Joaquín Sabina
Úbeda, Jaén, 1949 Cantautor español considerado uno de representantes más destacados del folk-rock urbano español de los noventa. Joaquín Sabina figura entre los pocos cantautores que ha sabido evolucionar con los tiempos y ampliar su número de seguidores hasta límites insospechados.
Interesado desde la temprana adolescencia por la poesía y la música, se inició como compositor musicando los espectáculos de un grupo teatral de Granada. En 1976, tras una estancia en Inglaterra, fijó su residencia en Madrid y se convirtió en un habitual de La Mandrágora, local en el que compartió tablas con Javier Krahe y Alberto Pérez.
Tras firmar contrato con la discográfica Movieplay, en 1978 sacó a la luz su primer álbum, Inventario, al que seguiría en 1980, con el sello Epic, Malas Compañías con arreglos de Hilario Camacho y José Antonio Romero, álbum que contenía sus primeros éxitos: Pongamos que hablo de Madrid, Calle Melancolía o Círculos viciosos.
Un año después se publicó La Mandrágora, un disco que recoge una actuación en directo con sus compañeros de escenario Javier Krahe y Alberto Pérez y que tuvo una magnífica aceptación.
Sus temas empezaron a aparecer en el repertorio de multitud de figuras consagradas como Ana Belén, Miguel Ríos, Javier Gurruchaga, Hilario Camacho, Juan Antonio Muriel que interpretó Princesa en una edición del Festival de Benidorm y Los Secretos.
Tras intervenir en la serie de programas Si yo fuera presidente de Fernando García Tola y componer sintonías de televisión Con las manos en la masa y Esto es lo que hay, en 1984 edita Ruleta rusa y en 1985 ya con el sello BMG-Ariola Juez y parte, acompañado del grupo Viceversa.
A partir de entonces se disparó su popularidad, sobre todo con la puesta en circulación del disco Joaquín Sabina y Viceversa en directo, en cuya emisión por televisión fue censurado el tema Cuervo Ingenuo, interpretado por Javier Krahe, por su alusión al presidente Felipe González.
Álbumes como Hotel, dulce hotel 1987, El hombre del traje gris 1988 y otros trabajos posteriores fueron dibujando un Joaquín Sabina cada vez más ecléctico, con temas como "Con un par" del álbum Mentiras piadosas 1990, y "Nos dieron las diez" de su siguiente trabajo Física y Química 1992. Esta última canción fue compuesta a medias con los integrantes de Los Secretos; el grupo la grabó también, modificando en parte la letra.
Joaquín Sabina logró atraer la atención de un público más joven que el de su propia generación y consagrarse como digno heredero de un trono ocupado durante décadas por Joan Manuel Serrat. Así lo puso de manifiesto el éxito de sus siguientes trabajos: Esta boca es mía 1994, con su famoso tema "Ruido",
compuesto por él y Pedro Guerra; Yo, mi, me, contigo 1996, que se colocó en el número uno de la lista de ventas de Afyve 80.000 copias vendidas en su primera semana en el mercado; Enemigos íntimos 1998, álbum realizado al alimón con Fito Páez, que contiene el tema "Llueve sobre mojado", compuesto e interpretado por ambos; y el memorable 19 días y 500 noches 1999.
En noviembre de 1999 recibió el premio Ondas al mejor artista español, que unió al que ya había merecido como mejor autor pop rock en la primera edición de los premios de la Música de España 1997, creados por la Sociedad General de Autores de España SGAE y la Asociación de Intérpretes o Ejecutantes AIE.
Tras una larga gira por España y Latinoamérica para ofrecer a sus seguidores de siempre 19 días y 500 noches, presentó Nos sobran los motivos 2000, un disco doble en directo donde recogió canciones de toda su carrera musical y un nuevo tema inédito, "Rosa de Lima".
En 2001 publicó Ciento volando, libro de sonetos inspirados y dedicados a cineastas, actores, escritores, toreros y cantantes. Después de algunos meses retirado de los escenarios tras sufrir una isquemia cerebral, regresó para grabar un nuevo disco, Dímelo en la calle 2002, y publicar un libro con todo su cancionero, Con buena letra 2002.
Al año siguiente presentó el poemario Ciento volando de catorce, del que se vendieron 150.000 ejemplares. También en 2003 editó Diario de un peatón, un doble CD en formato disco-libro en el que se incluyeron algunas rarezas, temas inéditos y caras B.
En septiembre de 2005 presentó el disco Alivio de luto, un trabajo que tuvo varios títulos provisionales como "Números rojos" o "Doce más una", y que, en palabras del propio Sabina, es un disco "en torno a asuntos de introspección y meditación".
El cantante había sobrellevado dos años de delicada salud que le hicieron pensar en abandonar las giras, pero, plenamente recuperado, continuó su labor con su energía acostumbrada, como se demostró en un recital en el Palacio de Congresos de Madrid, el 20 de diciembre de ese mismo año.
En el verano de 2006 volvió a la carga con una gran gira llamada "Carretera y top manta". Ante la polémica suscitada por tal denominación, Sabina se enfrentó con su humor y socarronería habituales a las desmesuradas críticas vertidas por parte de algunos directivos de las discográficas y de las sociedades de derechos de autor.
Joaquín Ramón Martínez Sabina Úbeda, 1949-. Conocido artísticamente como Joaquín Sabina, es un cantautor, poeta y pintor español, considerado como una de las figuras más importantes del folk-rock urbano de los años noventa.
Su primer acercamiento al mundo artístico se produce en la adolescencia cuando comienza a escribir poemas y componer música para su propia banda formada con amigos, Merry Youngs.
En 1968 inicia estudios de Filología Románica en la Universidad de Granada y dos años después comienza a publicar algunos versos en la revista Poesía 70, pero sus acciones contra
el régimen franquista le obligan a exiliarse a París y posteriormente a Londres. Allí escribe sus primeras canciones y organiza polémicas obras teatrales y conciertos con otros exiliados españoles.
Su primera publicación llega en 1976 con Memoria del exilio, un libreto de canciones que junto a las obras que cantó con dichos exiliados, acabarían dando lugar a su primer disco, Inventario 1978.
En 1977 regresa a España y comienza a trabajar en el diario local Última Hora, además de actuar en distintos bares y mítines electorales.
Empieza a ganar mayor popularidad con su segundo disco, Malas compañías 1980, que contiene temas que se convirtieren en clásicos y le abren las puertas de la radio y televisión.
Frecuenta el local La Mandrágora, donde conoce a Javier Krahe con el que funda la banda Ramillete de Virtudes y Alberto Pérez, junto a los cuales publica en 1981 un álbum con el mismo nombre del bar.
Comienza además colaboraciones con otros artistas reconocidos como Ana Belén, Miguel Ríos, o Viceversa, junto a estos últimos publica el álbum Juez y parte 1985.
Sus siguientes discos Hotel, dulce hotel 1987 y El hombre del traje gris 1988 le traen un éxito multitudinario que le lleva de gira por Hispanoamérica y a partir de entonces se suceden las giras y los discos.
Tras una etapa más rockera vuelve a cultivar su faceta poética, realizando incluso recitales. El álbum 19 días y 500 noches 1999 llega acompañado de diversos galardones como el Premio Ondas.
Sus problemas de salud le obligan a reducir su actividad musical, pero no impide que siga publicando discos, colaborando con otros autores, componiendo bandas sonoras para películas como Torrente o Isi Disi y potenciando su lado literario, publicando libros como Con buena letra 2002.
Tiempo después, en 2005, regresa a los escenarios y sigue publicando sus sonetos en la revista Interviú. Retomada su frenética carrera, en 2009 publica Vinagre y rosas, álbum de estudio que se convirtió en triple platino en España. En 2013 publica Muy Personal, el primer libro en el que el artista incluía sus propios dibujos, y al que seguiría en 2016 Garagatos.
Su último estreno llega en 2017 con el álbum Lo niego todo, producido por el también cantante Leiva y en el que colabora el poeta Benjamín Prado. Joaquín Ramón Martínez Sabina nace el 12 de febrero de 1949 en Úbeda, España.
Allí estudia con las monjas Carmelitas y los sacerdotes Salesianos, en una época en la que escribía versos y leía a Fray Luis de León, Jorge Manrique y José Hierro mezclados con Proust, Joyce y Marcusse.
Con un tanto más de edad, el joven Joaquín crea junto a un grupo de adolescentes que imitaban a Elvis, Chuck Berry y Little Richard, su primera banda llamada “Merry Youngs”.
En unos años más, Sabina se gradúa en la Universidad de Granada en Filología Románica y, en ese momento realiza su primera colaboración con la revista “Poesía 70″.
Posteriormente, Joaquín decide mudarse a Londres y allí inicia su andadura de exiliado político, bajo el nombre de Mariano Zugasti, debido a las consecuencias que han traído sus nuevas inclinaciones políticas. Aquí comienza a expresarse por medio de la escritura, y así forma sus primeras canciones.
Continuó su labor en Inglaterra colaborando con el Club Antonio Machado y monta polémicas obras teatrales como lo han sido “La excepción de la regla”, de Bertol Brecht y “El cepillo de dientes”, de Jorge Díaz.
Es en el año 1975 que Joaquín Sabina publica el libreto de canciones “Memorias del exilio”, el cual ha sido aceptado por su nuevo público. En este momento el músico decide comenzar con su tarea musical, y lo hace como telonero de conciertos para Paco Ibañez,
Lluís Llach, Pi de la Serra y Elisa Serna, ante la colonia de exiliados ingleses. Más adelante es seleccionado para producir la banda sonora de la serie “The last crusade” y editar “Inventario”, su primer elepé.
En el año 1979 Sabina comienza a cantar en el café “La Mandrágora”, para poder mantenerse un tanto mejor de lo que lo venia haciendo, junto a Javier Krahe y Alberto Pérez.
Luego varios años de trabajo para la CBS, el músico edita “Malas compañías” y “Juez y Parte”, complementado con sus participaciones en fiestas pro referéndum para la salida de la OTAN y estrena aquí “Si te he visto no me acuerdo”.
Increíblemente ha alcanzado la cifra de 400 mil copias en la venta de su trabajo titulado “Hotel, dulce hotel”, y aquí decide emprender una gira por México, Argentina y Venezuela, con el objetivo de presentar “El hombre del traje gris”.
Joaquín continua haciéndose presente en actos de protesta, ya escrito junto con otros artistas e intelectuales en el “Diario de la Paz”; continua presentando su próximo álbum llamado “Mentiras piadosas”.
En los 80 ha producido los álbumes “Física y Química”, “Sacrificio de Dama”, “Esta boca es mía” y “Yo, mi, me, contigo”. Este ultimo ha sido el merecedor de haber vendido 80 mil copias en su primera semana en el mercado, para más tarde realizar 30 conciertos en compañía de “Los Rodríguez”.
La siguiente gira se ha llamado “Sabina, viuda e hijos, en paños menores”, en la cual el español recupera su tradición folk de los días en que se presentaba en “La Mandrágora”. Mas adelante Sabina gana el galardón al “Mejor autor pop rock” en la primera edición de los Premios de la Música de España.
Es en el año 1999 que Joaquín publica “19 días y 500 noches”, de la cual se han vendido más de medio millón de copias en España y que le hizo ganar cuatro de los “Premios de la Música” de la SGAE 2000; y en este mismo año le han otorgado “Ondas 2000″ a la mejor canción.
Posteriormente en el 2002 sale a la luz “Con buena letra”, su nueva recopilación de letras e ilustraciones y el disco “Dímelo en la calle”, el cual es considerado por la crítica como uno de los álbumes más importantes de ese año que se dio a conocer con el disco “69 punto G”.
El músico español, es digno de muchísimos años de trayectoria, de una envidiada creatividad expresada en su titulo de cantautor, la cual muestra en “Diario de un Peatón”, un álbum que presenta sorpresivamente un estilo medio tecno. Este material se ha reeditado en el 2003.
El año 2004, ha sido ocupado para el cantautor, ya que ha participado como invitado en numerosas producciones, como “Qué grande es esto del amor!” Del grupo Café Quijano, “Neruda en el corazón”, “Ciudad naufragio”, y en “…Y todo es vanidad”, en el homenaje a Javier Krahe, entre otras.
El músico español ha mostrado su faceta de crítico en la columna semanal “Esta boca es mía”, para la revista “Interviú”, y ha complementado ese debut participando en la película “Isi & Disi”, dirigida por Chema de la Peña, con la canción “La Rubia de la Cuarta Fila”.
Y para que además de ser un músico excelente, un cantautor impecable, un hombre atractivo, completa su imagen con la creación del restaurante junto con sus socios llamado “La Cantina de la Mordida”, en Madrid, España. Este hombre es padre de dos mujercitas hermosas llamadas Carmela y Rocío.
Desde 1978 este cantautor español deleita al mundo con su peculiar tono de voz y con sus interpretaciones, donde se cuentan más de 10 millones de álbumes vendidos.
Joaquín se ha paseado por varios géneros musicales entre los cuales sobresalen: la trova, el rock, el pop y la música folk, además Joaquín es un poeta nato que convierte su poesía en canciones, lo que lo ha hecho ser reconocido como un cantautor popular.
Joaquín Sabina ha publicado diecisiete discos de estudio y siete en directo; también ha realizado varias colaboraciones con diferentes artistas, bien sea cantando en dúos o realizando otras colaboraciones dentro de las canciones de estos artistas.
En los álbumes en directo se pueden apreciar grabaciones de actuaciones, donde Joaquín ha intervenido en solitario o al lado de otros artistas. “La mandrágora” del año 1981.
Grabación que realizó con Javier Krahe y Alberto Pérez, “Joaquín Sabina y Viceversa” en directo del año 1986, junto a la banda “Viceversa”, “Nos sobran los motivos” grabado en el año 2000 y “Dos pájaros de un tiro” del año 2007, en compañía del cantautor español Joan Manuel Serrat.
Se tiene estimado que Joaquín Sabina ha vendido a lo largo de su carrera artística, más de diez millones de discos alrededor del mundo y además ha compuesto canciones para otros artistas, tales como: Ana Belén, Andrés Calamaro y Miguel Ríos, entre otros y muchas de estas canciones se han convertido en éxitos.
En su faceta literaria como poeta destacado este autor ha publicado, nueve libros recopilatorios de letras de canciones y de poemas que se han publicado en el semanario “Interviú”.
Joaquín Sabina, quien nació con el nombre de nacimiento como Joaquín Ramón Martínez Sabina, nació un 12 de febrero de 1949 contando actualmente con 72 años de edad, en Úbeda-Jaén una localidad de España, es un cantautor, poeta y pintor español.
Joaquín como amante de las artes se desarrolló con apenas catorce años escribiendo poemas y componiendo música con sus amigos en una banda llamada “Merry Youngs”, estos chicos se dedicaban más que todo a hacer versiones de las canciones de cantantes de rock, al estilo de: “Elvis Presley”, “Chuck Berry” y “Little Richard”.
Joaquín cursó el bachillerato con los salesianos, cuenta Joaquín como anécdota que “el día en que aprobó cuarto y la reválida, su padre quiso darle como recompensa a un reloj de pulsera, a lo que él se negó pues prefería que le regalara una guitarra”; petición que su padre complació.
Mientras que su hermano mayor sí aceptó el reloj y según palabras de Joaquín, ese fue el pequeño detalle que los distancio ya que con el paso del tiempo su hermano acabó siendo como el padre de ambos; un policía y Joaquín un cantautor.
En el año 1980 Joaquín publica su segundo trabajo “Malas compañías”, en este álbum se destacan varios temas que por su estilo tan peculiar se convirtieron en clásicos, como es el caso de: “Calle Melancolía” y “¡Qué demasiao!”, pero además y muy especialmente;
“Pongamos que hablo de Madrid”, que para muchas personas del público que sigue a Joaquín Sabina es una especie de himno amistoso para la ciudad, en este álbum qué fue grabado primero por Antonio Flores su versión del tema alcanzó el número 1, en el programa radial “Los 40 Principales”.
En el año 1981 se graba “La mandrágora”, un álbum que fue grabado en directo al lado de Krahe y Pérez tratando de recobrar y recopilar el espíritu de sus actuaciones en ese local.
Aparte de los conciertos en pubs, Joaquín se dedicó a traducir canciones populares en italiano para la discográfica CBS, y además compuso letras para otros artistas entre ellos: “Miguel Ríos” y “Ana Belén”.
Un tiempo después comenzó a actuar con “Ramillete de Virtudes” la que sería su primera banda y refrescó su viejo repertorio con nuevas composiciones cada vez más enfocadas hacia el rock,
pues están llenas de mucho más ritmo, tal es el caso de “Pisa el acelerador” y “Juana la Loca”, canciones que después formaron parte del que sería su tercer LP sin contar el disco grabado en La Mandrágora, “Ruleta rusa”, que se lanzó en el año 1984.
Cambio de sello discográfico y los 80’s para Joaquín Sabina. Al pasar algún tiempo Joaquín Sabina y Javier Krahe se separaron artísticamente, según sus versiones para no caer en la rutina.
En el año 1985, Joaquín se cambió de la compañía discográfica “CBS” a “Ariola”, para el cantante este cambio representó una mayor libertad artística y lo que también significó poder obtener una más alta remuneración.
Para ese mismo año Joaquín comenzó a trabajar con “Viceversa” una banda musical con la que en el año 1985, grabó el álbum “Juez y parte” y un año después en 1986, el álbum “Joaquín Sabina y Viceversa en directo” que fue grabado en el “Teatro Salamanca” de Madrid.
En el trabajo discográfico con la banda Viceversa, Joaquín tuvo la colaboración como invitados, de “Javier Gurruchaga” y de “Ricardo Solfa”, quienes interpretaron temas del anfitrión, y además de “Luis Eduardo Aute”, quien le dedicó la canción “Pongamos que hablo de Joaquín”.
Este álbum fue todo un gran éxito de ventas y le dio a Joaquín la oportunidad de dar el esperado salto al gran público. En el mismo año 1986, el cantante publicó “Si te he visto no me acuerdo”,
una canción algo polémica del gusto muy personal del cantante, además en marzo de ese mismo año, Joaquín publicó “De lo cantado y sus márgenes”, que fue un conjunto de textos que formaron parte de “Memoria del exilio” y de las canciones de su álbum “Inventario”.
Siguiendo en los años 80’s los éxitos se empezaban a materializar para Joaquín con la publicación de sus siguientes LP’s.
En el año 1987 logró vender más de 400.000 copias de su álbum “Hotel, dulce hotel”, que lo ayudó a afianzar más su éxito, su antigua compañía discográfica CBS al ver la fama que estaba alcanzando el artista, publicó sin su consentimiento, una colección de temas de Joaquín a la que titularon “Joaquín Sabina y todos sus éxitos”.
A la par de este evento el cantante se separó de Viceversa y se asoció con “Víctor Claudín” y “Pedro Sauquillo”, para tomar la dirección de la sala de conciertos “Elígeme”, ubicado en el barrio de “Malasaña” en Madrid.
En el año 1988 Joaquín lanzó el sencillo “El hombre del traje gris”, que tuvo un apoteósico estreno en la “Plaza de Toros” de “Las Ventas” en Madrid, completando el éxito del mismo una multitudinaria gira por México, Argentina y Venezuela.
En este álbum se incluyó la banda sonora, coescrita junto a Pancho Varona, de la película “Sinatra”, donde el propio cantante actuó interpretando un personaje secundario.
En ese mismo año, Joaquín produce su álbum doble en directo con el trío madrileño “Los Chichos”, además la “Junta de Andalucía”, le entregó la “Medalla de Plata” por sus méritos alcanzados en pro de la cultura española.
Culminando la década de los 80’s en el año 1989, Joaquín Sabina y Pancho Varona, quien se había convertido con el paso de los años en su inseparable guitarrista, fundan “Ripio” una empresa editorial con donde a partir de ese entonces se registraron todas sus canciones.
Con el nacimiento de su primera hija, “Carmela Juliana”, escribe en honor a ella; la canción “Ay, Carmela” que incluyó en su álbum “Vinagre y rosas” lanzado en el año 2009. Un acontecimiento agridulce fue que nuevamente sin autorización del cantante, su antigua casa discográfica CBS, lanza otro álbum recopilatorio llamado “Mucho Sabina”.
Muchos años de éxitos para Joaquín Sabina. A comienzo de los años noventa, los discos y las giras se iniciaron con el lanzamiento de su álbum “Mentiras piadosas” en 1990, “Física y química” en 1992, donde el cantante logró vender más de un millón de álbumes.
Aquí contó con la colaboración de “Andrés Calamaro” en el sencillo “Pastillas para no soñar”, mismo que popularizaron en toda Sudamérica con la realización de una gran gira internacional que se desarrolló en 188 conciertos.
“Esta boca es mía” es un álbum que se lanzó en el año 1994, en este mismo año el cantante participó, junto a otras importantes estrellas del canto, en la gira “Mucho más que dos” de la cantante “Ana Belén” y el cantante puertorriqueño “Víctor Manuel”.
En el nuevo milenio específicamente en el año 2000, le otorgan cuatro de los cinco premios por los que estaba nominado en los “Premios de la Música”, en las categorías de: “Mejor autor pop”, “Mejor artista pop”, “Mejor disco del año” y “Mejor canción del año”, “19 días y 500 noches”.
Comenzó en ese mismo año, la gira acústica “Nos sobran los motivos”, con una revisión masterizada de su álbum “En paños menores”, y en septiembre del 2000, finaliza la vibrante gira “19 días y 500 noches”, cerrando el año 2000 recibe el “Premio Ondas” por la mejor canción “19 días y 500 noches”.
En el año 2021, la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación Grammy Latino, dio el anuncio de la entrega del “Premio a la Excelencia Musical” a Joaquín Sabina, junto a: “Martinho da Vila”, “Emmanuel”, “Sheila E. & Pete Escovedo”, “Fito Páez”, “Milly Quezada” y “Gilberto Santa Rosa”.
Afirmando que el cantante logró elevar el arte de escribir canciones en español, a alturas inesperadas creando así un universo musical caracterizado por su poesía excéntrica pero sencilla y por sus agudas observaciones sociopolíticas, que han influido positivamente en varias generaciones.
LETRAS MUSICALES DE JOAQUÍN SABINA
Peces de Ciudad
Joaquín Sabina
Se peinaba a lo garçon
La viajera que quiso enseñarme a besar
En la Gare d'Austerlitz
Primavera de un amor
Amarillo y frugal como el Sol
Del veranillo de San Martín
Hay quien dice que fui yo
El primero en olvidar
Cuando en un si bemol de Jacques Brel
Conocí a mademoiselle Amsterdam
En la fatua Nueva York
Da más sombra que los limoneros
La Estatua de la Libertad
Pero en Desolation Row
Las sirenas de los petroleros
No dejan reír ni volar
Y en el coro de Babel
Desafina un español
No hay más ley que la ley del tesoro
En las minas del rey Salomón
Y desafiando el oleaje, sin timón ni timonel
Por mis sueños va, ligero de equipaje
Sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje
Luciendo los tatuajes de un pasado bucanero
De un velero al abordaje, de un
De un no te quiero querer
Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar
Al país donde los sabios se retiran
Del agravio de buscar labios que sacan de quicio
Mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen
El cristal de los acuarios de los peces de ciudad
Que mordieron el anzuelo
Que bucean a ras del suelo
Que no merecen nadar
El dorado era un champú
La virtud, unos brazos en cruz
El pecado, una página web
En Comala, comprendí
Que al lugar donde has sido feliz
No debieras tratar de volver
Cuando en vuelo regular
Pisé el cielo de Madrid
Me esperaba una recién casada
Que no se acordaba de mí
Y desafiando el oleaje, sin timón ni timonel
Por mis sueños va, ligero de equipaje
Sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje
Luciendo los tatuajes de un pasado bucanero
De un velero al abordaje, de un
De un liguero de mujer
Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar
Al país donde los sabios se retiran
Del agravio de buscar labios que sacan de quicio
Mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen
El cristal de los acuarios de los peces de ciudad
Que perdieron las agallas
En un banco de morralla
En una playa sin mar
Y Sin Embargo
Joaquín Sabina
De sobra sabes que eres la primera
Que no miento si juro que daría
Por ti la vida entera
Por ti la vida entera
Y sin embargo, un rato cada día
Ya ves
Te engañaría con cualquiera
Te cambiaría por cualquiera
Ni tan arrepentido, ni encantado
De haberme conocido, lo confieso
Tú que tanto has besado
Tú que me has enseñado
Sabes mejor que yo
Que hasta los huesos
Solo calan los besos que no has dado
Los labios del pecado
Porque una casa sin ti es una emboscada
El pasillo de un tren de madrugada
Un laberinto sin luz, ni vino tinto
Un velo de alquitrán en la mirada
Y me envenenan los besos que voy dando
Y sin embargo, cuando duermo sin ti
Contigo sueño
Y con todas si duermes a mi lado
Y si te vas, me voy por los tejados
Como un gato sin dueño
Perdido en el pañuelo de amargura
Que empaña sin mancharla tu hermosura
No debería contarlo y sin embargo
Cuando pido la llave de un hotel
Y a medianoche encargo
Un buen champán francés
Y cena con velitas para dos
Siempre es con otra, amor
Nunca contigo
Bien sabes lo que digo
Porque una casa sin ti es una oficina
Un teléfono ardiendo en la cabina
Una palmera en el museo de cera
Un éxodo de oscuras golondrinas
Y me envenenan los besos que voy dando
Y sin embargo, cuando duermo sin ti
Contigo sueño
Y con todas si duermes a mi lado
Y si te vas, me voy por los tejados
Como un gato sin dueño
Perdido en el pañuelo de amargura
Que empaña sin mancharla tu hermosura
Y cuando vuelves, hay fiesta en la cocina
Y baile sin orquesta y ramos de rosas con espinas
Pero dos no es igual que uno más uno
Y el lunes, al café del desayuno
Vuelve la guerra fría
Y al cielo de tu boca, el purgatorio
Y al dormitorio, el pan de cada día
Princesa
Joaquín Sabina
Entre la cirrosis
Y la sobredosis
Andas siempre, muñeca
Con tu sucia camisa
Y, en lugar de sonrisa
Una especie de mueca
¿Cómo no imaginarte
Cómo no recordarte
Hace apenas dos años?
Cuando eras la princesa
De la boca de fresa
Cuando tenías aún esa forma
De hacerme daño
Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa
Maldito sea el gurú
Que levantó entre tú
Y yo un silencio oscuro
Del que ya solo sales
Para decirme: Vale
Déjame veinte duros
Ya no te tengo miedo
Nena, pero no puedo
Seguirte en tu viaje
Cúantas veces hubiera dado la vida entera
Porque tú me pidieras
Llevarte el equipaje
Ahora es demasiado tarde, princesa
Tú que sembraste en todas
Las islas de la moda
Las flores de tu gracia
¿Cómo no ibas a verte
Envuelta en una muerte
Con asalto a farmacia?
¿Con qué ley condenarte
Si somos juez y parte
Todos de tus andanzas?
Sigue con tus movidas
Pero no pidas
Que me pase la vida
Pagándote fianzas
Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa
19 Días y 500 Noches
Joaquín Sabina
Lo nuestro duró
Lo que duran dos peces de hielo
En un wiskhy on the rocks
En vez de fingir
O estrellarme una copa de celos
Le dio por reír
De pronto me vi
Como un perro de nadie
Ladrando a las puertas del cielo
Me dejó un neceser con agravios
La miel en los labios
Y escarcha en el pelo
Tenían razón mis amantes
En eso de que antes el malo era yo
Con una excepción, esta vez
Yo quería quererla querer y ella no
Así que se fue
Me dejó el corazón en los huesos y yo de rodillas
Desde el taxi y haciendo un exceso
Me tiró dos besos, uno por mejilla
Y regresé
A la maldición del cajón sin su ropa
A la perdición de los bares de copas
A las cenicientas de saldo y esquina
Y por esas ventas del Fino La Ina
Pagando las cuentas de gente sin alma
Que pierde la calma con la cocaína
Volviéndome loco
Derrochando la bolsa y la vida
La fui, poco a poco
Dando por perdida
Y eso que yo
Para no agobiar con flores a María
Para no asediarla con mi antología
De sábanas frías y alcobas vacías
Para no comprarla con bisutería
Ni ser el fantoche que va en romería
Con la cofradía del santo reproche
Tanto la quería
Que tardé en aprender a olvidarla
Diecinueve días
Y quinientas noches
Dijo hola y adiós
Y el portazo sonó como un signo de interrogación
Sospecho que así
Se vengaba, a través del olvido, cupido de mí
No, no pido perdón no pido perdón
Para qué, si me va a perdonar porque ya no le importa
Siempre tuvo la frente muy alta, la lengua muy larga
Y la falda muy corta
Me abandonó
Como se abandonan los zapatos viejos
Destrozó el cristal de mis gafas de lejos
Sacó del espejo su vivo retrato
Y fui tan torero por los callejones
Del juego y el vino, que ayer el portero
Me echó del casino de Torrelodones
Qué pena tan grande
Negaría el Santo Sacramento
En el mismo momento
Que ella me lo mande
Y eso que yo
Para no agobiar con flores a María
Para no asediarla con mi antología
De sábanas frías y alcobas vacías
Para no comprarla con bisutería
Ni ser el fantoche que va en romería
Con la cofradía del santo reproche
Tanto la quería
Que tardé en aprender a olvidarla
Diecinueve días
Y quinientas noches
Y regresé
A la maldición del cajón sin su ropa
A la perdición de los bares de copas
A las cenicientas de saldo y esquina
Y por esas ventas del Fino La Ina
Pagando las cuentas de gente sin alma
Y Nos Dieron Las Diez
Joaquín Sabina
Fue en un pueblo con mar
Una noche, después de un concierto
Tú reinabas detrás de la barra
Del único bar que vimos abierto
Cántame una canción al oído
Y te pongo un cubata
Con una condición: Que me dejes abierto
El balcón de tus ojos de gata
Loco por conocer
Los secretos de tu dormitorio
Esa noche canté al piano del amanecer
Todo mi repertorio
Los clientes del bar
Uno a uno se fueron marchando
Tú saliste a cerrar, yo me dije
Cuidado, chaval, te estás enamorando
Luego todo pasó, de repente
Tu dedo en mi espalda
Dibujó un corazón
Y mi mano le correspondió debajo de tu falda
Caminito al hostal, nos besamos
En cada farola
Era un pueblo con mar
Yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola
Y nos dieron las diez y las once
Las doce y la una, y las dos y las tres
Y desnudos al anochecer
Nos encontró la Luna
Nos dijimos adiós
Ojalá que volvamos a vernos
El verano acabó
El otoño duró lo que tarda en llegar el invierno
Y a tu pueblo el azar, otra vez
El verano siguiente
Me llevó y al final del concierto
Me puse a buscar tu cara entre la gente
Y no hallé quien de ti me dijera
Ni media palabra
Parecía como si
Me quisiera gastar el destino una broma macabra
No había nadie detrás de la barra
Del otro verano
Y en lugar de tu bar
Me encontré una sucursal del Banco Hispanoamericano
Tu memoria vengué
A pedradas contra los cristales
Sé que no lo soñé
Protestaba, mientras me esposaban los municipales
En mi declaración alegué
Que llevaba tres copas
Y empecé esta canción
En el cuarto donde aquella vez te quitaba la ropa
Y nos dieron las diez y las once
Las doce y la una, y las dos y las tres
Y desnudos al anochecer
Nos encontró la Luna
Y nos dieron las diez y las once
Las doce y la una, y las dos y las tres
Y desnudos al anochecer
Nos encontró la Luna
Por El Boulevard de Los Sueños Rotos
Joaquín Sabina
En el bulevar de los sueños rotos
Vive una dama de poncho rojo
Pelo de plata y carne morena
Mestiza ardiente de lengua libre
Gata valiente de piel de tigre
Con voz de rayo de Luna llena
Por el bulevar de los sueños rotos
Pasan de largo los terremotos
Y hay un tequila por cada duda
Cuando Agustín se sienta al piano
Diego Rivera, lápiz en mano
Dibuja a Frida Kahlo desnuda
Se escapó de una cárcel de amor
De un delirio de alcohol
De mil noches en vela
Se dejó el corazón en Madrid
¡Quién supiera reír
Cómo llora Chavela!
Por el bulevar de los sueños rotos
Desconsolados van los devotos
De San Antonio pidiendo besos
Ponme la mano aquí Macorina
Rezan tus fieles por las cantinas
Paloma Negra de los excesos
Por el bulevar de los sueños rotos
Moja una lágrima antiguas fotos
Y una canción se burla del miedo
Las amarguras no son amargas
Cuando las canta Chavela Vargas
Y las escribe un tal José Alfredo
Se escapó de una cárcel de amor
De un delirio de alcohol
De mil noches en vela
Se dejó el corazón en Madrid
¡Quién supiera reír
Cómo llora Chavela!
Las amarguras no son amargas
Cuando las canta Chavela Vargas
Y las escribe un tal José Alfredo
Se escapó de una cárcel de amor
De un delirio de alcohol
De mil noches en vela
Se dejó el corazón en Madrid
¡Quién supiera reír
Cómo llora Chavela!
Por el bulevar de los sueños rotos
Cerrado Por Derribo
Joaquín Sabina
Este bálsamo no cura cicatrices
Esta rumbita no sabe enamorar
Este rosario de cuentas infelices
Calla más de lo que dice
Pero dice la verdad
Este almacén de sábanas que no arden
Este teléfono sin contestador
La llamaré mañana, hoy se me hizo tarde
Esta forma tan cobarde
De no decirnos que no
Este contigo, este sin ti tan amargo
Este reloj de arena del arenal
Esta huelga de besos, este letargo
Estos pantalones largos
Para el viejo Peter Pan
Esta cómoda sin braguitas de Zara
El tour del Soho desde un rojo autobús
Estos ojos que no miden ni comparan
Ni se olvidan de tu cara
Ni se acuerdan de tu cruz
No abuses de mi inspiración
No acuses a mi corazón
Tan maltrecho y ajado
Que está cerrado por derribo
Por las arrugas de mi voz
Se filtra la desolación
De saber que estos son
Los últimos versos que te escribo
Para decir con Dios a los dos
Nos sobran los motivos
Esta paya tan lejos de su gitano
Este penal del Puerto sin vis a vis
Esta guerra civil, este mano a mano
Estos moros y cristianos
Este muro de Berlín
Este virus que no muere ni nos mata
Esta amnesia en el cielo del paladar
La limusina del polvo por Manhattan
El invierno en Mar de Plata
Los versos del Capitán
Este hacerse mayor sin delicadeza
Esta espalda mojada de moscatel
Este valle de fábricas de tristeza
Esta espuma de certeza
Esta colmena sin miel
Este borrón de sangre y de tinta china
Este baño sin rimmel ni nembutal
Estos huesos que vuelven de la oficina
Dentro de una gabardina
Con manchas de soledad
No abuses de mi inspiración
No acuses a mi corazón
Tan maltrecho y ajado
Que está cerrado por derribo
Por las arrugas de mi voz
Se filtra la desolación
De saber que estos son
Los últimos versos que te escribo
Para decir con Dios a los dos
Nos sobran los motivos
Contigo
Joaquín Sabina
Yo no quiero un amor civilizado
Con recibos y escena del sofá
Yo no quiero que viajes al pasado
Y vuelvas del mercado, con ganas de llorar
Yo no quiero vecinas con pucheros
Yo no quiero sembrar ni compartir
Yo no quiero catorce de febrero
Ni cumpleaños feliz
Yo no quiero cargar con tus maletas
Yo no quiero que elijas mi champú
Yo no quiero mudarme de planeta
Cortarme la coleta, brindar a tu salud
Yo no quiero domingos por la tarde
Yo no quiero columpio en el jardín
Lo que yo quiero, corazón cobarde
Es que mueras por mí
Y morirme contigo si te matas
Y matarme contigo si te mueres
Porque el amor cuando no muere mata
Porque amores que matan nunca mueren
Yo no quiero juntar para mañana
No me pidas llegar a fin de mes
Yo no quiero comerme una manzana
Dos veces por semana, sin ganas de comer
Yo no quiero calor de invernadero
Yo no quiero besar tu cicatriz
Yo no quiero París con aguacero
Ni Venecia sin ti
No me esperes a las doce en el juzgado
No me digas volvamos a empezar
Yo no quiero ni libre ni ocupado
Ni carne ni pecado, ni orgullo ni piedad
Yo no quiero saber por qué lo hiciste
Yo no quiero contigo ni sin ti
Lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes
Es que mueras por mí
Y morirme contigo si te matas
Y matarme contigo si te mueres
Porque el amor cuando no muere mata
Porque amores que matan nunca mueren
Y morirme contigo si te matas
Y matarme contigo si te mueres
Porque el amor cuando no muere mata
Porque amores que matan nunca mueren
Porque amores que matan nunca mueren
Y morirme contigo si te matas
Y matarme contigo si te mueres
Porque el amor cuando no muere mata
Porque amores que matan nunca mueren
Y morirme contigo si te matas
Y matarme contigo si te mueres
Noches de Boda
Joaquín Sabina
¡Ay, Dios mío!
¿Pa' qué vine?
Si no es lo mismo venir que irse chillando
¡Mire a Joaquín, Señor!
Ya se mexicanizó, pos que diz que no
Pos que diz que sí
Usted lo viera en México
Ahí anda tequileando con toda la bola de chamaconas
Las trae de un ala, pues
Yo lo he visto
Que se coman los gusanos estos ojitos
Sí, señor, Joaquinito, ¿me estás oyendo?
¿O crees que estoy hablando mal de tí, mi amor?
Si te quiero mucho, mi cuate
Desde el primer día en que nos vimos aquí
En los madriles, ¡ajúa!
Te me caíste re bien
Me gustaste por sincero
Me dijiste que me fuera al carajo
Muchacho, ¿pués qué es éso?
Estabas tratando conmigo, con tu cuatacha, la Vargas
¡Ajúmula calentano!
Y dijo: ¡Ya vino la Vargas!
Nos hicimos retecuatachones
Y nos fuimos de parranda
Todas las noches de luna
Serán pa Joaquín y pa mí, pues
Que todas las noches sean noches de boda
Que todas las noches, sí, señor
Que todas las lunas sean lunas de miel
¡Ay, Dios mío!
Que el maquillaje no apague tu risa
Que el equipaje no lastre tus alas
Que el calendario no venga con prisas
Que el diccionario detenga las balas
Que las persianas corrijan la aurora
Que gane él quiero la guerra del pueblo
Que los que esperan no cuenten las horas
Que los que matan se mueran de miedo
Que el fin del mundo te pille bailando
Que el escenario me tiña las canas
Que nunca sepas ni cómo, ni cuándo
Ni ciento volando, ni ayer ni mañana
Que el corazón no se pase de moda
Que los otoños te doren la piel
Que cada noche sea noche de bodas
Que no se ponga la luna de miel
Que todas las noches sean noches de boda
Que todas las lunas sean lunas de miel
Ay, reata, no te revientes
Que es el último jalón
Que las verdades no tengan complejos
Que las mentiras parezcan mentira
Que no te den la razón los espejos
Que te aproveche mirar lo que miras
Que no se ocupe de ti el desamparo
Que cada cena sea tu última cena
Que ser valiente no salga tan caro
Que ser cobarde no valga la pena
Que no te compren por menos de nada
Que no te vendan amor sin espinas
Que no te duerman con cuentos de hadas
Que no te cierren el bar de la esquina
Que el corazón no se pase de moda
Que los otoños te doren la piel
Que cada noche sea noche de bodas
Que no se ponga la luna de miel
Que todas las noches sean noches de boda
Que todas las lunas sean lunas de miel
Y Sin Embargo Te Quiero Olga Román
Joaquín Sabina
Me lo dijeron mil veces
Pero nunca quise poner atención olé
Cuando llegaron los llantos
Ya estabas muy dentro de mi corazón
Te esperaba hasta muy tarde
Ningún reproche te hacía
Lo más que te preguntaba
Era que si me querías I love you, girl
Y bajo tus besos, en la madrugada
Sin que tú notaras la cruz de mi angustia
Solía cantar
Ah, ah, ay
Te quiero más que a mis ojos
Te quiero más que a mi vida
Más que al aire que respiro
Y más que a la madre mía
Que se me paren los pulsos
Si te dejo de querer
Que las campanas me doblen
Si te falto alguna vez
Eres mi vida y mi muerte
Te lo juro, compañero
No debía de quererte
No debía de quererte
Y sin embargo, te quiero
Nos Sobran Los Motivos
Joaquín Sabina
Esta sala de espera sin esperanza
Estas pilas de un timbre que se secó
Este helado de fresa de la venganza
Esta empresa de mudanzas
Con los muebles del amor
Esta campana muda en el campanario
Esta mitad partida por la mitad
Estos besos de Judas, este calvario
Este look de presidiario
Esta cura de humildad
Este cambio de acera de tu cadera
Estas ganas de nada, menos de ti
Este arrabal sin grillos en primavera
Ni espaldas con cremallera
Ni anillos de presumir
Esta casita de muñecas de alterne
Este racimo de pétalos de sal
Este huracán sin ojo que lo gobierne
Este jueves, este viernes
Y el miércoles que vendrá
No abuses de mi inspiración
No acuses a mi corazón
Tan maltrecho y ajado
Que está cerrado por derribo
Por las arrugas de mi voz
Se filtra la desolación
De saber que estos son
Los últimos versos que te escribo
Para decir con Dios a los dos
Nos sobran los motivos
Este museo de arcángeles disecados
Este perro andaluz sin domesticar
Este trono de príncipe destronado
Esta espina de pescado
Esta ruina de Don Juan
Esta lágrima de hombre de las cavernas
Esta horma del zapato de Barba Azul
Que poco rato dura la vida eterna
Por el túnel de tus piernas
Entre Córdoba y Maipú
Esta guitarra cínica y dolorida
Con su terco knock knockin' on heaven's door
Estos labios que saben a despedida
A vinagre en las heridas
A pañuelo de estación
Este Land Rover aparcado en tu toga
La rueca de Penélope en Luna Park
Estos dedos que sueñan que te desnudan
Esta caracola viuda
Sin la pianola de mar
No abuses de mi inspiración
No acuses a mi corazón
Tan maltrecho y ajado
Que está cerrado por derribo
Por las arrugas de mi voz
Se filtra la desolación
De saber que estos son
Los últimos versos que te escribo
No abuses de mi inspiración
No acuses a mi corazón
Tan maltrecho y ajado
Que está cerrado por derribo
Por las arrugas de mi voz
Se filtra la desolación
De saber que estos son
Los últimos versos que te escribo
Para decir con Dios a los dos
Nos sobran los motivos
Tan Joven y Tan Viejo
Joaquín Sabina
Lo primero que quise fue marcharme bien lejos
En el álbum de cromo de la resignación
Pegábamos los niños que odiaban los espejos
O antes de Rita Hayworth, calles de Nueva York
A penas vi que un ojo me guiñaba la vida
Le pedí que a su antojo dispusiera de mí
Ella me dio las llaves de la ciudad prohibida
Yo todo lo que tengo, que es nada se lo di
Y así crecí volando y volé tan deprisa
Que hasta mi propia sombra de vista me perdió
Para borrar mis huellas destrocé mi camisa
Confundí con estrellas las luces de neón
Hice trampas al pocker
Defraudé a mis amigos
Sobre el banco de un parque
Dormí como un lirón
Por decir lo que pienso, sin pensar lo que digo
Más de un beso me dieron y más de un bofetón
Lo que sé del olvido lo aprendí de la Luna
Lo que sé del pecado lo tuve que buscar
Como un ladrón debajo de las faldas de algunas
De cuyo nombre ahora no me quiero acordar
Así que de momento, nada de adiós muchachos
Me duermo en los entierros de mi generación
Cada noche me invento
Todavía me emborracho
Tan joven y tan viejo, like a Rolling Stone
Pero Qué Hermosas Eran
Joaquín Sabina
Mi primera mujer era una arpía
Pero, muchacho
El punto del gazpacho
Joder si lo tenía
Se llamaba
Digamos que Sofía
Un mal día
Me puso las maletas
A los pies de la estatua, de un poeta
Que esta, inmortalizado
En su glorieta
Después de, no se asombren
Registrar, a su nombre
Mi chalet adosado
Mi visa, mi pasado
Su prisa y su futuro
Dejándome tirado
Y sin un duro
La gota que colmó
Damas y caballeros
El vaso de su amor
Fue de colesterol
Harto, tras dos infartos
De acercarme al tercero
Al sístole y al diástole
De mi corazón
Le puse un marcapasos
Que andaba con retraso
Haciendo interferencias
En la frecuencia
Del televisor
Desde que la perdí
Hasta hoy, pobre de mí
Cada vez más borracho
Ruedo de mostrador
En mostrador
Jefe: ¿tienen gazpacho?
Pero qué hermosa era
Cuando iba de mi brazo por la acera
¿Ustedes me han mirado?
Pedirle a ese bombón que me quisiera
¿No les parece que era
Pedirle demasiado?
Mi segunda mujer
Era una bruja
Y yo, tan mamarracho, que besaba
El suelo que pisaba
Se llamaba
Digamos que Maruja
Aquel día
Volví pronto del tajo
Y, en mi cama
Debajo
De un idiota
Una dama
En pelotas
Se lo hacía
Y yo que nunca había
Estado en una orgía
Quitándome las botas
Me dije: Esta es la mía
Y tanto que lo era
La del tacón de aguja
Era maruja
Entre ese idiota y yo
Cual júpiter tronante
Tú eliges dije yo
¿Que qué me contestó?
Sin dudarlo un instante
Me voy con el idiota
Y ustedes, que creían
Que el idiota era yo
Pues no
La muy pendón
Se iba y se venía
Poniéndose las botas
Con el menos idiota
De los dos
Y ¿saben qué les digo?
Aquel idiota y yo
Nos hicimos amigos
El día que maruja nos dejó
Por otro idiota
Pero qué hermosas eran
Mi segunda mujer y la primera
¿Ustedes me han mirado?
Pedirles, además, que me quisieran
¿No les parece que era
Pedirles demasiado?
Mi tercera mujer era, señores
De todos los amores
Que he perdido
El que más me ha dolido
¿Adivinan? Se llamaba dolores
Pero, el día
De mi cumple, mi amorcito
Me dijo: Aunque eres malo
Joaquinito
Te traigo, de regalo
Un regalito
Con su santa inconsciencia
Se declaró en estado
Y yo, que había jurado
Morir sin descendencia
Como murió mi padre
A la futura madre
Consternado
¡Hay dolores que matan!
Le grité dolorido
¿Y no se te ha ocurrido
Pensar que tu marido
Hubiera preferido
Otra corbata?
Fue niña, niña pija
¡Ni siquiera varón!
Por fin, con veinte años
Se la llevó un extraño
Y no perdí una hija
Gané un cuarto de baño
¡Con perdón!
Sofía me aliñaba
Maruja me adornó
Ya solo me faltaba
Tomar clases de parto sin dolor
Y con dolores
Pero qué hermosas eran las tres
Y, sobre todo, la tercera
¿Ustedes me han mirado?
Pedirles, además, que me quisieran
¿No les parece que era
Pedirles demasiado?
Donde Habita El Olvido
Joaquín Sabina
Cuando se despertó
No recordaba nada
De la noche anterior
Demasiadas cervezas
Dijo, al ver mi cabeza
Al lado de la suya, en la almohada
Y la besé otra vez
Pero ya no era ayer
Sino mañana
Y un insolente Sol
Como un ladrón, entró
Por la ventana
El día que llegó
Tenía ojeras malvas
Y barro en el tacón
Desnudos, pero extraños
Nos vio, roto el engaño
De la noche, la cruda luz del alba
Era la hora de huir
Y se fue, sin decir
Llámame un día
Desde el balcón, la vi
Perderse, en el trajín
De la Gran Vía
Y la vida siguió
Como siguen las cosas que no
Tienen mucho sentido
Una vez me contó
Un amigo común, que la vio
Donde habita el olvido
La pupila archivó
Un semáforo rojo
Una mochila, un Peugeot
Y aquellos ojos
Miopes
Y la sangre al galope
Por mis venas
Y una nube de arena
Dentro del corazón
Y esta racha de amor
Sin apetito
Los besos que perdí
Por no saber decir
Te necesito
Y la vida siguió
Como siguen las cosas que no
Tienen mucho sentido
Una vez me contó
Un amigo común, que la vio
Donde habita el olvido
Una Canción Para La Magdalena
Joaquín Sabina
Si, a media noche, por la carretera
Que te conté
Detrás de una gasolinera
Donde llené
Te hacen un guiño unas bombillas
Azules, rojas y amarillas
Pórtate bien
Y frena
Y, si la Magdalena
Pide un trago
Tú la invitas a cien
Que yo los pago
Acércate a su puerta y llama
Si te mueres de sed
Si ya no juegas a las damas
Ni con tu mujer
Solo te pido que me escribas
Contándome si sigue viva
La virgen del pecado
La novia de la flor de la saliva
El sexo con amor de los casados
Dueña de un corazón
Tan cinco estrellas
Que, hasta el hijo de un Dios
Una vez que la vio
Se fue con ella
Y nunca le cobró
La Magdalena
Si estás más solo que la Luna
Déjate convencer
Brindando a mi salud, con una
Que yo me sé
Y, cuando suban las bebidas
El doble de lo que te pida
Dale por sus favores
Que, en casa de María de Magdala
Las malas compañías son las mejores
Si llevas grasa en la guantera
U un alma que perder
Aparca, junto a sus caderas
De leche y miel
Entre dos curvas redentoras
La más prohibida de las frutas
Te espera hasta la aurora
La más señora de todas las putas
La más puta de todas las señoras
Con ese corazón
Tan cinco estrellas
Que, hasta el hijo de un Dios
Una vez que la vio
Se fue con ella
Y nunca le cobró
La Magdalena
Con La Frente Marchita
Joaquín Sabina
Sentados en corro merendábamos, besos y porros
Y las horas pasaban deprisa entre el humo y la risa
Te morías por volver con la frente marchita cantaba Gardel
Y entre citas de Borges Evita bailaba con Freud
Ya llovió desde aquel chaparrón hasta hoy
Iba cada domingo a tu puesto del rastro a comprarte
Carricoches de miga de pan, soldaditos de plata
Con agüita de un mar andaluz quise yo enamorarte
Pero tú no tenías más amor que el de río de la plata
Duró la tormenta hasta entrados los años ochenta
Cuando el Sol fue secando la ropa de la vieja Europa
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió
Mándame una postal de San Telmo, adiós cuídate
Y sonó entre tú y yo el silbato del tren
Iba cada domingo a tu puesto del rastro a comprarte
Monigotes de miga de pan, caballitos de lata
Con agüita de un mar andaluz quise yo enamorarte
Pero tú no tenías más amor que el de río de la plata
Aquellas banderas de la patria de la primavera
A decirme que existe el olvido esta noche han venido
Te sentaba tan bien esa boina calada al estilo del Che
Buenos Aires es como contabas, hoy fui a pasear
Y al llegar y me puse a gritar ¿ donde estás?
Y no volví más a tu puesto del rastro a comprarte
Corazones de miga de pan, sombreritos de lata
Y ya nadie me escribe diciendo no consigo olvidarte
Ojalá que estuvieras conmigo en el río de la plata
Y no volví más a tu puesto del rastro a comprarte
Carricoches de miga de pan, soldaditos de lata
Lo Niego Todo
Joaquín Sabina
Ni ángel con alas negras
Ni profeta del vicio
Ni héroe en las barricadas
Ni ocupa, ni esquirol
Ni rey de los suburbios
Ni flor del precipicio
Ni cantante de orquesta
Ni el Dylan español
Ni el abajo firmante
Ni vendedor de humo
Ni juglar del asfalto
Ni rojo de salón
Ni escondo la pasión
Ni la perfumo
Ni he quemado mis naves
Ni sé pedir perdón
Lo niego todo
Aquellos polvos y estos lodos
Lo niego todo
Incluso la verdad
La leyenda del suicida
Y la del bala perdida
La del santo beodo
Si me cuentas mi vida
Lo niego todo
El tiburón de Hacienda
Confiscador de bienes
Me ha cerrado la tienda
Me ha robado el mes de abril
Si es para hacerme daño
Sé lo que me conviene
He defraudado a todos
Empezando por mí
Ni soy un libro abierto
Ni quien tú te imaginas
Lloro con las más cursis
Películas de amor
Me echaron de los bares
Que usaba de oficina
Y una venus latina
Me dio la extremaunción
Lo niego todo
Aquellos polvos y estos lodos
Lo niego todo
Incluso la verdad
La leyenda del suicida
Y la del bala perdida
La del santo de oro
Si me cuentas mi vida
Lo niego todo
Lo niego todo
Aquellos polvos y estos lodos
Lo niego todo
Incluso la verdad
La leyenda del suicida
Y la del bala perdida
La del santo de oro
Si me cuentas mi vida
Lo niego todo
A La Orilla de La Chimenea
Joaquín Sabina
Puedo ponerme cursi y decir
Que tus labios me saben igual
Que los labios que beso
En mis sueños
Puedo ponerme triste y decir
Que me basta con ser tu enemigo
Tu todo, tu esclavo
Tu fiebre, tu dueño
Y si quieres, también
Puedo ser tu estación y tu tren
Tu mal y tu bien, tu pan y tu vino
Tu pecado, tu Dios, tu asesino
O tal vez esa sombra
Que se tumba a tu lado en la alfombra
A la orilla de la chimenea
A esperar que suba la marea
Puedo ponerme humilde y decir
Que no soy el mejor
Que me falta valor
Para atarte a mi cama
Puedo ponerme digno y decir
Toma mi dirección
Cuando te hartes de amores baratos
De un rato, me llamas
Y si quieres, también
Puedo ser tu trapecio y tu red
Tu adiós y tu ven, tu manta y tu frío
Tu resaca, tu lunes, tu hastío
O tal vez ese viento
Que te arranca del aburrimiento
Y te deja abrazada a una duda
En mitad de la calle y desnuda
Y si quieres, también
Puedo ser tu abogado y tu juez
Tu miedo y tu fe, tu noche y tu día
Tu rencor, tu por qué, tu agonía
O tal vez esa sombra
Que se tumba a tu lado en la alfombra
A la orilla de la chimenea
A esperar que suba la marea
O tal vez ese viento
Que te arranca del aburrimiento
Y te deja abrazada a una duda
En mitad de la calle y desnuda
O tal vez esa sombra
Que se tumba a tu lado en la alfombra
A la orilla de la chimenea
A esperar
Ganas de...
Joaquín Sabina
Hierven los clubs y los adolescentes
Comen pastillas de colores
Harto de mal vivir el siglo veinte
Muere de mal de amores
Los hechiceros de la tribu resucitan
Para invertir en mis pecados
Y hacen los traficantes de estampitas
Su agosto en el supermercado
Y la mentira vale más que la verdad
Y la verdad es un castillo de arena
Y por las autopistas de la libertad
Nadie se atreve a conducir sin cadenas
Y yo me muero de
Ganas de decirte que
Me muero de
Ganas de decirte que te quiero
Y que no quiero que venga el destino
A vengarse de mí
Y que prefiero la guerra contigo
Al invierno sin ti
Cada mañana salto de la cama
Pisando arenas movedizas
Cuesta vivir cuando lo que se ama
Se llena de ceniza
Y por las calles vaga solo el corazón
Sin un mal beso que llevarse a la boca
Y sopla el viento frío de la humillación
Envileciendo cada cuerpo que toca
Y yo me muero de
Ganas de decirte que
Me muero de
Ganas de decirte que
Me muero de
Ganas de decirte
Que me muero de
Ganas de decirte que
Que te quiero
Y que no quiero que venga el destino
A vengarse de mí
Y que prefiero la guerra contigo
Al invierno sin ti
Y yo me muero de
Ganas de decirte que
Me muero de
Ganas de decirte que
Me muero de
Ganas de decirte
Que me muero de
Ganas de decirte que
Que te quiero
Y que no quiero que venga el destino
A vengarse de mí
Y que prefiero la guerra contigo
Al invierno sin ti
Y que no quiero que venga el destino
A vengarse de mí
Y que prefiero la guerra contigo
Al invierno sin ti
Y que no quiero que venga el destino
A vengarse de mí
Conductores Suicidas
Joaquín Sabina
No voy a negarte que has marcado estilo
Que has patentado un modo de andar
Sin despeinarte por el agudísimo filo
De la navaja de esta espídica ciudad
Solías hacer turismo al borde del abismo
Pero creo que de un tiempo a esta parte
Te has deslizado al lado marrón
Tú que eras un maestro en el difícil arte
De no mojarte bajo un chaparrón
Buscando en la basura un gramo de locura
Dime que es falso que ya nunca escribes
Que has empeñado el reloj de Raquel
Que tu corazón no haya quién lo motive
Que has perdido 7 kilos en un mes
Cómo te has dejado llevar a un callejón sin salida?
Tú, el mejor dotado de los conductores suicidas
Cómo te has dejado llevar a un callejón sin salida?
Tú, el mejor dotado de los conductores suicidas
No es asunto tuyo me dirás y punto
Pero reconoce que es crudo aceptar
Que no hay ser humano que le eche una mano
A quien no se quiere dejar ayudar
Y búscate la vida
En dirección prohibida
Pero no impedirás que levante mi vaso
A tu mala salud y te invite a brindar
Muerta la amistad sabe igual que el fracaso
Y a los dos nos gusta el verbo fracasar
Así que tú ni caso por no agobiarte paso
De hacerte la cuenta de las papelinas
De que no te fíe ni rafa el del pub
De que vendas chapas en ciertas esquinas
De que te conozcan en cada hospital
Joaquín Ramón Martínez Sabina (Úbeda, 1949-).Conocido artísticamente como Joaquín Sabina, es un cantautor, poeta y pintor español, considerado como una de las figuras más importantes del folk-rock urbano de los años noventa.
ResponderEliminarSu primer acercamiento al mundo artístico se produce en la adolescencia cuando comienza a escribir poemas y componer música para su propia banda formada con amigos, Merry Youngs. En 1968 inicia estudios de Filología Románica en la Universidad de Granada y dos años después comienza a publicar algunos versos en la revista Poesía 70, pero sus acciones contra el régimen franquista le obligan a exiliarse a París y posteriormente a Londres. Allí escribe sus primeras canciones y organiza polémicas obras teatrales y conciertos con otros exiliados españoles.
Su primera publicación llega en 1976 con Memoria del exilio, un libreto de canciones que junto a las obras que cantó con dichos exiliados, acabarían dando lugar a su primer disco, Inventario (1978). En 1977 regresa a España y comienza a trabajar en el diario local Última Hora, además de actuar en distintos bares y mítines electorales.
Empieza a ganar mayor popularidad con su segundo disco, Malas compañías (1980), que contiene temas que se convirtieren en clásicos y le abren las puertas de la radio y televisión. Frecuenta el local La Mandrágora, donde conoce a Javier Krahe (con el que funda la banda Ramillete de Virtudes) y Alberto Pérez, junto a los cuales publica en 1981 un álbum con el mismo nombre del bar. Comienza además colaboraciones con otros artistas reconocidos como Ana Belén, Miguel Ríos, o Viceversa, junto a estos últimos publica el álbum Juez y parte (1985).
Sus siguientes discos Hotel, dulce hotel (1987) y El hombre del traje gris (1988) le traen un éxito multitudinario que le lleva de gira por Hispanoamérica y a partir de entonces se suceden las giras y los discos.
Tras una etapa más rockera vuelve a cultivar su faceta poética, realizando incluso recitales. El álbum 19 días y 500 noches (1999) llega acompañado de diversos galardones como el Premio Ondas. Sus problemas de salud le obligan a reducir su actividad musical, pero no impide que siga publicando discos, colaborando con otros autores, componiendo bandas sonoras para películas como Torrente o Isi/Disi y potenciando su lado literario, publicando libros como Con buena letra (2002).
Tiempo después, en 2005, regresa a los escenarios y sigue publicando sus sonetos en la revista Interviú. Retomada su frenética carrera, en 2009 publica Vinagre y rosas, álbum de estudio que se convirtió en triple platino en España. En 2013 publica Muy Personal, el primer libro en el que el artista incluía sus propios dibujos, y al que seguiría en 2016 Garagatos.