La Historia del Titanic
Titanic tuvo una impronta distinta a los demás barcos. Todo cuanto tenía relación con él adquirió visos legendarios, un aura que no hizo sino aumentar a medida que pasaba el tiempo y se acercaban el momento de su acabado y la preparación de su viaje inaugural. Se convirtió así en «el objeto móvil más grande jamás creado»: una mole de 270 metros de longitud y 53 de altura, con un peso neto de unas 46.328 toneladas, y que podía navegar a una velocidad máxima de 22,5 nudos unos 42 kilómetros por hora gracias a sus 55.000 caballos de fuerza motora, desplazando más de 50.000 toneladas de agua a su paso.
En la madrugada del 15 de abril de 1912, el hundimiento del mayor barco construido hasta entonces por la mano del hombre –que algunos calificaban de insumergible–, se llevó la vida de 1.495 personas y dio lugar a la mayor leyenda de la historia de la navegación marítima. El Titanic tenía botes salvavidas para unas 1.200 personas, pero había cerca de 2.200 a bordo. Inmediatamente después de la tragedia se escribieron crónicas, se hicieron averiguaciones, nacieron suposiciones de cómo había transcurrido la fatídica jornada. Durante muchos años historiadores, buscadores de tesoros, oceanógrafos y empresarios han buscado los restos del naufragio. Y fue en 1985 cuando se localizó el Titanic en el fondo del mar, a 4 kilómetros de profundidad y a unos 800 kilómetros de la costa de Canadá. Entonces se inició la tarea de recuperar los restos del Titanic para saber más sobre su historia y para preservar su memoria. El trabajo de recuperación aun no ha terminado, pero los objetos salvados ofrecen información sobre cómo se desarrolló la tragedia.
La historia del Titanic, y la de sus dos barcos gemelos, el Olimpic y el Britanic, había comenzado en la mansión londinense, propiedad de Lord James Pirrie socio mayoritario de los astilleros más grandes del mundo, Harland and Wolf. En esta casa se reunió la noche del 10 de junio de 1907, con Bruce Ismay director gerente de la compañía naviera White Star Line, y decidieron la construcción de los tres barcos más grandes del mundo. Esa noche también decidieron los nombres que llevarían cada barco. Al primero le llamarían Olimpic, al segundo Titanic y el tercero Gigantic, nombre que después de la tragedia del Titanic cambiaron por Britanic. Curiosamente, la casa donde nació el Titanic, es en la actualidad la Embajada de España en el Reino Unido. Aunque en los astilleros Harland and Wolf trabajaban 14.000 operarios, fueron cerca de 3.000 hombres los que, durante 27 meses, trabajaron intensamente para terminar la construcción del Titanic. El levantar el gran transatlántico se necesitaron 27.000 toneladas del mejor acero de la época. El casco del Titanic estaba compuesto por chapas de acero, de 2 ,5 cms de grosor, que se unían con más de 3 millones de remaches.
Cuando zarpó el 10 de abril de 1912, el Titanic era el buque más grande del mundo. Con 880 pies de largo y 175 pies de altura, se necesitó un equipo de 20 caballos para arrastrar el enorme ancla del Titanic, y el barco estuvo en construcción durante tres años. Bruce Ismay, director gerente de la compañía naviera White Star Line, sobrevivió a la tragedia aunque, por ocupar el puesto de una mujer en un bote salvavidas, fue rechazado por la sociedad británica y murió en la soledad de su mansión irlandesa en 1937. El 10 de abril de 1912 el Titanic iniciaba su viaje inaugural y partía desde Southampton (Inglaterra) rumbo a Nueva York. El buque zarpó con casi una hora de retraso ya que al salir estuvo a punto de chocar con otro barco que estaba amarrado en el puerto. El Titanic zarpó con alrededor de 2.224 personas abordo, entre pasajeros y tripulantes. La mayoría de los que portaban el billete eran hombres y mujeres que viajan para buscarse un futuro mejor en Estados Unidos. Aunque, el lujo que se anunciaba sobre el interior del Titanic atrajo a muchos ricos y famosos.
Todos los camarotes de primera clase eran espaciosos, confortables y refinados, con paredes paneladas con ricos tapices y entelados y profusión de molduras, una tendencia decorativa inspirada en la ornamentación del Palacio de Versalles, que era una constante en la mayoría de las estancias del buque. Un elegante mobiliario en estilo Luis XV completaba el conjunto. Las zonas del barco reservadas para la primera clase estaban equipadas con todo tipo de comodidades: piscina, gimnasio, cancha de squash, baño turco,… todo ello decorado de forma majestuosa. Por ello, el buque también representa la diferencia de clases de la época, porque la decoración se encargaba de dejar a la vista además de gustos, el nivel, la clase social o el poder adquisitivo de quien pudiera disfrutar de ella. Un ejemplo de ello es la majestuosa escalera imperial que presidía la zona de primera clase del barco. Una decoración que resumía a la perfección la sensación que se pretendía trasmitir.
Era una impresionante escalera de madera de roble, de doble curva, con una barandilla lujosamente decorada en oro, y rematada por una cúpula de cristal por la que entraba la luz natural. El ángel que decoraba la escalera, fue rescatado del fondo del mar en una de las primeras inmersiones. La cubierta B del barco alojaba pasajeros de primera clase y en ella se situaba el Café Parisien, cuyas ventanas se podían subir si el tiempo lo permitía para cenar al aire libre. El café fue muy popular entre la gente joven que viajaba a bordo del Titanic. Gimnasio, baños turcos y una piscina cubierta, tres espacios de ocio que nunca habían sido vistos en un transatlántico hasta la fecha incentivaron todavía más a que la clase más adinerada de Europa se animase a vivir en primera persona una experiencia, que prometían deliciosa, durante el viaje en el buque. Hay que recordar que la idea inicial fue de un buque realizado desde la visión más moderna y avanzada en el arte de la construcción naval; no se escatimó ningún gasto en su diseño.
El empresario John Jacob Astor IV era uno de los hombres más ricos del mundo cuando murió en el Titanic, con una fortuna equivalente a 2,16 billones de dólares actuales. Junto con su esposa Madeleine, el matrimonio partió de luna de miel en el RMS Olympic desde Nueva York e hicieron un viaje por Egipto. Al regresar, decidieron abordar el RMS Titanic en Cherburgo como pasajeros de primera clase junto a su perra Kitty, un valet (ayuda de cámara), una doncella y una enfermera, esta última ya que Madeleine estaba embarazada de cinco meses. En la noche del 14 de abril de 1912, Astor le informó a su esposa que el barco había colisionado con un iceberg. Ambos subieron a la cubierta de botes. Astor ayudó a su esposa a abordar el bote, preguntó si podía acompañarla por su "delicada condición", petición que le fue denegada porque primaba la premisa "mujeres y niños primero". Madeleine y sus acompañantes fueron rescatadas por el Carpathia, pero su esposo y el valet fallecieron en el hundimiento y el cuerpo de Astor fue recuperado el 25 de abril.
El hundimiento Cuatro días después de haber comenzado su primer viaje, la tripulación comenzó a recibir mensajes de otros barcos advirtiendo sobre varios icebergs en el camino. Sin embargo, algunas de estas recomendaciones no fueron tomadas en serio y el capitán Edward J. Smith se fue a su habitación a las 21:20 horas. Los vigías intentaban ser un poco más diligentes con la observación, pero el barco seguía yendo a toda velocidad. A las 23:40 horas este barco indestructible chocó contra un iceberg. La noche era clara, pero la luna no brillaba y los vigías no tenían binoculares, por lo que solo pudieron ver el iceberg cuando estaba delante de ellos. Cuando se dio la alarma se ordenó virar a estribor (hacia la izquierda) y poner los motores en reversa. Aunque tenía margen para hacerlo, no fue suficiente. Pocos segundos después de la señal de alarma el Titanic chocó contra el iceberg por su lado derecho.
Los pasajeros no se dieron cuenta de la situación porque el golpe apenas se sintió, pero a las 00:05 horas los botes salvavidas ya estaban siendo desplegados y cinco minutos después se estaban realizando llamadas de emergencia. Dos horas y cuarenta y cinco minutos después de la colisión, la nave se había hundido por completo. A pesar de cumplir con la legislación de la época, el buque solo llevaba botes salvavidas para aproximadamente la mitad de los viajeros. La compañía estaba tan segura de que el barco no se podía hundir que solo había 20 botes salvavidas. Los botes luego fueron necesarios, pero lamentablemente no suficientes... Quienes no alcanzaron a subir a los botes salvavidas (gran parte de la tripulación y los pasajeros de tercera clase) tenían chalecos salvavidas, que de nada les sirvieron en las heladas aguas del atlántico norte. Incluso algunos que sí lograron subir a los botes salvavidas murieron congelados en la intemperie, ya que los botes fueron rescatados a las 03:30 horas de la madrugada por el transatlántico Carpathia. Isidor e Ida Straus eran copropietarios de la cadena de grandes almacenes Macy’s de Nueva York. En febrero de 1912, los Straus y una de sus nietas, Beatriz, viajaron a Alemania.
El matrimonio dejó a su nieta en Alemania y viajaron a Inglaterra, donde decidieron sacar billetes en el nuevo RMS Titanic. Tras el choque con el iceberg los Straus y su personal son guiados al gimnasio para esperar la posibilidad de ser embarcados en un bote salvavidas. Son asignados al bote nº 8 y en consideración a su edad Isidor Straus es invitado a abordar dicho bote junto a su esposa y su doncella Ellen Bird; pero Isidor Straus se niega, diciendo: "No subiré a ese bote antes que cualquier otro hombre". Su esposa Rosalie Ida deja entonces su lugar y le dice: "Hemos estado viviendo juntos muchos años y dondequiera que vayas, yo voy". Murieron juntos a bordo de la nave después de negarse a ser separados. Su doncella fue la única que no abandona el bote y por su testimonio se supo la verdad del comportamiento de los Straus en los últimos momentos del RMS Titanic, su historia causó gran conmoción en la comunidad judía y es usada hasta hoy como un ejemplo de valentía y fidelidad.
Margaret Brown fue conocida en sus primeros años como "Maggie” Tobin, una de las hijas menores de una familia muy humilde. Pero su destino cambió cuando se casó con Jim Brown, un nuevo rico gracias a las ganancias en las minas americanas. Lo primero que Brown hizo con su repentino estatus como millonaria fue educarse. Se metió de cabeza a estudiar arte y al cabo de unos años hablaba fluidamente francés, italiano, alemán y ruso. En 1912 estaba recorriendo Egipto cuando le llegó noticia de que su nieta mayor estaba gravemente enferma. Decidió regresar inmediatamente en el primer barco que tuviese un viaje directo a Nueva York.
Este barco, por supuesto, era el Titanic. Tras el naufragio, Margaret había pasado el tiempo ayudando a personas a llegar a los botes hasta que personal del barco la convenció de abordar el bote número 6. Sin embargo cuando notó que comenzaban a alejarse sin haber llenado los botes de pasajeros, empezó una batalla campal con el capitán. El hombre a cargo del bote, Robert Hitchens, temía que si volvían a acercarse al Titanic podrían ser arrastrados por la succión o la cantidad de personas extra podría hundirlos. La acción que la haría pasar a la historia sería la amenaza al capitán en la que le decía que podía escoger: "volvían o lo tiraba al mar y ella tomaba el bote a la fuerza". Así fue como pasó a ser conocida como Margaret “Molly” Brown apodada “Insumergible” después de conducir su bote salvavidas para rescatar a pasajeros varados en medio del océano. Rescate El Carpathia era un trasatlántico que había zarpado desde Nueva York. Al recibir la noticia del desastre, el capitán Arthur Rostron mandó desviar el rumbo para acudir a asistir a los supervivientes.
El Carpathia logró rescatar a 704 pasajeros y subió a bordo los botes del extinto buque. De las 2.222 personas que viajaban a bordo, tan solo se salvó el 32 por ciento de los pasajeros, pero de haberse llenado los botes se habrían salvado 1.778 viajeros. La proa del Titanic reposa en el fondo del Atlántico Norte, a unos 400 kilómetros al sureste de Terranova. Una expedición creará un mapa en tres dimensiones de los restos del Titanic Supervivientes Milvina Dean (1912-2009) fue la última superviviente del hundimiento. Además, era la pasajera más joven, ya que tan solo tenía dos meses cuando el Titanic zarpó. Su padre falleció en el accidente y, tras el desastre, ella y su familia regresaron a Inglaterra.
El Titanic fué construido en Harland y Wolff Shipbuilding en Belfast, norte de Irlanda en 1912. Tenía 882 pies de largo ( 268 metros) y un tonelaje total de 45.000 Toneladas. Los dueños eran The White Star Line, y sería usado junto a su hermano identico llamado Olimpic, para el tráfico Atlántico entre Soithampton y New York, U.S.A. Era propulsado por dos hélices gemelas de más de siete metros de diámetro y otra hélice, en posición central, que medía más de cinco metros. Tenía 29 calderas que alimentaban a dos motores de vapor de 30.000 HP y a una turbina de 16.000 HP. Combinados, propulsaban el navío a una velocidad de unos 22 nudos.
Llevaba tan solo 16 botes salvavidas y 4 balsas, lo que es muy poco si pensamos que el barco tenía una tripulación de 3.200 personas. Entre botes, balsas y botes de emergencia, podían tomar solo 1.200 de los pasajeros. Los pasajeros podían elegir entre Primera, Segunda y Tercera Clase para su viaje. La diferencia de precio era enorme, 870 libras para el pasaje de Primera, y tan solo 2 libras para Tercera. La mayoría de los pasajeros eran de Tercera Clase. El Titanic tenía 28 salas y suites para sus pasajeros. Las salas especiales estaban localizadas en el medio de las cubiertas B y C, diseñadas de distina forma. Los pasajeros de Primera podían elegir piezas de distinto diseño. Imperio, Italiano, Renacimiento Moderno, Georgiano, Regency, Queen Ann, Luis XIV y XV. Se dice que los pasajeros de primera perdían valiosisimo tiempo tratando de elegir sus habitaciones. Algunas de las piezas tenían hasta chimenea que quemaban el carbón en la sala principal. Camas gigantes en los dormitorios. La habitación más cara tenía 5 piezas y baño privado.
Un gran restaurante situado en cubierta D era el lugar de reunión para la cena. Con una dimensión de 92 pies de ancho y 114 de largo, realmente un lugar inmenso. Albergaba más de 500 personas sentadas al mismo tiempo. Titanic también incluia un restaurante francés con meseros de esa nacionalidad llamado "Café Parisien". El Lunge que estaba en la cubierta Promenade era el lugar de reunión de los pasajeros de primera clase durante el día. Las murallas eran muy similares a las del Palacio Versalles cerca de París. Próximo a este lugar estaba la piea Georgian, lugar exclusivamente diseñado para la lectura y escritura, y la próxima pieza a seguir, era la de fumadores. Los barcos Titanic y Olimpic eran especiales en muchas maneras, una era el sentido de espacio a bordo. El Titanic tenía dos cubiertas de primera clase. Con medidas de 500 y 200 pies de largo respectivamente. Para esos obligados ejercicios, los pasajeros disponían de un gimnasio con un caballo eléctrico. Para los aficionados al Squash disponían de un corte de esta cancha en el sector F.
Casi toda la tripulación se componía de 860 hombres y mujeres, el cual 340 de ellos trabajaban bajo cubierta, en el departamento de motor como ingenieros, celdereros, mantenimiento, limpiadores de ventanas o lavaderos. Solo algunas docenas trabajaban como marineros directamente y unos pocos como oficiales. Era el Capitán del Titanic F. J. Smith. Su carrera era larga y antes del viaje, había navegado más de 2 millones de millas. White Star Line tenía plena confianza en él y le dieron su nave más cara y nueva para este viaje. Aunque nunca pensó que sería su última travesía a pesar de haber tomado todas las precauciones para asegurarse de que sería seguro y placentero. El cocinero de abordo hizo una lista de cosas que el necesitaba para el primer viaje, aunque no se sabe todavía si esta lista es oficial incluyó entre otras cosas
Esta lista de proviciones se encontró en el Libro Titanic Voices. lista de proviciones se encontró en el Libro Titanic Voices. Carne Fresca 70.000 libras Arroz, porotos secos 10.000 libras Pescado fresco 11.000 libras Azucar 10.000 libras Pescado salado y seco 4.000 libras Harina 250 barriles Cereales 10.000 libras Tocino y jamón 7.500 libras Manzanas 36.000 Pollo 25.000 libras Limones 16.000 Huevos frescos 40.000 Uvas 1.000 libras Salchicas 2.500 libras Mermeladas 1.120 libras Papas 40 toneladas Leche fresca 1.500 galones Cebollas 3.500 libras Tomates 3.500 libras Crema fresca 1.500 galones Esparrágos frescos 800 porciones Leche condensada 600 galones Arvejas 2.500 libras Lechugas 7.000 libras Mantequilla fresca 6.000 Helado 1.750 libras Café 2.200 libras Cerveza 15.000 botellas Té 800 libras Vinos 1.000 botellas Agua mineral 1.200 botellas Cigarros 8.000. Para comer toda esta comida los pasajeros tenian: 1.57.600 piezas de lozas. 2.29.000 piezas de cristalería. 3.44.000 piezas de cuchillería. 4.12.000 platos de cena 5.40.000 toallas de distintas formas 6.45.000 servilletas de mesa 7.1.000 tenedores de ostras 8.15.000 vasos de champagne
Gracias a la experiencia de los estivadores en Southampton pusieron todo junto en menos de una semana. En el primer día de viaje, el Titanic navegó 386 millas, el segundo 519 millas y más de 546 en el tercero. Todos los pasajeros estaban ansiosos de llegar a New York lo antes posible, y el Capitán aumento la velocidad al máximo el 14 de Abril de 1912, cuarto día de navegación. Aquel día marcaría una fecha importante en nuestra historia. El Titanic chocó con el iceberg A las 11:40 de la noche del 14 de Abril a la velocidad de 22.5 nudos, Se suponía que los icebergs no llegaban a latitudes tan bajas. un inmenso orificio en el piso doble del Titanic, fué el resultado de aquella colición. Media hora después del choque, se recibió la primera llamada de auxilio del Titanic.
De todas, al menos 5 naves recibieron la llamada. La nave más cercana era el Carpathia, una nave Cunard de 13.564 toneladas emprendió curso hacia el Titanic. El inmenso choque había alarmado y despertado a muchos miembros de la tripulación y pasajeros en sus cuartos. Los pasajeros fueron despertados más por el sonido del agua dando vueltas por cubierta que por el sonido del choque. El Titanic llevaba botes salvavidas para 1.200 personas, pero esa noche tan solo 700 se subieron a los botes salvavidas. Estos 700 eran mayormente mujeres y niños, regla principal esa noche. Muchas mujeres que tuvieron la oportunidad de un asiento en los botes salvavidas no lo tomaron porque sus maridos no lo tenían o no podían seguirlas más tarde. Ese fué el camino hacia la muerte para muchas personas. El Titanic tenía su propia orquesta. Siguieron tocando hasta mucho después de lo que les correspondía.
Hay un mito de que la orqueta tocó "Cerca de Dios" cuando la nave se iba hundiendo, pero estudios hechos más tarde indican que tocaron musica alegre para tratar de alegrar a los pasajeros. Se ubicaron en la entrada de la Primera clase a las 12.15 am y terminaron en la cubierta de los botes. Pero poco antes de hundirse tocaron la última melodía: Otoño...el último saludo de la orqueta para todas las personas a bordo. Era el amanecer cuando llegó el capitán...muchas personas fueron salvadas por el Carpathia, ¿pero cuantas personas murieron en tan solo un momento?. El segundo oficial de el Titanic Sr. Lightoller, que fué salvado por el Carpathia escribió esta últimas palabras cuando vió el Titanic hundirse, llendo a su último lugar en el fondo de el Oceano Atlántico: "Despacio y casi magicamente, la inmensa cola se levanto..." Titanic: 2.207 personas. Muertos: 1.495 Rescatados: 712.
Titanic
Tal día como hoy de 1997 cuando sale a la gran Pantalla en la Historia del Titanic de 1912 del 15 Abril de 2022 , los amantes del cine descubrían la historia del naufragio del transatlántico más famoso de todos los tiempos, el Titanic. El director James Cameron llevaba a la gran pantalla lo que fue el primer y último trayecto del RMS Titanic. Protagonizada por Kate Winslet y Leonardo DiCaprio, la obra maestra de Cameron ha conseguido alzarse con 91 galardones, entre los que destacan once premios Oscar. El film se convirtió en un éxito inminente; a día de hoy está considerada como una de las películas más laureadas de todos los tiempos. El estreno del film cumple hoy 24 años y aquí repasamos alguno de sus secretos que igual desconocías: Personajes ficticios y reales
Gloria Stuart interpretando a Rose en Titanic. Con un casting prácticamente perfecto, James Cameron contó para la filmación con más de 100 actores y actrices que dieron vida a los personajes para narrar la historia del transatlántico. Y aunque el director canadiense centró la narración en la historia de amor entre Jack y Rose, no quiso pasar por alto ningún detalle de otros personajes que estuvieron presentes en el hundimiento del Titanic. Precisamente, dos de los personajes ficticios son dicha pareja, interpretados por Winslet y DiCaprio respectivamente; pero otros como la figura de Rose en el presente interpretada por Gloria Stuart, si que existieron en realidad. Dos personas también con una influencia importante en la película como son el diseñador del barco y su capitán, Thomas Andrews y Edward John Smith, también estuvieron presentes el día del hundimiento. La pasajera de primera clase «Molly» Brown (interpretada por Kathy Bates), el primer oficial William Murdoch (representado por Ewan Stewart) o incluso los músicos, vivieron en su piel la trágica noche del Titanic. Millones de dólares para la creación de una obra maestra cinematográfica
Al parecer la historia del hundimiento no era del todo atractiva para algunos productores, por lo que Cameron buscó y creó una historia de amor que llegara al espectador con la tragedia del barco como marco donde desarrollarla. El director advirtió que para crear un film único necesitaría un presupuesto de alrededor de 150 millones. Tras varias negociaciones se firmó por 190 millones y finalmente se produjo por casi el doble. Un dato curioso es que el film costó un 25% más que el barco original (150 millones de dólares).
Para los jovencísimos Kate Winslet y Leonardo DiCaprio, Titanic era la primera película que unía sus carreras profesionales. Es por eso que James Cameron decidió que para romper el hielo, qué mejor que rodar como primera escena el desnudo de Rose. Una secuencia que aunque no salió como estaba planeada, se ha convertido en leyenda del séptimo arte. Tales eran los nervios de DiCaprio que sus declaraciones ante una Kate desnuda fueron algo diferentes a lo que marcaba el guion. Del «Acuéstate sobre el sofá» a «Acuéstate sobre la cama, perdón, sobre el sofá». Un error tan real y sincero que encandiló al director y que optó por mantenerlo en la película. De una situación incómoda y comprometida habíamos pasado a una auténtica obra de arte. Otro dato curioso de la escena es que las manos que aparecen dibujando a Rose no son las de Leonardo DiCaprio sino las de James Cameron, y se asegura que el retrato final también fue dibujado por el director.
¡Soy el Rey del mundo!
¿Quién no se acuerda de la mítica frase gritada a los cuatro vientos por Leonardo DiCaprio? Un momento de felicidad plena. Recién embarcado en el buque de los sueños, Jack Dawson decide mostrar así su sentimiento; estaba empezando para él una aventura que cambiaría su vida por completo. Pues bien, es sabido por el mismo actor que fue totalmente improvisada y que Leonardo no quería hacerla así. Y tal es la importancia que recaló en la frase que fue votada como una de las 100 mejores líneas de películas de cine. El guion dice que Jack muere, tenía que morir. Si hubiese vivido, el final carecería de significado
JAMES CAMERON
Infinidad de teorías, numerosos estudios y la duda sigue existiendo. ¿Cabían en la tabla los dos protagonistas? ¿Se podrían haber salvado ambos? La respuesta es que sí, el espacio era suficiente para estar los dos a salvo y colocando un par de chalecos salvavidas por debajo habría aguantado el peso, pero la razón por la que no sucedió es simple y directa, James Cameron así lo decidió. «El guion dice que Jack muere, tenía que morir. Si hubiese vivido, el final carecería de significado», aseguraba el director. Lo que es cierto es que ese momento quedó grabado para la historia del cine. La relación de Jack y Rose se apagaba en la gélida noche que dejaba el Atlántico. DiCaprio no era la primera opción
Billy Crudup, Stephen Dorff o Chris O’Donnell fueron algunos de los nombres que se barajaron de primeras para representar a Jack Dawson en la película, pero no acabaron de cuajar. Por su parte Matthew McConaughey hizo hasta repasos de guion junto a Kate Winslet y estuvo a punto de hacerse con el papel, pero la productora consideró que no era la opción adecuada. Un jovencísimo Tom Cruise se ofreció para hacer de protagonista pero ni siquiera fue barajada la opción. Finalmente un joven y hasta la fecha «desconocido» Leonardo DiCaprio se hacía con el papel. Un personaje que cambiaría su trayectoria profesional y lo elevaría a la fama mundial.
¡Qué banda sonora!
¿Qué sería una película sin su música? Pues seguramente que algo extraño. Y es que una buena banda sonora ayuda a crear y reforzar situaciones del film y dotar al espectador esa sensación de realidad de las escenas. La música en una película ayuda a que se entienda, en todos los sentidos, no solamente el visual. En el caso de Titanic se convirtió en un elemento fundamental. Pero aunque a todos se nos viene a la cabeza la espectacular voz de Céline Dion, hay que señalar que no fue la primera opción de James Cameron.
La idea era contar únicamente con música instrumental por lo que pensó en la compositora irlandesa Enya, pero el proyecto no se llevó a cabo. El contrato recaló finalmente en el compositor James Horner. Produjo la banda sonora (solo instrumental a petición del director) y se guardó hasta el final la carta de la canción con letra que había escrito en la voz de Céline Dion. Cuando Cameron escuchó el My Heart Will Go On su percepción de prescindir de voz en la música del film cambió radicalmente. La interpretación de Céline Dion se convirtió en el single más vendido de la historia y la banda sonora completa obtuvo 11 discos de platino y vendió más de 11 millones de copias.
El primer viaje de la gran novedad marítima estaba pautado para el 20 de marzo de 1912 pero su puesta a punto debió aplazarse y con ella la fecha de partida, que finalmente se estableció para el 10 de abril del mismo año. Cuando llegó el día miles de personas esperaban ansiosas el embarque, que fue pasado el mediodía desde el puerto de Southampton, Inglaterra. Se cumple un nuevo aniversario de aquel día histórico. El trayecto finalizaría en Nueva York, pasando antes por Cherburgo, Francia, para lo que se debía pasar por el Canal de la Mancha, y Queenstown, Irlanda. No obstante, nunca pudo llegar a destino ya que el 14 de abril y en medio del océano Atlántico colisionó contra un iceberg que causó el hundimiento del mismo la madrugada del 15, tragedia en la cual sobrevivieron solo 712 personas.
Muchos de los pasajeros, que eran más de dos mil incluyendo también a la tripulación a bordo, admitieron tener una mala sensación al subirse al Titanic, lo que se supo a través de cartas que enviaban a personas que estaban en tierra. De hecho, había algunas situaciones previas que indicaban que algo podía salir mal pues, por empezar, el transatlántico tenía botes salvavidas para 1178 pasajeros, que eran un poco más de la mitad de lo que iban a bordo y un tercio de la capacidad máxima habilitada, que era de 3547 personas. La tripulación del barco contaba con casi 900 personas entre quienes trabajan en cubierta, mecánicos y el equipo de atención que eran los encargados de los servicios a los pasajeros como cocineros, mayordomos, entre otros. Entre ellos se destacaba el capitán a cargo de la embarcación, Edward Smith, quien tenía 62 años y planeaba hacer su último viaje por alta mar a bordo del Titanic, ya que luego se retiraría para poder pasar más tiempo con su familia. A su vez, el barco contaba con una orquesta compuesta por 8 músicos, un quinteto y un trío que casi nunca tocaban juntos sino que se escuchaban distintas melodías sobre la embarcación, recordados por no dejar de tocar aún con el buque hundiéndose.
La salida del Titanic Los preparativos comenzaron una semana antes de que el navío fuera enviado al agua y, al llegar el día, primero ingresó la tripulación junto a Thomas Andrews, diseñador del barco, y otros que habían participado de la creación del mismo. Más tarde comenzaron a entrar los pasajeros, que fueron previamente sometidos a una revisión médica para dar cuenta que no tenían ninguna infección que ponga en riesgo la salud de otros viajeros. Pasadas las 12 del mediodía del 10 de abril, el Titanic salió del puerto de Southampton y su primera parada fue Cherburgo, donde llegó a las 18.30 y se realizó un intercambio de pasajeros puesto que algunos bajaron en el lugar y unas 274 personas embarcaron para emprender su viaje. Se tardó alrededor de una hora y media hasta que partieron rumbo a Queenstown, Irlanda, lugar al que arribó a las 11.30 del 11 de abril, donde descendieron y ascendieron más pasajeros. En ambos puertos se cargó correspondencia para enviar a Nueva York, destino hacia el cual el barco salió a las 13.30.
El viaje estaba siendo relativamente tranquilo, sin nada de qué preocuparse. Los pasajeros estaban disfrutando de las instalaciones, como las piscinas, los restaurantes, gimnasios y espectáculos que se brindaban a bordo. Fue el 13 de abril cuando comenzaron a llegar mensajes que relataban el avistamiento de bloques de hielo en la ruta que debía hacer el Titanic. Algunos de los recados alcanzaron a llegar antes de que el telégrafo fallara por 10 horas, sin embargo no fueron muy tenidos en cuenta por los oficiales de ese momento. Para aquel entonces el Titanic iba a 22 nudos, es decir aproximadamente 40 kilómetros por hora, puesto que la puntualidad era algo primordial para la compañía White Star y ya iban atrasados. El día del iceberg, choque y hundimiento
Según los testimonios, para el atardecer del domingo 14 de abril las aguas estaban muy tranquilas, hecho que transmitió satisfacción en la tripulación. Así pasaron las horas hasta que empezó el suplicio. Eran alrededor de las 23.40 y estaban ubicados a unos 600 kilómetros de Terranova, cuando uno de los guardias pudo observar a lo lejos la sombra de un cuerpo dudoso frente al Titanic, debían actuar con rapidez para intentar evitar la colisión frontal. Esto último pudo evitarse, no obstante el casco del transatlántico chocó con la parte del iceberg que nadie había visto, la que estaba debajo del agua. Fue el comienzo del fin. En ese momento el oficial William Murdoch estaba a cargo de la nave puesto que el capitán Smith había abandonado su lugar para poder descansar unas horas. Pero al notar algo extraño se levantó y se dirigió a sus compañeros para poder darles las indicaciones a seguir. Todos comenzaron a accionar pero sin saber el nivel de rotura a la que se estaba enfrentando el barco. El cuarto oficial había ido a inspeccionar una de las cubiertas donde no encontró daños, sin embargo al ir a buscar al carpintero se enteró que grandes cantidades de agua estaban entrando desde la sala de correos.
Inmediatamente dieron a conocer la situación a los mandamás, entre ellos Thomas Andrews, quien dio una vuelta por el transatlántico para observar las damnificaciones. El panorama fue desalentador, puesto que lejos de traer tranquilidad, comunicó que el mismo no podría mantenerse a flote por mucho más de dos horas. Acto seguido, Smith ordenó el desalojo de los pasajeros y reparó en que era un hecho que muchos perderían la vida en aquella situación debido a la falta de botes salvavidas. No obstante, en ningún momento dejó de dirigir. Cerca de las 0 horas del 15 de abril se dio inicio a los preparativos para desalojar el Titanic. Los botes salvavidas comenzaron a llenarse y los turnos de embarque fueron en primer lugar para mujeres y niños, quienes tienen prioridad en situaciones de amenaza. Solo después comenzaron a subir hombres. Por otro lado, primero se puso a salvo a la primera clase y luego la segunda, siendo la mayoría de quienes no lograron salvarse de tercera.
Mientras se llevaban a cabo las maniobras para el salvamento, el agua continuaba llenando el barco, que quedó partido a la mitad con la proa sumergida casi en su totalidad para las 1.30 horas en la madrugada. Fue aproximadamente una hora después que terminó hundiéndose la popa, que ya estaba en posición vertical, junto a muchos pasajeros que quedaron a la deriva en medio del océano, falleciendo algunos por ahogamiento y otros por hipotermia. Con el Titanic también se hundió el capitán Smith, considerado hasta el día de hoy como un héroe y el más claro ejemplo de la frase que reza que “un capitán se hunde con su barco”. En su honor se levantó una estatua en Hanley, Inglaterra, su ciudad natal.
La ayuda de los barcos aledaños. Cuando el suceso comenzaba a convertirse en tragedia, el telegrafista del Titanic comenzó a pedir ayuda a través de las radios a otro barcos, pues interfería en las transmisiones de ellos debido a la magnitud del transatlántico. Sin embargo, solo uno fue capaz de percatarse de la emergencia, el RMS Carpathia, que tenía al menos 4 horas de viaje hasta llegar al lugar del desastre. Muchos buques cercanos habían apagado sus radios porque el Titanic previamente comenzó a transmitir telegramas después de haber arreglado su aparato, los cuales interrumpían a los barcos, por lo que no respondieron al pedido de auxilio. No obstante, el Carpathia no era el barco más cercano, sino que era el SS Californian que estaba al mando de Stanley Lord a 20 millas de distancia. De hecho, tenía al Titanic a la vista pero tenía el telégrafo apagado y había preferido obviar las señales luminosas que enviaba el Titanic por un altercado que había ocurrido entre el capitán y el telegrafista del gran buque que se estaba hundiendo 10 minutos antes. Lord fue condenado socialmente por tal acción. Finalmente, el Carpathia arribó al lugar a las 4 de la mañana y pudo rescatar a 706 personas, de las cuales una falleció, además de cargar 13 lanchas salvavidas que estaban a la deriva. Más tarde llegó el Californian para barrer la zona en busca de sobrevivientes.
Expresiones culturales relacionadas al Titanic Años después del hundimiento, fueron encontrándose poco a poco restos del barco y pertenencias de quienes estaban a bordo del mismo. El 1 de septiembre de 1985, en una expedición, se halló una parte de la estructura a 3821 metros de profundidad. Más tarde fueron 7 las expediciones que se realizaron, en 1987, 1993, 1994, 1996, 1998, 2000 y 2004 de la mano de RMS Titanic Inc y recuperaron mas de 5500 artefactos perdidos. Muchas fueron llevadas al museo Titanic Belfast, en Irlanda. En lo que respecta a piezas
audiovisuales, hubo muchas películas entre ellas de cine mudo que se produjeron inmediatamente luego del suceso, como por ejemplo Salvada en el Titanic, que cuenta con la participación de una sobreviviente interpretándose a sí misma. De todas formas, la más famosa es la producción realizada por James Cameron en 1997, que fue protagonizada por Leonardo Di Caprio y Kate Winslet. La misma ganó 11 premios Óscars y llegó a ser la películas más taquillera de la historia hasta 2010 cuando Avatar le sacó el puesto. En 2019 quedó tercera puesto tras el estreno de End Game.
A su vez, existe una película llamada La última noche del Titanic, que fue estrenada en 1958 y es considerada “la más fiel a la historia real”. También se hicieron documentales, como Titánica, estrenada en IMAX en 1995 y con una duración de 95 minutos que cuenta con testimonios de 2 sobrevivientes. Además, James Cameron dirigió Misterios del Titanic en 2001. Tras el hecho, considerado “uno de los peores desastres marítimos en tiempos de paz”, surgieron distintos proyectos para mantener viva la memoria de aquellos que habían perdido la vida en la tragedia, además de no olvidar lo que sucedió aquel día, como películas, museos y estatuas. Sin embargo, muchos años antes aún de que se haya construido el Titanic, se escribió una historia similar.
El escritor estadounidense Morgan Robertson publicó en el año 1898 una novela llamada El naufragio del Titán. La misma relata la historia de un gran buque en el que viajaban personas adineradas y una noche de abril el navío choca contra un iceberg generando su hundimiento. Cuando sucedió lo del Titanic muchos revivieron esta historia e hicieron foco en la casualidad, sin embargo, algunas personas creen que fue una predicción.
La Historia del Titanic
ResponderEliminarSe cumplen 110 años del día en que el Titanic salió rumbo a Nueva York
Fue el 10 de abril de 1912 cuando el buque comenzó su travesía. Tras paradas en Francia e Irlanda, iba a Nueva York cuando el 14 de abril chocó con un gran bloque de hielo.
Cuando en los astilleros de Harland & Wolff se comenzó a construir el Titanic, en 1909, nadie imaginaba cuál iba a ser el destino final del que fue considerado el barco más grande del mundo en aquel momento. Creado junto a su gemelo, el Olympic, y junto al tercero del trío, HMHS Britannic, era un transatlántico de la compañía White Star Line que fue preparado con el objetivo de trasladar a las personas de un alto poder adquisitivo y que las mismas puedan disfrutar de todas las comodidades sobre el agua.
El primer viaje de la gran novedad marítima estaba pautado para el 20 de marzo de 1912 pero su puesta a punto debió aplazarse y con ella la fecha de partida, que finalmente se estableció para el 10 de abril del mismo año. Cuando llegó el día miles de personas esperaban ansiosas el embarque, que fue pasado el mediodía desde el puerto de Southampton, Inglaterra. Se cumple un nuevo aniversario de aquel día histórico.
El trayecto finalizaría en Nueva York, pasando antes por Cherburgo, Francia, para lo que se debía pasar por el Canal de la Mancha, y Queenstown, Irlanda. No obstante, nunca pudo llegar a destino ya que el 14 de abril y en medio del océano Atlántico colisionó contra un iceberg que causó el hundimiento del mismo la madrugada del 15, tragedia en la cual sobrevivieron solo 712 personas.
Muchos de los pasajeros, que eran más de dos mil incluyendo también a la tripulación a bordo, admitieron tener una mala sensación al subirse al Titanic, lo que se supo a través de cartas que enviaban a personas que estaban en tierra. De hecho, había algunas situaciones previas que indicaban que algo podía salir mal pues, por empezar, el transatlántico tenía botes salvavidas para 1178 pasajeros, que eran un poco más de la mitad de lo que iban a bordo y un tercio de la capacidad máxima habilitada, que era de 3547 personas.
La tripulación del barco contaba con casi 900 personas entre quienes trabajan en cubierta, mecánicos y el equipo de atención que eran los encargados de los servicios a los pasajeros como cocineros, mayordomos, entre otros. Entre ellos se destacaba el capitán a cargo de la embarcación, Edward Smith, quien tenía 62 años y planeaba hacer su último viaje por alta mar a bordo del Titanic, ya que luego se retiraría para poder pasar más tiempo con su familia. A su vez, el barco contaba con una orquesta compuesta por 8 músicos, un quinteto y un trío que casi nunca tocaban juntos sino que se escuchaban distintas melodías sobre la embarcación, recordados por no dejar de tocar aún con el buque hundiéndose.