coloca entre el cuadro que contiene los huevos el que le sigue en orden vertical. Esto garantiza que solamente la miel venga colocada en los cuadros superiores. Se necesita también un apoyo para el piso y el techo de la colmena, al igual que otros elementos especiales. Las colmenas de cuadros deben ser construidas con precisión. Los cuadros deben poder colocarse con exactitud y los espacios entre estos tienen que ser iguales a los espacios de los nidos naturales. Se fabrican con madera seca cuidadosamente cortada y cepillada y materiales tales como hilos metálicos, clavos y cera estampada.
Requieren mucho trabajo para su construcción y manutención y hay que prevenir un fácil cambio de las piezas deterioradas, particularmente la cera estampada y los cuadros. El espacio de tránsito, volumen del nido y otros elementos de las colmenas de cuadros estándar han sido adaptados para las abejas melíferas europeas usadas en Europa, Norte y Centro América y Australasia y non son necesariamente adecuados para otras razas o especies de abejas. Cuando se compran los instrumentos es importante saber con qué tipos de abejas se va a trabajar y cuáles son sus características.
El Ahumador
Un ahumador produce una nube de humo cálido necesario para calmar las abejas. No es más que una caseta que contiene materiales de combustión lenta, tales como el estiércol seco de las vacas, la arpillera, mazorcas de maíz o cartulinas. El apicultor introduce un poco de humo a través de la entrada de las colmenas antes de cosechar la miel, dirigiéndolo delicadamente hacia las abejas para que se quiten del lugar en el que va a trabajar. Los ahumadores importados son útiles como prototipos, pero pueden ser construidos por los herreros del pueblo, lo que beneficia el sistema de vida y desarrollo local.
Las vestimentas protectora
Un sombrero de alas ancha con un velo protege la cabeza y el cuello de las picaduras. Las vestimentas protectoras le dan a los apicultores principiantes un poco de seguridad; los apicultores expertos sostienen que el uso de estas protecciones les produce calor impidiendo también que trabajen delicadamente con las abejas. Algunos apicultores usan solamente una bolsa de plástico en cada mano, atada a los pulsos con una banda elástica. Estas bandas evitan que las abejas se introduzcan en los ruedos de los pantalones o en las mangas de las camisas. La vestimenta protectiva de importación puede ser un útil arquetipo, pero las vestimentas de apicultura, adaptadas a las modificaciones posibles en la localidad, pueden garantizar un estímulo útil para la industria local.
La herramienta de colmena
Algunas especies de abejas tienden a cubrir cada ranura y a sellar cada hendidura de la colmena con el propóleos. El levantacuadros es una pieza de metal usada para separar los cuadros, raspar los trocitos de cera y separar las extremidades de los cuadros de su apoyo. Es posible usar un cuchillo viejo para este trabajo, pero la hoja del cuchillo produce un efecto palanca que no es lo suficientemente fuerte. Los herreros del poblado pueden producir con facilidad un instrumento adecuado.
La Cosecha y Transformación
La miel es cosechada al final del período de floracion de las plantas. En las colmenas locales tradicionales o en las colmenas de barras superiores, los apicultores cortan los panales generalmente ubicados en las proximidades de la entrada, con miel ya pronta y cubierta por una capa protectiva de cera blanca. Los panales que contienen polen o abejorros en desarrollo no se tocan. Los panales pueden ser simplemente cortados en pedazos o dejados como panales de miel fresca para distribuirlos como miel de primera calidad. Alternativamente, el panal puede ser partido en pedazos y pasado por filtros especiales para separar la miel de la cera. Una vez que la miel y la cera han sido separadas, se calienta esta última en baño maría para formar un bloque. Se puede hacer la misma operación con los panales recogidos por los cazadores de miel. La miel se extrae de los cuadros poniéndolos en un extractor a fuerza centrífuga. Luego de este proceso los panales vacíos vuelven a ser ubicados en la colmena. Ya que los panales no son deteriorados, los esfuerzos de las abejas son dirigidos hacia la producción de miel y no a la de cera. Esto explica por qué el rendimiento de la cera en la apicultura que utiliza colmenas de cuadros móviles es bajo comparado con el de la cera extraída con los métodos de apicultura tradicionales.
La Apicultura como una Fuente de medios de Vida
Existen muchos puntos de entrada diferentes para los proyectos de apicultura que fortalecen los medios de vida y desarrollo, tales como la inclusión de árboles para las abejas dentro de los proyectos de reforestación, para mejorar la polinización e incrementar la cosecha, convencer a los cazadores de miel para que utilicen la apicultura y/o fabricar y vender el vino de miel o los cosméticos a partir de la cera de abejas. Han sido echados a andar proyectos de apicultura en muchos países en vías de desarrollo con el apoyo de grandes organizaciones internacionales, gobiernos y ONG. La apicultura se adapta perfectamente a los demás tipos de intervenciones y generalmente se incorpora en uno de estos. Sin embargo, algunos recursos son indispensables.
Recursos naturales: especies indígenas
Para mejorar el potencial de la apicultura los proyectos practican la plantación de vegetación melífera. Las abejas melíferas nativas se desarrollan y se perpetúan en las condiciones locales a las que se han adaptado mejor que cualquier tipo de especie que pueda ser introducido. Las abejas melíferas originarias de Europa que han sido introducidas en varios países y las abejas de origen africano que han sido introducidas en América Central y del Sur son actualmente la base de las industrias de apicultura competitivas.
Recursos humanos: habilidades, capacitación y soporte en materia de apicultura
La apicultura es una actividad amplia que necesita totalmente la experiencia local sobre el argumento. La introducción de un mínimo de información técnica, sin embargo, puede contribuir a mejorar sensiblemente la cosecha de miel y de cera. Son numerosas las posibilidades de ayudar a los cazadores de miel o a los apicultores a incrementar sus recursos por medio de métodos más eficaces de cosecha y transformación de la miel, recuperando la cera de abejas para su venta y fabricando productos derivados.
Amenudo, los apicultores y los instructores no cuentan con suficientes materiales de formación; la mayor parte de la literatura trata de la apicultura con abejas europeas en zonas de climas templados. Esta capacitación es generalmente sólo teórica, propone el uso de un nuevo tipo de colmenas sin indicar consejos prácticos y de verificación. Los nuevos apicultores necesitan una capacitación que les permita trabajar con las abejas, producir miel de buena calidad, separar la miel de la cera, fundir la cera, fabricar productos elaborados y producir las vestimentas protectivas y el material apícola.
Recursos materiales: instrumentos y transporte
Principalmente a causa del acceso limitado a los medios de transporte los apicultores de áreas remotas reciben los precios más bajos por sus productos. Los proyectos pueden hacer mucho para resolver esta situación. Los habitantes de las zonas rurales pueden tener dificultades en la adquisición de instrumentos, contenedores y embalajes. La respuesta no es simplemente donárselos sino enseñarles a fabricar sus propios materiales, a conseguir contenedores y embalajes adecuados y créditos para producírlos. Los instrumentos necesarios para la apicultura pueden ser sencillos: un simple cubo de plástico es uno de los elementos fundamentales, basta que sea de buena calidad y con tapadera adecuada. Los productos plásticos no le da un buen prestigio a los apicultores expertos, pero son utilísimos para los que viven en lugares remotos y que necesitan conservar su miel limpia hasta el momento de la venta. La miel de excelente calidad puede ser cosechada tanto cuanto dure la disponibilidad de cubetas limpias, algodón, cestas para colar la miel, envases para la cera derretida, embalajes y demás utensilios.
El material adecuado para la cosecha y transformación de la miel y la cera de abejas depende de las cantidades con que se trabaja y del tipo de producto requerido. En algunas áreas, la apicultura con colmenas locales tradicionales se practica en gran escala y justifica el suministro de materiales relativamente sofisticados en larga escala y capaces de operar con grandes cantidades de miel. Donde existen cooperativas que han echado a andar un centro de embalaje de la miel, algunos materiales fundamentales tienen que ser importados, tales como grifos especiales para usarlos en los contenedores de miel, gasas especiales para su filtrado y refractómetros para medir el porcentaje de agua.
Recursos económicos: el crédito
En las sociedades pobres la falta de crédito es un elemento restrictivo para todos los que tienen que ver con la compra y venta de la miel. Los apicultores que tienen miel para vender prefieren recibir dinero en efectivo de los centros de recolección o de empresarios del sector privado, si no, prefieren vender sus productos en pequeñas cantidades en el mercado para obtener dinero en efectivo aunque vendan a menor precio. La gente que compra miel necesita tener acceso al crédito durante la temporada. En ausencia de crédito, las cantidades de miel disponibles para la venta son insignificantes, los negociantes no demuestran interés por el producto y la economía se anquilosa.
Recursos sociales: apoyo al sector apícola y comercialización
En los países en vías de desarrollo, los funcionarios del gobierno generalmente están encargados de la capacitación y difusión de la apicultura. Sin embargo estas informaciones son escasas y el acceso al transporte y demás recursos es inexistente. Se necesitan políticas nacionales que promuevan la apicultura y que protejan a los polinizadores. Una ONG nacional es una ventaja considerable y puede representar los intereses de los apicultores, establecer contactos entre productores y comerciantes y facilitar la comercialización. En muchos de estos países se puede hacer una gran cantidad de cosas para incrementar la venta al detalle de la miel, por ejemplo mejorando y diversificando los envases, especialmente para el mercado al por menor. Las iniciativas de comercialización abarcan la promoción en los medios de comunicación, la interacción entre productores y comerciantes para aumentar el consumo y las ventas y la creación de relaciones comerciales con los productores de envases. El consumo de la miel aumenta al aumentar el nivel de vida; la gente tiene ganas de comprar miel cuando se llega a una situación en la cual el producto inspira confianza.
El primer objetivo de las iniciativas de comercialización debería ser el reemplazo de los productos de importación, lo que implica un envase y una presentación de la miel local que la vuelva tan interesante como la miel importada. Sólo cuando la demanda local de miel sea satisfecha se debe pensar en la exportación, porque no es difícil conseguir miel a bajo precio en el mercado internacional. En algunos países, los productores han pedido la certificación de su miel o de su cera de abeja como productos de origen orgánico, conforme a los criterios de comercio justo, obtienen una excelente ganancia. Este tipo de certificación puede ayudar a los pequeños productores a encontrar nichos de mercado que pagan mejores precios por la calidad. La exportación de miel a la Comunidad Europea requiere un excelente conocimiento de las leyes comerciales y requisitos de importación (Bradbear, 2001).
Planificación del proyecto
· definir los puntos de entrada más eficaces para una intervención de apicultura, por ejemplo suministrando asistencia en los aspectos técnicos o para la comercialización de los productos;
· verificar que la intervención planificada sea apropiada para la gente que se verá involucrada;
· reconocer que los apicultores son generalmente la gente más pobre en las sociedades locales y pueden vivir en lugares remotos; focalizar la intervención para llegar hasta ellos;
· determinar las posibilidades de acceso al mercado de los grupos de productores, para la cosecha de miel y de cera de abeja.
Evaluación de los proyectos
Muchos proyectos de apicultura han introducido tecnología, cuyo uso no puede ser sostenido después del final del proyecto. Aquí, un almacén lleno de materiales inútiles es todo lo que queda de un proyecto que dependía de productos de importación. Muchos proyectos de apicultura se han dedicado solamente a la distribución de colmenas y materiales y a ofrecer capacitación técnica. Los donantes y las autoridades locales estarán seguramente satisfechos de los resultados de estos proyectos cuando ven las colmenas instaladas en los apiarios. Un examen más detallado, sin embargo, revela que las colmenas que pertenecen a una tecnología introducida recientemente no son siempre explotadas con eficacia.
Es indispensable reforzar la capacitación y la verificación. La apicultura es una actividad de temporada y no puede ser aprendida en una aula de clases. En todo proyecto de desarrollo de apicultura, la pregunta no es "¿cuántas colmenas nuevas han sido distribuidas?" sino "¿los medios de vida y desarrollo de la población han sido consolidados?" Las intervenciones de pequeña envergadura como los proyectos de apicultura no siempre interesan a los donadores.
En las sociedades pobres, sin embargo, grandes proyectos de apicultura apoyados por grandes institutos de crédito frecuentemente están condenados al fracaso. Son demasiados los proyectos de apicultura en los cuales un donador lleno de buenas intenciones asigna un presupuesto considerable destinado en su mayoría a la compra de materiales. Los instrumentos adquiridos de esta forma se adaptan mal a los recursos disponibles, y aunque sean útiles para trabajar la madera y fabricar las colmenas, se vuelven inútiles cuando ya no se necesitan más colmenas. La capacitación es, a veces, insuficiente ante los recursos y el savoir-faire locales.
No se recomienda usar las colmenas de cuadros si no hay materiales suficientes en la localidad para su fabricación. La apicultura en colmenas de cuadros se practica en todos los países industrializados y la mayor parte de los proyectos tratan de introducir este método en los países en vías de desarrollo, pero las comunidades necesitan recursos materiales, humanos, naturales y financieros para sostener eficazmente este tipo de apicultura.
Apicultura: cómo proteger a las abejas y el mercado de la miel en Europa
España es el principal productor de miel en la Unión Europea. Su producción, sin embargo, no es suficiente, y la UE tiene que recurrir para su consumo a la importación del edulcorante, sobre todo de China, lo que conlleva su falsificación y la reducción de su calidad. Para atajar este problema, el Parlamento Europeo presentó el 23 de enero un informe en el que pide reforzar el apoyo al sector de la apicultura europea. El documento realizado por el eurodiputado húngaro Norbert Erdős reclama incrementar la financiación de los programas nacionales apícolas y medidas para proteger las razas de abejas locales y regionales. Además, afirma que es necesario prohibir los pesticidas dañinos, aumentar la investigación y fomentar los programas de reproducción para mejorar la salud de estos insectos.
El mercado europeo de la miel
En la Unión Europea hay alrededor de 600.000 apicultores y 17 millones de colmenas. Éstos generan 250.000 toneladas de miel cada año, lo que sitúa a la Unión como el segundo productor mundial de este edulcorante después de China. España, Rumanía y Hungría, según un estudio de la Comisión Europea, fueron los países de la UE que más miel produjeron en 2015. Sin embargo, la UE no produce suficiente miel para cubrir su propio consumo y recurre sobre todo al país asiático para importarla
Importación de miel adulterada
La Unión Europea define la miel como "una sustancia natural dulce" y establece su composición de acuerdo a unos criterios específicos de calidad recogidos en una directiva. Sin embargo, se trata del tercer producto más adulterado del mundo: en ocasiones se mezcla con otros siropes con azúcar o se cosecha demasiado temprano y se artificialmente, así como se venden mezclas de miel falsificada con miel europea de alta calidad. De acuerdo a una investigación de la UE, el 20% de las importaciones de miel no respesta los estándares de calidad europeos.
Los eurodiputados recalcan la necesidad de atajar este problema, que presiona a los apicultores europeos, lleva a la caída de los precios y plantea dudas sobre la protección del consumidor. Además, urgen medidas para mejorar los análisis de la calidad de la miel e intensificar las inspecciones de importación para detectar adulteración del producto e incrementar las sanciones los estafadores. También exigen que se garantice el etiquetado de los productos para que los consumidores sepan de dónde vienen. El informe destaca que se fomente los beneficios del consumo de este edulcorante natural.
La importancia de las abejas
El 84% de las especies vegetales y el 75% de la producción de alimentos en Europa depende de la polinización de las abejas. El informe adoptado por la comisión de Agricultura estima que producen un valor económico de 14.200 millones de euros anuales. Sin embargo, en los últimos años los apicultores han alertado de la disminución del número de colonias de abejas debido a diversos problemas causados por la agricultura intensiva, el uso de pesticidas, la mala nutrición y los virus o los cambios climáticos. Además, las abejas también se enfrentan a enfermedades causadas por especies invasoras, como el ácaro varroa, la avispa asiática o el pequeño escarabajo de colmena. Sin embargo, en los últimos años los apicultores han alertado de la disminución del número de colonias de abejas debido a diversos problemas causados por la agricultura intensiva, el uso de pesticidas, la mala nutrición y los virus o los cambios climáticos. Además, las abejas también se enfrentan a enfermedades causadas por especies invasoras, como el ácaro varroa, la avispa asiática o el pequeño escarabajo de colmena.
La Elaboración de la Miel
El proceso de elaboración de la miel tiene una duración de 45 días aproximadamente, donde cada abeja desarrolla una función específica. De este modo, a través del trabajo en equipo, se garantiza el correcto desarrollo del proceso, y por tanto la creación de una miel de gran calidad. A continuación te mostramos en qué consiste este proceso. ¿Cómo es el proceso de elaboración de la miel?
Extracción del néctar de las flores
El proceso de elaboración de la miel, comienza con la recolección del néctar de las flores. En este paso, las abejas obreras adultas, es decir, con al menos 21 días, sobrevuelan las flores para extraer el néctar. Para obtener el néctar, rico en azúcares, las abejas chupan las flores con sus largas lenguas. De este modo, cuando los apicultores quieren obtener mieles de determinadas flores, lo que hacen es colocar las colmenas junto a las flores que quieren que polinicen. Así, se elabora la miel de acacia, de romero, etc.
Las abejas depositan el néctar en sus colmenas
Una vez extraído el néctar de las flores, el proceso de elaboración de la miel, continúa cuando las abejas ingieren el néctar y lo almacenan en su abdomen, denominado “buche melario”. Una vez ingerido, las abejas modifican el pH de la miel al combinarlo con unas enzimas. Posteriormente, las abejas vuelven a la colmena, donde el proceso de elaboración de la miel continúa. Ahí, estas les pasan el néctar a otras abejas obreras más jóvenes, que extraen y descomponen el néctar a través de diversas digestiones enzimáticas en compuestos más sencillos, ricos principalmente en fructosa y glucosa. Esto le explica el sabor dulce a miel y su gran aporte calórico. De este modo, las abejas mastican este néctar durante aproximadamente media hora, hasta que la humedad del néctar pasa del 70% hasta un 20%. Asimismo, estas enzimas modifican el pH de la miel, situándose en torno al 3,9%, es decir, es un producto muy ácido.
La elaboración de la miel
El sellado de las celdas. Una vez la miel está depositada en la colmena, el proceso de elaboración de la miel continúa con la eliminación del exceso de humedad en la colmena. Para ello, las abejas emplean sus alas para abanicar las celdas y evitar así el exceso de humedad del néctar succionado. De este modo, logran extraer hasta un 80% del agua sobrante. Posteriormente, para garantizar la correcta conservación de la miel, las abejas sellan las celdas. De este modo, la miel puede conservarse durante muchos años. elaboración de la miel.
Finalización del proceso de elaboración de la miel
El proceso de elaboración de la miel concluye cuando con el paso del tiempo, el néctar creado se une con las enzimas y la cera; obteniendo así la miel su sabor dulce tan característico. Para eliminar los restos de cera que pueda haber, tras recoger el producto, los apicultores lo dejan en decantación durante unos días. Tras reposar unos días, el producto es filtrado y envasado. Por otro lado, en caso de tratarse de miel cruda, tras reposar unos días, la miel es envasada directamente. Es decir, no se filtra el producto.
LA MIEL LAS ABEJAS?
Las abejas pecoreadotas, absorben con su lengua el néctar de las flores que visitan, lo introducen en su buche y vuelven a la colmena, donde se lo entregan a las obreras jóvenes que encuentran más cercanas a la piquera; volviendo a salir en busca de más néctar, tan pronto han pasado la carga a sus hermanas. Las abejas del interior rápidamente se ponen a trabajar para transformar el néctar en miel, ya que hay que rebajar el porcentaje de humedad, desde un 60 % con el que entra el néctar en la colmena, hasta un 16 ó 18, que tiene la miel cuando las obreras lo operculan en las celdillas. El proceso puede durar varios días, dependiendo en gran medida de dos factores: la humedad y temperatura exterior.
Panales repletos de miel y recién construidos.
Miles de abejas jóvenes, que todavía no han salido de la colmena, se pasan el néctar enriqueciéndolo al mismo tiempo con encimas, que ellas mismas segregan. Cuando los aportes de néctar son muy elevados, las gotitas de néctar son depositadas sobre los panales, ya que las abejas no disponen de tiempo para procesarlo. Por la noche, cuando todas las abejas se han recogido dentro de la colmena, abejas jóvenes, nodrizas y pecoreadoras acaban de procesar los excedentes de néctar que entraron durante el día. El primer procesado del preciado líquido está terminando, consiguieron bajar la humedad hasta el 25 %, y aportar principios activos, todavía no muy estudiados por los científicos. Abeja refrigerando la colmena, al ventilar el néctar pierde humedad y se convierte en miel.
El néctar es depositado en las celdas de los panales, donde todavía seguirá perdiendo humedad, hasta alcanzar el grado de maduración perfecto, en torno al 18 %. Cuando las abejas comprueban que la miel esta lista para ser guardada, sellan la celda con una fina capa de cera; este proceso se llama el operculado de las celdas y es la señal, que nos indica a los apicultores, cuando la miel está lista para ser recogida de las colmenas. Durante todo el proceso de deshidratación del néctar, la pérdida de humedad es aprovechada por las abejas para refrigerar la colmena, creando corrientes de aire entre los panales por cientos de abejas ventiladoras, consiguen bajar la temperatura interior de la colmena en más de 15 grados. Consiguiendo de esta forma mantener constante la temperatura del nido de cría, que siempre ronda los 36 grados. Una vez operculadas las celdas repletas de miel, puede mantenerse en perfectas condiciones de consumo durante muchos años.
El cambio climático, el uso excesivo de insecticidas en la agricultura moderna y el aumento de la emisión de ondas electromagnéticas por parte de teléfonos y antenas móviles han provocado que las abejas se encuentren en grave peligro de extinción. Las abejas están sufriendo aproximadamente desde el año 2006, por un fenómeno de desaparición masiva. Estos insectos son unos eficaces especialistas en la polinización de las flores, una amplísima variedad de plantas.
Por eso su delicada situación es de alarmarse. Diferentes estudios internacionales han demostrado que las abejas están muriendo en masa y con ello la polinización, la cual ayuda a que las plantas se reproduzcan y que diversos animales se alimenten. Aunque el problema se viene presentando desde el 2006 y pese a que ahora existe una situación de crisis económica, lo cierto es que podríamos estar en vísperas de una gran crisis alimentaria mundial. La situación es bastante crítica ya que a pesar de los numerosos avances en la investigación de las causas de esta gran crisis, el problema continúa presentándose.
La polinización depende no sólo de las abejas, sino también de diferentes animales como las mariposas, aves y murciélagos, lo cual garantiza el correcto desarrollo de los bosques, cuya función es la producción de oxígeno, la no erosión del suelo y regulación del flujo del agua; por lo cual la cadena alimenticia sigue su curso.
Por esta razón, aquellos insectos forman parte importante del ecosistema, ya que de ellos depende no lo sólo la producción de alimentos como la miel y sus derivados, sino que también son los encargados de que la mayoría de las especies del mundo vegetal se reproduzcan. Además, diversas frutas y legumbres como las cerezas, almendras, manzanas y cebollas, entre otras, requieren de la polinización y en los últimos años su producción disminuyó significativamente, lo que provoca escasez, aumento de precios y complica la alimentación humana.
La situación es tan crítica que la ciencia junto con algunos gobiernos ya están buscando soluciones. Un mundo sin abejas se convertiría en un mundo sin flores, sin diversidad botánica, sin duda, todo un desastre.
ResponderEliminarLas Abejas y la Apicultura
La cosecha de la miel o el saqueo de los panales silvestres de abejas melíferas para obtener su miel y su cera, es una actividad que se desarrolla en cualquier parte del mundo donde haya colinas o una abundante colonia silvestre de abejas. Desde hace muchos años, sin embargo, se sabe que la crianza de abejas es mucho más fácil y conveniente y se trata de hacer que estas nidifiquen dentro de una colmena. Meter las abejas en una caseta es la verdadera arte de "apicultura", pero esta definición es usada erróneamente para describir todas las técnicas que tienen que ver con las abejas, la cosecha y la transformación de sus productos. Hay muchos modos de utilizar las abejas para efectos de polinización o para explotar sus productos. El método utilizado será definido por los tipos de abejas disponibles y las habilidades y recursos con que cuentan los apicultores.